A dos años de cumplir su medio siglo de vida, el Festival de Folclore de Cosquín retoma la senda
iniciada en 1961. Homenajes a los grandes del género como Horacio Guarany y Carlos Carabajal, y
retornos con gloria, como el de Mercedes Sosa, marcan una huella profunda en el camino de la mayor
fiesta de la música criolla.
Su edición 2008 confirmó que la música de los rosarinos Leandro Lovato, Jorge Fandermole y
Franco Luciani, y el rosquinense León Gieco, ya tiene un lugar en el oído del pueblo.
Lo más auténtico de la fiesta quedó en manos de Peteco, Roxana, Demi y Graciela Carabajal en
el homenaje a su padre Carlos, el padre de la chacarera. Otros que abonaron la larga vida del
folclore fueron Juan Falú, Carlos Di Fulvio, el Dúo Coplanacu, la Bruja Salguero, Mercedes Sosa,
Horacio Guarany y Pocho Sosa.
Otros, como Jorge Rojas, el Chaqueño Palavecino y Soledad, confirmaron cada uno a su turno
que son los dueños indiscutidos de la convocatoria llenando la plaza, con lluvia y todo, como en el
caso del ex nochero.
Lo diferente estuvo en manos de Divididos, cuya polémica presencia en la fiesta tuvo el
aliento de los que bregan por sumar nuevos públicos y el desánimo de los que opinan que dos o tres
temas de Yupanqui no justificaron su presencia en la plaza Próspero Molina.
Como nueva propuesta también debe considerarse la ofrecida por el impecable trío formado por
Víctor Heredia, Pedro Aznar y Jorge Fandermole. Los tres músicos ofrecieron temas propios y
redondearon una fusión que sumó lo mejor de cada uno en un show en el que Heredia fue uno más.
Fandermole ratificó que, junto a Peteco Carabajal, es uno de los más importantes compositores de la
actualidad y es muy saludable que diez mil personas lo aplaudan calurosamente como sucedió bajo la
lluvia del sábado.
El festival, muchas veces discutido por tomar un camino errático y otras por ensalzar
propuestas de poco valor artístico, parece volver a su cauce originario. Sabia y comprometidamente
conducido por Miguel Angel Gutiérrez, el mayor encuentro de la música argentina va rumbo a su
cincuentenario respetando el derrotero marcado por los fundadores de esta verdadera convocatoria a
la coincidencia del canto nacional.