No existe ninguna certeza sobre cuál será el nueve de Mariano Soso en la temporada 2025. El entrenador de Newell's habló de la preferencia de un centrodelantero que se involucre en la generación de ataque. Ninguno de los que tiene lo hace. Ni Juan Manuel García ni Juan Ignacio Ramírez.
Para el encuentro frente a Boca de este domingo, el entrenador se inclinará por el Colo Ramírez, que no fue titular en los últimos siete partidos.
Así tendrá una nueva oportunidad la mayor inversión del club de la temporada, que comenzó el año con goles y lo está cerrando con muy poco protagonismo.
Juanchón García se recuperó de la distensión que le impidió jugar contra Atlético Tucumán, pero estará en el banco. Su reemplazante la fecha anterior, Giovani Chiaverano, no se adaptó al puesto de nueve y entonces dejará el equipo para que ingrese Ramírez.
El Colo Ramírez, margen reducido
El futuro del atacante uruguayo es una incógnita. No hay que descartar que se vaya. Todavía tiene un margen para justificar para qué se lo trajo. Que es para hacer goles. Lo que consiguió muy poco en la Liga Profesional. Apenas tres veces. Su declive fue pronunciado en comparación con la efectividad que tuvo en la Copa de la Liga, señalando 8 tantos.
Su bajo nivel fue una constante durante el torneo. Pese a todo se mantuvo de titular hasta el día de la caída con Godoy Cruz (0-2) en Mendoza. Luego, Ricardo Lunari decidió llevarlo al banco frente a Sarmiento (1-1), siendo Juanchón García el nueve. El uruguayo ni siquiera ingresó un minuto.
Entró, desde el banco, en las dos fechas siguientes, frente Unión (0-2) en Santa Fe y Huracán (2-4) en el Coloso. Ante el Globito señaló su último gol. Y recibió la quinta tarjeta amarilla.
>> Leer más: Con el estímulo de vencer a Boca
Por suspensión faltó frente a Gimnasia (0-1) en La Plata, resultado que llevó a que Lunari fuese dejado cesante.
Nuevamente, el Colo Ramírez fue al banco ante Central Córdoba (2-3) e Independiente (2-1), ambos en el Parque, y Atlético Tucuman (0-0), de visitante. En todos entró en la 2ª etapa. Su incidencia fue mínima. Eso sí, le cometieron un penal en Tucumán, no sancionado.
De los gritos seguidos de gol a este presente en la que juega poco y festeja menos. Ramírez sabe cómo debe pagar la deuda.