Argentina venció a Colombia en la semifinal de la Copa América y es nuevamente finalista por quinta vez en las últimas siete ediciones. ¿Cómo ganó? Ganó por penales. Y Argentina tuvo suerte ya que el rival falló injustificablemente en los disparos. Pero, no es esto lo más importante que quiero destacar. Como buen observador que soy de las cosas, vi que al final de la serie de penales, los jugadores argentinos festejaron cantando “y no me importa lo que digan esos putos periodistas, la puta que los parió”. ¡Qué nivel muchachos! ¿Creen que diciendo esto, parte del mundo que los vio jugar les reconocerá una mejor calidad futbolística exhibida? ¿No escucharon alguna vez el significado del término “crítica constructiva”? En los países desarrollados, aceptar este término es básico en toda actividad humana. Lo conoce todo trabajador de cualquier oficio o profesión. ¿Quiénes son ustedes para que no sean criticados? Ustedes son trabajadores públicos demasiado bien remunerados. Y, muchos, llegaron a donde están gracias al periodismo y a los periodistas, que más de una vez los potenció en sus bondades y les disimuló las fallas. Además, jamás escuché a un periodista referirse en esos términos hacia un jugador, una selección nacional, ni un equipo de fútbol cualquiera. La madre es sagrada muchachos. Ustedes juegan desde que abren los ojos en escuelas de fútbol que los protegen y los educan supuestamente. Demuestren que algo de esto aprendieron. Si no, en tiempos de vacaciones, vayan a ver los partidos de fútbol barrial, donde se juega sin más protección que unas canilleras y donde las bondades de las madres son sagradas.