Matías Orihuela es un caso particular. En casi dos años jugó apenas tres partidos y cada vez que le tocó no se notó la larga inactividad. “Confío en mí. Ese es mi motor para entrar a una cancha”, manifestó el lateral izquierdo sobre el aplomo con el que jugó el sábado frente a Talleres, en el que redondeó una de las mejores actuaciones del equipo. Reemplazante del lesionado Mariano Bíttolo, el defensor se propone demostrar partido a partido que “está a la altura” de un club como Newell’s. A pocas semanas de estar a punto de rescindir el contrato con el club del Parque, el cordobés de 30 años se encontró con una nueva chance y la quiere aprovechar.
Contra Talleres jugaste como si tuvieses una gran confianza en vos, ¿fue así?
Claro que confío en mí. Ese es mi motor para entrar a una cancha. A veces las oportunidades tardan más, otras menos, pero lo que nunca hay que perder es la confianza en uno mismo. Con esa misma fe entreno desde el primer día que llegué y mantengo la ilusión que tengo desde aquella vez que decidí volver de Grecia cuando me llamaron de acá.
¿Por qué pensás que te acomodaste tan rápido al equipo habiendo estado tanto tiempo sin jugar?
El apoyo de la gente del club que está en el día a día fue fundamental. Mis compañeros son un lujo. Soy un privilegiado de integrar un grupo así. Desde los más experimentados hasta los más jóvenes. Además el cuerpo técnico siempre estuvo encima mío, aún sin tener la chance de jugar. Ellos, junto a los dirigentes apostaron por mí al renovarme el contrato habiendo tenido poca participación. Eso es una cuota de confianza grandísima, que la valoro mucho.
Tu primer partido en Newell’s fue contra Racing en febrero de 2020, nueve meses después del último que habías jugado en Grecia. Y ahora volviste contra Boca, tras un año, ¿dudabas de lo que podías dar?
Si dudara me dedico a otra cosa (risas). Te repito, la oportunidad demoró porque había un compañero como el Tano (Bíttolo) que estaba haciendo bien las cosas. Ahora se me abrió un lugar y quiero devolver toda esa confianza que me brindaron en este tiempo.
No debe ser fácil para un futbolista estar tanto sin jugar, si bien sabés que otros pueden andar mejor y hay que mantener la paciencia
No solo la paciencia. Es valorar también este club maravilloso. Todo el mundo hace un sacrificio enorme. La energía de todos siempre se mantuvo en alto, pese los problemas de pandemia y demás. Acá tenemos mucha gente pendiente del día a día, pensando que no nos falte nada. También, como decía antes, el apoyo de los experimentados. Es saber esperar el momento, pero con la ventaja de vivir el día a día en este club grandioso.
Estuviste a punto de rescindir y de pronto te quedaste y te tocó jugar, ¿el fútbol tiene esta clase de sorpresas?
Sí. Tenía una posibilidad del exterior. Pero a último momento, charlando con el técnico (Frank Kudelka) y el director deportivo (Sebastián Peratta) creímos que lo más conveniente era que me quedara. Y en una semana pasó todo esto.
¿Tenías pensado irte para tener más chances?
Nunca estuve tanto sin jugar y no me gusta quedarme en una zona de confort. Pero cómo te decía antes, charlando con Kudelka y Peratta y con mis compañeros, opté por darme una chance más. Newell’s es un club fantástico y ojalá puedan haber muchos capítulos más para mí.
¿Qué sensación tuviste el sábado cuando pateaste y la pelota dio en el palo?
Estaba casi a punto de gritarlo. El loco Alexis (Rodríguez) me vio justo que entraba y me quedó para definirla. Una lástima. Pero no va a faltar oportunidad. Estoy seguro.
Apareciste como un rayo en esa entrada, ¿venías siguiendo la jugada y viste que te podía llegar?
Con Alexis me entiendo muy bien. Sé que tiene buen panorama y cuando controló el pase, sabía que me podía buscar porque no es egoísta.
Defensivamente no perdiste la posición, ¿compartís que fue así?
Mi tarea como defensor primero es eso, defender. Después está claro que me encanta proyectarme y llegar por sorpresa para definir o habilitar a algún compañero. Ser opción abriendo la cancha por mi lado.
¿Hubo algo en particular que te dejó con bronca por no haber podido ganar?
Prefiero quedarme con lo positivo. Siempre hay cosas para corregir, pero creo que hicimos un gran partido, de mucho sacrificio. Si hubo alguien que mereció ganar fuimos nosotros, claramente. Y allá en Córdoba no es fácil. Talleres es un equipo muy automatizado y nosotros le manejamos los tiempos.
¿Cómo viste al equipo?
En crecimiento. Nos estamos conociendo. Pensá que algunos refuerzos terminaron de llegar esta semana. No debe ser fácil para el cuerpo técnico y tampoco lo es para nosotros. Creo que se noto que estamos en alza. Y así vamos a seguir. Aún hay compañeros para recuperarse. No nos jugaron una buena pasada las lesiones en este tiempo.
¿El empate los dejó conformes?
Conformes por la actitud. Pero no por el resultado. Creo que si lo ganábamos hubiera sido lo más justo. No pasamos grandes sobresaltos aún habiendo quedado con uno menos. Inclusive teniendo uno menos pudimos ganarlo en dos contras. El equipo va a ir de menos a más. Sé que no es fácil pedirle paciencia al hincha, pero recién todos los equipos se están armando.
Ahora que tenés la chance de jugar, ¿cuál es tu desafío?
El de seguir demostrando partido a partido que estoy a la altura. Brindarme por esta camiseta que es un lujo poder vestir y que el equipo siga creciendo porque tenemos un grupo hermoso del que estoy orgulloso de ser parte. Ojalá me pueda ir consolidando cada vez más.