"La gente quiere que las cosas se arreglen", interpretó anoche el gobernador Hermes Binner al referirse una vez más al conflicto entre el gobierno y el campo.
"La gente quiere que las cosas se arreglen", interpretó anoche el gobernador Hermes Binner al referirse una vez más al conflicto entre el gobierno y el campo.
En el mismo momento en que la mesa de enlace de las cuatro entidades agropecuarias mantenía un encuentro clave en Buenos Aires, el mandatario presidía en el salón Blanco de la sede del gobierno santafesino una concurrida sesión del Consejo Económico Provincial del que participaron, entre otras entidades, representantes de Coninagro, Carsfe, Fececo y las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe. También estuvieron presentes directivos de Corenosa, Fisfe y otras asociaciones empresarias y gremiales, además de representantes de las universidades oficiales y privadas.
El gobernador sostuvo que no mantuvo contactos con las autoridades nacionales. "Tampoco hemos tenido respuestas acerca de las propuestas que hicimos llegar a la presidenta, aunque sabemos han sido recibidas y alrededor de ellas se están valorando los caminos a seguir".
Para el mandatario, la pulseada entre el gobierno y las entidades ruralistas "tiene componentes de demanda sectorial y de posiciones políticas", al tiempo que interpretó que "la gente quiere que las cosas se arreglen, de manera que sería muy conveniente que se sienten a conversar".
Entre las numerosas implicancias que acarrea a la provincia el prolongado conflicto agropecuario, en la extensa reunión del Consejo Económico Provincial se analizaron entre otros temas la delicada situación de los frigoríficos. En el departamento La Capital se contabilizaban hasta ayer cerca de un millar de suspensiones, según cifras gremiales. "Este conflicto ha impactado en toda la economía santafesina y hay que superarlo rápidamente para que la provincia vuelva a la normalidad", dijo Binner.
Por María Laura Cicerchia