El policía Martín Rey aceptó en un procedimiento abreviado una condena a 3 años de prisión efectiva por integrar la asociación ilícita de Esteban Alvarado. Es el quinto policía condenado como miembro de la banda a la que se atribuyen atentados a edificios del Poder Judicial y el crimen del prestamista Lucio Maldonado. En el acuerdo se lo señala como un “proveedor de impunidad” de la organización por haber insertado datos falsos a la pesquisa para desviar la atención hacia la banda de Los Monos.
El acuerdo fue propuesto por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra con el aval del abogado Germán Mahieu. En una audiencia que se realizó la mañana de este miércoles en el Centro de Justicia Penal, el juez Ismael Manfrín homologó la propuesta y condenó a Rey por los delitos de asociación ilícita, incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado por tratarse de un delito especialmente grave. Además de la pena de prisión fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por 6 años. Como llevaba un año y medio preso, a pedido de la defensa, el juez dictó un cese de prisión y por la tarde el policía preso en Piñero recuperó la libertad.
Los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada le atribuyeron a Rey haber tomado parte de la banda cuyo jefe es Esteban Lindor Alvarado y que estuvo destinada a cometer “ilícitos indeterminados”. Al momento de los hechos que admitió en el convenio era jefe de una de las brigadas operativas de la ex Policía de Investigaciones.
La banda de Alvarado quedó bajo la mira a partir del crimen del prestamista Lucio Maldonado, quien apareció asesinado el 13 de noviembre de 2018 junto a la autopista a Buenos Aires, a metros del casino City Center. La investigación condujo a una casa de fin de semana de Alvarado en el paraje Los Muchachos, cerca de Piñero. En febrero del año pasado el célebre ladrón de autos fue apresado en Córdoba, después de que arrojara a un lago un I-Phone 8 que pudo ser recuperado.
Alvarado fue acusado de comandar una asociación ilícita que producía actos violentos y mantenía una trama de empresas a partir de actividades delictivas, entre ellas el narcotráfico, con al menos diez personas a su mando. Tras una pericia a su celular en Estados Unidos se detectaron maniobras, ejecutadas con complicidad de policías ubicados en el núcleo de la investigación, para desviar las sospechas hacia la banda de Los Monos como autores del crimen de Maldonado.
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Para eso fue necesario plantar pruebas. Esa es la tarea que fue reprochada tanto a Martín Rey como a su hermano Marcelo Rey, quien aceptó pena en un abreviado en septiembre pasado. Los dos habían sido detenidos en junio de 2019. En el caso de Martín, ayer aceptó su responsabilidad por tres actos concretos. El primero fue tras el atentado a balazos la casa de una profesional que investigaba el crimen de Maldonado, cometido el 31 de enero de 2019.
Según la investigación, Alvarado ideó un plan para que los tiradores se trasladaran en moto y luego subieran a un Volkswagen Up idéntico al que usaba Rodrigo Ortigala _quien fuera cercano a Alvarado y luego colaboró con la investigación_ a fin de dirigir las sospechas contra él. El auto fue captado por cámaras. La tarea de Rey fue introducir en un informe la patente del vehículo de Ortigala, supuestamente aportada por informantes, “a sabiendas de que era un dato falso”.
La segunda colaboración consistió en haber indicado a los fiscales a cargo de la pesquisa que Leandro Olivera, un hombre de Los Monos por entonces prófugo, estaba escondido en una casa de Pueblo Esther con un grupo de colombianos y que estos serían los autores de los atentados al Centro de Justicia Penal y a los Tribunales cometidos en diciembre de 2018. Esto ocurrió, según el acuerdo, “a sabiendas de que eso no era verdadero y con la intención de desviar la investigación hacia personas relacionadas con la familia Cantero”.
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Por último, le reprocharon haber participado de un allanamiento del 20 de abril de 2019 en la calle Rivero al 5200 para instalar un teléfono con mensajes que luego serían analizados por los fiscales. Los mensajes intentaban volcar hacia Ortigala y Olivera la investigación por el homicidio de Maldonado y una serie de atentados a edificios y funcionarios. “Todo ello lo llevó a cabo en su rol de proveedor de impunidad de la asociación ilícita”, dice el abreviado, donde se explica paso a paso la “maniobra distractiva” ideada por Alvarado para dar consistencia a su coartada.
Rey es el quinto condenado en un procedimiento abreviado como miembro de la banda de Alvarado. El primero fue Pablo Báncora, que en noviembre del año pasado acordó un año de prisión. En mayo de este año fue el turno de Cristian “Chamuyo” Di Franco, que aceptó una pena de tres años, al igual que Luis Quevertoque y Marcelo Rey.