Claudio “Morocho” Mansilla fue el último prófugo de la cárcel de Piñero en ser recapturado, un año después de la fuga. El hombre de peso en las calles de Santa Lucía ya había sido condenado en ausencia por un doble crimen y desde su recaptura siguió acumulando acusaciones. Este jueves dos fiscales solicitaron que sea condenado a 25 años de prisión por liderar una violenta asociación ilícita en ese barrio y por instigar un crimen desde prisión. Otros cuatro acusados como miembros de la organización también afrontaron el requerimiento de penas. Que para uno de ellos, implicado en dos homicidios, asciende a 40 años de prisión.
El pedido de penas fue expresado por los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery en una audiencia a la que Mansilla, preso en Ezeiza, pidió no conectarse. El juez Florentino Malaponte admitió las acusaciones contra el grupo y dispuso la captura de otro imputado que no volvió de una salida transitoria. Fue la primera parte de un trámite que continuará la semana que viene para definir con qué pautas y pruebas llegarán los acusados a juicio oral.
Mansilla cobró notoriedad tras la espectacular evasión del 27 de junio de 2021 de la cárcel de Piñero, cuando ocho presos con apoyo externo se escaparon a tiros. Una fuga osada por la que en marzo se pidieron hasta 26 años de cárcel para los fugitivos y sus asistentes. Para Morocho, jefe del pabellón, solicitaron 11 años y 3 meses. Fue el último de los evadidos en caer. Lo detuvieron en junio del año pasado en un dúplex de barrio Fontanarrosa.
Durante su ausencia había sido condenado a 25 años de prisión por los asesinatos de Kevin Nieri y Leonel Bubakar Aw Borda, dos jóvenes de 16 y 18 años acribillados la noche del 23 de septiembre de 2018 cuando fueron emboscados en un pasillo de Lima al 2100. Según la condena, Morocho sospechó que las víctimas trabajaban para una banda rival y los culpaba por un ataque a tiros que había sufrido junto a su pareja dos días antes, en la entrada al mismo pasillo.
Derivado a Ezeiza tras su recaptura, Mansilla comenzó a acumular acusaciones. En septiembre pasado fue imputado como jefe de una asociación ilícita. Un mes antes había sido condenado en la Justicia federal con algunos de sus soldados a 12 años de prisión como jefe de una organización dedicada al comercio de estupefacientes con base en barrio Santa Lucía.
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Claudio "Morocho" Mansilla, prófugo tras escapar de la cárcel de Piñero, fue condenado en ausencia.
Saga de muertes
La causa provincial pone el acento en la saga de asesinatos atribuidos a la banda, una sangrienta disputa que se inició en 2014 y recrudeció en 2019 entre los allegados al Morocho y la familia Aquino. El primer hito fue el 2 de agosto de 2019, cuando fue herida a balazos desde un auto Catalina Aquino en una balacera a su casa. Al parecer buscaban a uno de sus hijos que había salido recientemente de prisión.
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Hubo ataques en represalia y en medio del ida y vuelta mataron a un yerno y a otro hijo de la mujer. El conflicto continuó y el 17 de agosto del año fue asesinada la propia Catalina, con 63 años, cuando tomaba mates con su pareja frente a su casa de Misiones al 6100 y les dispararon desde una moto.
En ese contexto, Mansilla está acusado de dirigir una banda criminal con una decena de integrantes que cometía delitos violentos como amenazas, usurpaciones, abusos de armas, lesiones y homicidios, además de la venta de drogas. “Desde su lugar de alojamiento en la unidad de Piñero da órdenes a los miembros a través de líneas de teléfonos celulares”, plantearon los fiscales al imputarlo.
Los nombres y las penas
Este jueves los fiscales requirieron que sea declarado reincidente por tercera vez y condenado a 25 años de prisión por esas acciones y por instigar el crimen de Sergio Birri, encuadrado como un homicidio agravado por el uso de arma. Birri era yerno de Catalina Aquino. La noche del 19 de noviembre de 2019 fue atacado a tiros desde una moto en Estudiante Aguilar 7750. Para la investigación, Mansilla instigó a las personas de la organización que se acercaron en moto a la casa de Birri, lo llamaron por su nombre y le efectuaron al menos doce disparos.
Como integrante de la asociación ilícita y uno de los partícipes el crimen de Birri pidieron 13 años y medio de prisión para Alfredo Eduardo “Edu” Salva Celiz, quien ya había aceptado en febrero de 2022 una condena a 7 años por el primer ataque a tiros contra Aquino. Otro de los detenidos por aquella balacera y como integrante de la banda es Carlos Saúl “Carita” Gómez, quien afronta el pedido de pena más alta del grupo: 40 años.
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Es que Gómez, detenido en diciembre de 2021 cuando iba en bicicleta con unos medidores de agua robados, no sólo está acusado como coautor del crimen de Birri sino también por el de Matías Enríquez, cometido nueve días antes en Cabín 9. Enríquez, de 26 años, estaba bajo un árbol con un amigo la mañana del 10 de noviembre de 2020 cuando aparecieron dos personas en una moto, discutieron y empezaron los disparos. Murió alcanzado por dos balzos y su amigo sobrevivió a varias heridas.
Un cuarto acusado del crimen de Birri y preso como miembro de la organización es Ezequiel Rodolfo “Colo” Romero, para quien pidieron 25 años de prisión. La pena más baja, 6 años de prisión a unificarse en 17 años con una condena previa, fue solicitada para el acusado Maximiliano Ezequiel “Menor” González.
Los defensores del grupo plantearon que no está probada la asociación ilícita sino que se realizó un agrupamiento de causas dispersas y dijeron que tampoco hay pruebas de la instigación de un crimen por parte de Morocho o de la intervención demás.
Un sexto acusado como integrante se encuentra en vías de cerrar un acuerdo abreviado. Como lo hiciera Damián Nahuel “Pufli” Córdoba, en cuyo celular se encontraron mensajes sobre el funcionamiento del grupo delictivo. Fue condenado a 5 años de prisión.
Mansilla estuvo 17 años preso por robo calificado y una causa federal por las que había recuperado la libertad a mediados de 2018, antes de caer preso por el doble crimen. A la batería de acusaciones en su contra suma un pedido de prisión perpetua, acusado de haberle ofrecido 100 mil pesos a un chico para que matara a Mauricio Ezequiel Gómez el 26 de abril de 2021, además de poner a disposición del sicario un vehículo y una pistola 9 milímetros.