¿Cómo se hace un club nuevo? La pregunta del personaje de Ricardo Darín al final del filme “Luna de Avellaneda” podría ser el disparador del renacimiento del Club Sportivo Servando Bayo, motorizado por un grupo de ex socios y socias que hace un tiempo volvieron al primer amor del barrio para hacerlo resurgir de sus cenizas.
Y como muestra de ese trabajo, la tradicional institución de barrio Echesortu inicia sus actividades en “El Cepeda”, su remodelada cancha de básquet, con el estreno de su flamante piso de parquet y su tablero electrónico que le permitirá jugar como locales. Lo hace hoy, desde las 18, en un evento inédito en Argentina, con la llegada de la Academia Internacional de Básquet S Tech, que estará a cargo del reconocido entrenador y formador local Gustavo Ténembaum.
Consultado por Ovación sobre la génesis de esta historia, el secretario Ariel Bouhier recuerda: “Me volví a acercar a fines de 2014 tras el fallecimiento de don (José) Panuncio”, uno de los responsables de que el club no terminara en manos de constructoras o inmobiliarias que le dieran otro futuro al lugar, como pasó con muchos clubes de barrio tal cual muestra la película de Juan José Campanella.
“Me llamó el entonces presidente Ernesto Sturla y no pude negarme. Soy de acá, nací a la vuelta”. Y como si fuera poco agregó emocionado, “este salón lleva el nombre de mi abuelo, Oscar, presidente del club por largo tiempo”.
La institución, fundada el 8 de mayo de 1929, es un ícono del barrio y fue señera en la ciudad por, además de su tarea deportiva, organizar bailes y espectáculos por décadas, con estrellas que iban desde Sandro y Palito Ortega hasta Los Palmeras.
Pero las sucesivas crisis económicas la fueron jaqueando y entonces fue cuando varios socios de otrora criados en el club y convocados por Bouhier pusieron manos a la obra para levantarlo y llegar a este auspicioso presente. “Tras el llamado no pude contener la emoción e hice un asado con los 30 o 40 conocidos de años en el club y cada uno se comprometió a ayudar dentro de sus posibilidades. Pusimos $100 cada uno, un poco a manera simbólica aunque también fue nuestro primer aporte económico para el renacimiento, junto a la pasión y el trabajo de todo este tiempo de allegados y la comisión directiva presidida por Ángel Cano. Además nos asociamos y comenzamos el registro de socios, que hoy son casi 300, más los pibes becados del barrio que no pueden pagar la cuota”, explicó.
El dirigente cuenta que se plantearon conseguir subsidios pero se encontraron con la traba de que debían tramitar la Personería Jurídica. “Nuestra primera obra fue un playón deportivo al aire libre, en el Centro de Educación Física Nº 6 Pedro Candioti, que funciona en el club hace 50 años, con alumnos de escuelas de la zona. Con eso arrancó el básquet, el mini y la reserva B, que fue campeona el primer año, jugando siempre de visitante al no poder hacerlo de local. Luego sumamos gimnasia artística, tela, patín, tenis de mesa, zumba, malambo, casín y el gimnasio. También alquilamos el salón de fiestas para 200 invitados. Obtuvimos la Personería en 2018 gracias a la Dirección Municipal de Clubes y en enero de 2019 recibimos $1.195.000 del Plan Abre de la provincia e hicimos el techo parabólico en la cancha de básquet”, detalló Bouhier.
La frutilla de la torta merece un capítulo aparte, que bien podría agregarse a un guión cinematográfico. Bouhier se entusiasma contando que a través de Facebook se contactó otro exsocio conocido de pibe, Carlos Daniel Gorosito, exjugador y uno de los DT más importantes del baloncesto femenino de Ecuador, quien por 35 años guió a más de 25 planteles, entre clubes y selecciones, y salió campeón de América con el combinado ecuatoriano. “Hablamos sin poder dejar de llorar y me dio su apoyo con sus relaciones. Así nos contactó con la firma Topper, a la que le enviamos nuestro proyecto y gracias a su ayuda económica pudimos plasmar este sueño de tener la cancha para ser locales. Sportivo América renovó su piso y nos dio el que tenía, que se pulió y colocó a nuevo. En tanto, las jirafas las regaló la Unión Sionista Argentina de Rosario (Usar) y los tableros los donó Náutico Sportivo Avellaneda, los reparamos y pusimos a punto”, cerró un optimista Bouhier que insiste, “ahora queremos ir por la pileta”.
S Tech Academy
“Se trata de una academia de perfeccionamiento y capacitación para jugadores y jugadoras de 9 a 20 años, en la que trabajarán fundamentos básicos, complejos y destreza individual. Además tendrá el aporte de nutricionistas, médicos deportólogos y psicología aplicada al deporte”, explicó Ténembaum. “La Academia, presidida por Jorge Mauro, dirige sus actividades desde sus centros en Madrid y Dubai, tiene 17 sedes en distintas partes del mundo, y ahora en Rosario está la 18ª”, destacó sobre la actividad que se repetirá los sábados en “El Cepeda”.