El grupo Gurú. Teatro de animación y sombras presenta hoy un ciclo de títeres para adultos en la sala La Escalera (9 de julio 324), que se desarrollará todos los sábados de agosto a las 21. El ciclo se inicia con el estreno de "Había tal vez", con actuación e interpretación de títeres de Susana Petrelli, vestuario de Ofelia Risso y la dirección de Marcos Peralta.
Según explicó Petrelli, en la obra "el tiempo transcurre hacia atrás, visto desde los recuerdos borrosos de una mujer entre los que pivotean las ausencias, el amor, la nostalgia y la soledad, transitando por el interior de su casa e interviniendo objetos cotidianos. La propuesta es generar un acercamiento sensible con los espectadores desde la fragilidad que nos une en relación al paso del tiempo y su finitud". "Había una vez" volverá a representarse el sábado 19 de agosto.
"La propuesta de «Había tal vez» -contó Petrelli- es generar un acercamiento sensible con los espectadores desde la fragilidad que nos une como personas, en relación al paso del tiempo, contando para el intento con muy pocos objetos, tres títeres y mi intervención como una anciana que sólo cuenta con el tiempo que le queda por vivir".
Marcos Peralta, director de la obra, "fue quien hiló sutilmente estos acontecimientos, dándole a los objetos la función de ser conectores entre los diferentes momentos de la obra y a los títeres la de protagonizar las diferentes etapas de la vida de una mujer", señaló.
La segunda propuesta, que se presentará los días 12 y 26, es un clásico de Federico García Lorca, "El Retablillo de Don Cristóbal". Se trata de una farsa para guiñol (títeres de guantes) escrita en 1930. Cuenta con las actuaciones de Julián Lasa, Cindi Grussi y Lucas Vidoletti, bajo la dirección de Petrelli.
"La obra narra con humor una historia donde hay una joven que fue entregada en matrimonio por su madre, con Don Cristóbal, un personaje corrupto y violento. Un poeta soñador y un director muy tirano completan el conjunto de personajes protagonistas de esta farsa. Nuestra puesta toma algunas situaciones de la actualidad y las vincula a la obra", explicó Petrelli.
Las obras que forman parte de este ciclo con estilos y temáticas muy diferentes son las últimas producciones del Grupo Gurú. "El Retablillo de Don Cristóbal" fue estrenado en el 2016 y "Había tal vez" será estrenada en este ciclo.
Petrelli aseguró que la relación que entablan los adultos con los títeres y objetos es a partir de lo lúdico. "Los espectadores adultos generalmente se vinculan con el lenguaje de los títeres desde una actitud lúdica, aceptando la convención de que el titiritero les otorga vida y dejándose llevar por la metáfora del teatro de animación. El encantamiento que produce este lenguaje es único porque nos permite retornar a cada uno a nuestras primeras formas de juego, recuperando la credibilidad que se tenía sobre el mismo, reviviéndolo en el acontecimiento teatral".
La diversidad, aseguró, fue clave a la hora de decidirse por esta disciplina. "Elegí los títeres como medio de expresión porque en ellos encontré una manera de comunicar recurriendo a una variedad importante de lenguajes artísticos. Desde mi infancia he incursionado un tiempo por cada uno sin saber que me esperaba un camino donde podía seguir experimentando y conociendo más sobre teatro, plástica, música y danza. Más allá de esta multiplicidad de expresiones que confluyen en los títeres, yo me siento bien con ellos y me gusta construir mundos objetuales, a veces con muñecos, otras con teatro de sombras o con objetos sin ninguna transformación".
La artista también destacó que la naturaleza de los títeres "tienen la ventaja de ser objetos artífices de poesía de una forma que sólo les corresponde a ellos: pueden desintegrarse, romperse, derretirse, morir, transformarse, volar y muchas acciones más. La materialidad de cada uno permite diferentes construcciones metafóricas. Un títere de papel puede incendiarse o abollarse, y eso no puede hacerlo uno de madera, pero puede con su peso irrumpir sonoramente con su paso en el escenario, esto como ejemplo de ciertas ventajas que el lenguaje de animación posee, además de lo encantador que por sí es", completó.