No avanza, los resultados son pobres y lo mejor que le puede pasar a Central es que llegue el final lo antes posible. No tiene en vista el horizonte, luce extraviado y Carlos Tevez se desconcierta. Lo que sí tiene en claro el DT es que la gente necesita claridad a la hora de las palabras y lo que expresa tiene en general aceptación. Pero no es suficiente para lo que significa el canalla, hoy ubicado en el puesto 22 de la tabla de posiciones.
El fútbol es y serán resultados como primera medida. Después estará el cómo conseguirlo. El exitismo prevalece sobre todo y Central tiene por momentos presentaciones aceptables, pero no gana. Y eso es algo letal a la hora de los análisis. Porque los números son débiles y reflejan una realidad jamás pensada por la dirigencia.
El Apache lleva 19 partidos al frente del equipo en la Liga Profesional, donde ganó cinco, empató siete y cayó en siete ocasiones. Encima, lleva cinco encuentros consecutivos sin poder vencer. Cuando esto sucede, la paciencia se reduce, la exigencia se multiplica y el reclamo se intensifica.
Tevez tiene su cuota de responsabilidad como DT y la asume, como también la tiene en mayor proporción la dirigencia con el armado de un plantel que no fue tal. Al menos para las pretensiones iniciales de protagonismo en el campeonato. La realidad marca que Central -sobre todo- tiene que mirar la tabla del promedio con el fin de engrosarlo para el futuro.
A esta altura ya ningún cambio de mando serviría y Tevez se debe mantener al frente. De hecho es lo que tiene pensado y este lunes por la noche ratificó su permanencia hasta el final del torneo. “Yo estoy bien. Es complicado mantenerse fresco. Pero di mi palabra de que me iba a quedar con estos chicos y acá estoy, poniendo el pecho”, sostuvo durante la conferencia de prensa en una noche con un Gigante colmado.
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Del futuro nadie lo sabe y todo dependería de las elecciones, un tema latente y con dimes y diretes que llenan de confusión al socio y donde aún no está en duda cuándo se harán las elecciones. Lo concreto es que el Apache, salvo que surja una situación insalvable, se mantendrá al frente del equipo hasta el final del torneo. Después todo dependerá de lo que suceda en las elecciones y, también, de lo que pretenda el propio Tevez.