“A los cinco hermanos nos unió en este camino esas juntadas que hacíamos para zapar en Necochea con la música, y fue fuerte, porque sentimos que fuimos tomando una decisión que no la estábamos tomando, sino que está sucediendo. Fue un evento que hizo que la vida de todos cambiara para siempre, y ese es el plan de la mariposa”.
El que habla es Sebastián, la voz líder de El Plan de la Mariposa, quien, con 39 años, es el mayor de los Andersen. Le siguen Santiago, el violinista, de 36, y los trillizos Camila (voz); Valentín (guitarras y voz) y Máximo (teclados), de 32 años. Los cinco músicos más Andrés Nör, en bajo y Julián Ropero, en batería, se presentan esta noche, a las 21, en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito, en la que será la primera vez que la banda llega a un lugar tan importante de la ciudad.
Es que vienen de agotar en junio un Luna Park (grabado en el disco en vivo “Los lunáticos planes de una mariposa incandescente”), y también dos Obras, y ya se están en la previa de una extensa gira que los llevará por provincias de Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Colombia y España.
En diálogo con La Capital, Sebastián Andersen habló del proceso de transformación que vivieron los hermanos a partir de la música, y del objetivo claro que tienen en cada una de las canciones de El Plan de la Mariposa, que es ese “viraje energético, que permita que de una sensación negativa o dolorosa poder sacar belleza”.
El Plan de la Mariposa - El Riesgo (acústico)
En las letras de El Plan de la Mariposa se respira mucha resiliencia. ¿En la historia de la banda tuvieron que superar muchas adversidades?
Sí, en principio la música la usamos, en el buen sentido de la palabra, como una herramienta para que podamos atravesar nuestros propios procesos. Y ese camino empieza un poco en “Danza de antalgia” (antalgia significa atenuar o eliminar un dolor) cuando muere nuestra madre y ahí hacemos ese disco que tiene más que nada dos canciones que están dedicadas a ella, pero todo el aura del disco está atravesado por eso. Es algo que ya venía, que ya existía en nosotros, y a la hora de componer lo sentimos así y empezamos a cantar lo que salió de adentro. En el proceso creativo fue una instancia de catarsis, de sacar para afuera, y cuando lo hacés sale lo que te está pasando y como herramienta personal es espectacular porque te ayuda a procesar cosas. Y ese es el poder más lindo que tiene el arte, la música: que las cosas densas y cosas jodidas que eventualmente pasan -porque la vida es así- se conviertan de repente en canciones o bien obras de arte hermosas. El arte tiene ese rebote, que hace ese viraje energético que, para mí, es la respuesta a por qué la música existe en la humanidad o para qué está. Entre otras cosas, nosotros creemos que está para eso y es la parte que más nos llama, nos interesa y nos gusta.
Hay muchas letras existencialistas e incluso otras en las que citan demasiado a Dios. ¿Profesan alguna fe en especial o sale así simplemente?
Todo este camino con la música en los cinco hermanos empezó porque cuando mi viejo volvía de laburar tocaba un rato la guitarra, además de que mis abuelos, tíos y muchos ancestros que no conozco también tocaban; y por otro lado nuestra vieja hacía muchos rituales en casa, círculos de mujeres, juntada de tambores, viajes espirituales en los que se movía la energía a pleno, como un proceso de ir investigando y profundizando a ver qué le pasaba. Y yo participé muchas veces de un montón de esos rituales, que no lo hacía ella sola, sino junto a un grupo de mujeres de Necochea y gente que venía de Buenos Aires que iban a “Neco” porque se había armado una. Eso le dio el marco a por qué El Plan empezó a hacer música y desde el lugar en que lo empezó a hacer. Y esto tiene que ver con lo que vos estás diciendo, por un lado porque va a estar Dios, pero no en un formato de dogma, no es la religión católica, sino es Dios como una cosa más grande, que nos completa y que vive adentro de cada uno. Eso es lo que nosotros creemos por Dios, igualmente esto lo podríamos charlar por mil horas y llegaríamos seguramente a nuevos lugares, pero no es que profesamos algo o somos mormones por decirlo de alguna manera. No es así, o podríamos serlo en algún momento, pero por ahora no nos tocó ese turno (risas). Y después, la pregunta de por qué estamos acá y cuál es la razón por las que estamos vivos son preguntas que siempre estuvieron presentes en casa, hay una bajada de línea de cómo nos criaron, de hacernos esas preguntas, y si lo que hacemos es realmente lo que queremos hacer, o para qué estamos vivos. Todas esas preguntas filosóficas y existencialistas siempre estuvieron y son parte de lo que nos interesa contestar, al menos acercarnos a la respuesta como grupo e individualmente, y muchas veces terminamos encontrando esas respuestas en el ida y vuelta que tenemos con las personas que escuchan nuestras canciones, porque muchas veces nos cuentan historias de que algunas canciones los ayudaron a atravesar procesos o alguna situación, y eso responde a la pregunta de para qué estamos haciendo lo que hacemos, más allá de que nos guste y más allá de que vivamos de esto. Es como que le da un enlace más profundo porque estás ayudando a otras personas y encima te estás ayudando a vos mismo, y eso a nosotros nos completa en la tarea.
En momentos en que muchos escriben canciones con el diario del lunes, o inspirados en la grieta política, por lo visto hay un público que necesita canciones filosóficas o existenciales. Basta escuchar a la gente cómo las canta en los discos en vivo para comprobarlo. ¿Hay un proceso de identificación para que canten a viva voz esos sentimientos?
Veo que vienen cada vez más personas y podemos tocar en lugares cada vez más grandes, y lo estamos disfrutando mucho. Siempre me gusta decir que hay que darle la mejor oportunidad a la canción, y cuando tenemos mejores características en un escenario más grande, con mejor sonido, mejores luces y ante más gente, es eventualmente la mejor oportunidad para la canción. Y eso que decís, que si tiene que ver con una necesidad de parte de la sociedad supongo que sí, porque si no, no se daría. No sé a qué nivel puede llegar o qué porcentaje es de la sociedad, pero se ve que un cierto grupo tiene esa necesidad, como la tenemos nosotros, de cantar ese tipo de cosas, y bienvenido sea. Sé que hay otro tipo de artistas que se dedican a señalar a un culpable, por ejemplo, que muchas veces los veo y a mí me gustan mucho esas bandas y los disfruto también. Pero siento que hay algo que es más fácil en la vida cuando señalás claramente a un culpable, y hay una cierta parte tuya que se relaja y dice “bueno, ya está, es culpa de este y punto”. Y por ahí no es lo que queremos, como grupo nos interesa más motivarnos a nosotros mismos para saber a ver qué parte es la que me tengo que hacer cargo, aparte de ver quién tiene la culpa, así me mejoro un poco la vida.
El Plan de la Mariposa | Túnel de la Vida
Respecto al título de la banda, ¿cuál sería el plan de la mariposa? ¿Tiene que ver con la transformación?
Sí, tiene que ver con eso y con lo que te contaba de la música y esa fuerza de poder hacer un viraje energético y de una sensación negativa o una sensación dolorosa poder sacar belleza. Y tiene que ver con que a los cinco hermanos nos unió en este camino esas juntadas que hacíamos para zapar con la música, y fue fuerte porque sentimos que fuimos tomando una decisión que no la estábamos tomando sino que está sucediendo. Por eso nos cerró El Plan de la Mariposa, porque era nuestro propio plan y nuestra propia transformación de vida, porque fue un evento que hizo que la vida de todos cambiara para siempre, y ese es el plan de la mariposa.