El lunes por la noche algunos vecinos de De La Salle al 5800 vieron con precisión el momento del asesinato de Miguel Ángel Ramírez, de 31 años. La víctima manejaba su auto por esa calle cuando otro vehículo se le puso a la par hasta hacerlo impactar contra una columna y dejarlo encerrado. De inmediato, una ráfaga de disparos acabó con la vida de "Peladito", como le decían a Ramírez sus allegados. Junto a él iba una mujer que recibió algunos balazos y quedó internada. Con este crimen en Empalme Graneros, sumado a los barrios Larrea y Ludueña, ya son 29 los homicidios en ese sector del noroeste rosarino, escenario de una disputa vinculada al narcomenudeo en la que también entraría este último hecho.
Cerca de las 21.30 del lunes, Miguel Alejandro Ramírez iba en su Volkswagen Fox gris junto a Juliana Elisabet M., de 30 años, por De La Salle al 5800 en dirección al este. Para esa hora, todavía había algunos vecinos en la calle y fueron ellos quienes vieron la secuencia. Pasando mitad de cuadra apareció un auto, color gris oscuro según los testigos, que se puso a la par del Fox y comenzó a encerrarlo. Ramírez no pudo escapar y su recorrida se detuvo cuando chocó contra un poste de madera que le rompió el costado izquierdo del auto. Casi en simultáneo, desde el otro vehículo abrieron fuego.
"Lo encerró hasta que chocó la columna y le empezó a tirar, tirar, tirar, tirar", contó un vecino a La Capital este martes, imitando el gesto de los tiros para dar cuenta de la intensidad de la secuencia. Todos los disparos entraron por el lado del acompañante pero la mayoría de los balazos fueron para Ramírez. Para ese entonces, los pocos testigos ya se habían refugiado. "Estaba justo ahí yo, sabés cómo me metí corriendo a la casa del vecino", agregó el mismo joven.
En cuestión de segundos, las víctimas quedaron solas en la escena del crimen y, con los homicidas ya fugados, al rato empezaron a llegar vecinos que rodearon el auto y vieron al conductor muerto y su compañera herida de gravedad. Cuando los médicos llegaron confirmaron el deceso de Ramírez y trasladaron a la mujer al Hospital Centenario, donde quedó internada con dos heridas de bala: una en el pecho y otra en una rodilla. En el lugar del hecho el gabinete criminalístico de la AIC realizó las primeras tareas de la investigación que quedó a cargo de la fiscal Georgina Pairola.
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Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Quién era Peladito
Después del crimen, además de los vecinos más cercanos al lugar del hecho, comenzaron a aparecer personas que dijeron ser familiares de la víctima. Entonces aquellos que habían visto la secuencia del crimen, pero no se habían animado a acercarse al auto por la impresión de ver un cadáver, supieron que se trataba de "Peladito".
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Los vecinos dijeron que "Peladito" se dedicaba a vender drogas en la zona de Larrea y French, donde aseguraron que había vivido y hoy viven sus familiares. Es algo que coincide con lo que los allegados de la víctima aportaron a la policía: que el joven no vivía en el barrio y que había ido a visitarlos.
En Larrea y French, a solo cuatro cuadras de donde ocurrió el crimen, un muchacho que fumaba un cigarro en la puerta de su casa dijo no saber nada de un tal Miguel Ramírez. Aunque después cayó en la cuenta de quién se trataba cuando el apodo Peladito apareció en la conversación. Entonces confirmó que se trataba de un vendedor de drogas en la zona.
"El loco vendía. Estos son todos narcos pero no sirven para nada. Venden para ellos, para drogarse, pero no son nadie", sostuvo el muchacho. Luego, tan solo con un comentario, dio contexto al crimen: "Otra cosa es Francisco, que está en otro mambo, está con una de las bandas".
Se refería a Fran Riquelme, actualmente preso por balear a una de las testigos principales en la causa contra Esteban Alvarado, líder narco al que este joven de Empalme Graneros respondería como encargado del comercio de drogas en parte del noroeste rosarino. Desde hace meses, en las calles de Empalme Graneros, Ludueña y Larrea se habla de una disputa entre la facción de Riquelme y la que comandaban Mauro Gerez y Cristian "Larva" Fernández, vinculados a "Los Monos". El primero fue detenido e imputado a principios de junio como miembro de una asociación ilícita dedicada a cometer balaceras, mientras que Fernández fue asesinado en abril pasado en el marco de esta misma saga.