El filme de Juan Pablo Martínez que marca el primer protagónico en cine del cantautor español Ismael Serrano, desembarca mañana en las salas locales para retratar, en forma minuciosa y pormenorizada, la desnudez anímica y mental de dos personas durante una primera cita.
Encabezada también por la actriz Carla Pandolfi, "Luna en Leo" es en sí misma una película pequeña: 72 minutos que recorren, como si se tratara de un filme en tiempo real, una primera salida entre un hombre interesado y una mujer que no se decide.
Timidez, recelo, ilusión, tensión, coqueteo y mentiras conforman el complejo entramado emocional que transita de principio a fin el filme que Martínez, Serrano y Jimena Ruíz Echazú escribieron inspirados en una película clase B norteamericana ("Luke and Brie Are on a First Date", de 2008, dirigida por Chad Hartigan).
Luna y Leo tienen su primera cita. A lo largo de una noche transitarán el arte de la atracción en donde durante esas conversaciones triviales puede producirse una conexión, y así tan rápido como nació, también puede desaparecer. Sólo alcanza para eso pronunciar unas pocas palabras de más antes de tiempo.
"Se trata de una historia de amor en su versión más simple: de lo que significa una primera cita entre dos jóvenes de treinta y pico, de las variables que se ponen en juego en ese momento de la vida. De alguna manera, refleja un paradigma generacional", explicó el director.
Como imantados por los designios antojadizos de la astrología, los protagonistas de esta historia se encuentran cuando la Luna está en Leo: tiempo -según dicen- de drama y demanda de afecto. Momento cósmico en donde la creatividad, las pasiones y el romanticismo, parecieran estar mejor dispuestas para fluir.
"Leo es más soñador. Es un tipo de 35 años que deja la comodidad de su puesto en un banco de España para probar suerte en la Argentina como escritor", define Martínez sobre el papel del músico, a quien ya había dirigido en 2007 en un papel más pequeño en "El hombre que corría tras el viento". La película, co-escrita y dirigida por Juan Pablo Martínez, fue filmada a mediados del año 2007 en Buenos Aires y Calafate y es protagonizada, además de Ismael Serrano, por Jazmín Stuart, Bárbara Lombardo, Roly Serrano y Oscar Nuñez.
El debut. Aquel filme fue inspirado en la historia "La dulce Carola" que el cantante solía desplegar sobre el escenario por Serrano, quien, en realidad debutó en cine en 2003 bajo la dirección del boliviano Marcos Loayza, en la película "El corazón de Jesús"
"En cambio -continúa Martínez- ella es absolutamente racional, desencantada con su propia realidad y sin impulso para arriesgarse a vivir. Y en esos contrastes, chocan".
Para capturar ese juego casi imperceptible, esa batalla de deseos y voluntades que se encuentran y se repelen, que se buscan y se alejan, es que Martínez optó por una puesta donde los diálogos y los primeros planos se imponen como verdaderos protagonistas.
"Los que hacemos cine independiente sabemos que tenemos que inventar recursos y formas para conseguir, con lo poco que tenemos, el mejor resultado posible", explicó el director.
"Por eso -agregó- la película está grabada a dos cámaras para tener tomas más largas y no tener que hacer planos, cortes, contraplanos, para que los actores pudieran trabajar mejor y económicamente es más rentable".
Por último, consultado sobre la tarea de dirigir a un músico, Martínez admitió que Serrano resultó un actor muy "fácil y absolutamente permeable". "En sus shows Ismael se la pasa hablando, contando historias entre canción y canción, así que su gusto por lo actoral y la interpretación hicieron que fluyera perfecto en la película", fundamentó a modo de resumen de la experiencia.
El retrato de una generación
“Queríamos contar una historia simple en la cual lo importante fuera desentrañar el alma de los personajes”, explicó el director Juan Pablo Martínez. Y añasió: “Pero además de contar una pequeña historia de encuentros y desencuentros, también queríamos retratar algunas de las cuestiones y problemas a los que nos vemos expuestos los hombres y mujeres de nuestra generación, donde nuestras expectativas chocan con la realidad cotidiana, con recuperar los deseos de lo que uno realmente quiere ser y hacer con su vida y no conformarse simplemente con lo que le tocó. En definitiva queríamos retratar a dos seres con sus defectos y sus virtudes que pelean por recuperar sus sueños, sus deseos y sobre todo por permitirse el maravilloso milagro de encontrarse durante ese proceso”, afirmó Martínez.