Es un día común en la sede social de Club Atlético Central Córdoba, en calle San Martín al 3200. A cinco metros de la puerta de ingreso, Héctor y Arnoldo están tomando un café mientras se ocupan de recibir a los que llegan y saludar a los que se van. Héctor Gala es el portero del edificio y es conocido por su atención permanente a todo lo que sucede. Arnoldo Giaccone es miembro de la Comisión Directiva y lleva cuarenta años en el club al que llegó para jugar pelota paleta.
Ambos coinciden: "Central Córdoba es mucho más que fútbol", es que, además de su valiosa historia futbolística, el club posee grandes logros en otras disciplinas que han marcado una identidad colectiva palpable a simple vista. Además de jugar en Primera C del fútbol argentino y en categorías inferiores, el Charrúa participa en ligas y torneos de Voley, Futsal Masculino, Futsal Femenino, Handball, Kenpō, pelota paleta, patín y natación.
"Pueden dar vuelta el país patas para arriba, pero en ningún lado van a encontrar una cancha de paleta como la que tiene Central Córdoba. Por aquí pasaron Fausto González y Santos Belluzzo, dos primera categoría, el segundo fue campeón mundial", se jacta Giaccone y agrega: "Después del fútbol, el segundo deporte glorioso del club es la paleta".
La sede social tiene además una piscina climatizada con vestuarios renovados, una cancha de futsal que se está remodelando, una pista de patín donde también se practican handball y voley. El buffet luce impecable y se complementa con un patio cervecero y una feria de productos artesanales. La vida deportiva de la sede se mezcla con la vida social y cultural del barrio.
Un poco más de mil seiscientas personas están asociadas al club. "Todavía estamos lejos de las épocas de oro en las que había más de quince mil. Hace cinco años, cuando nos hicimos cargo de la Comisión, recibimos el club con doscientos socios y no alcanzaba ni para comprar velas. Habían hecho un desastre", cuenta Giaccone y destaca el trabajo de recuperación que se viene realizando en todos los espacios.
La actual Comisión Directiva hace frente a una enorme cantidad de juicios producto de acciones de anteriores gestiones. "Cuando pasó lo peor, empezamos a recuperar el club y con esto se reactivaron juicios que estaban detenidos por el amedrentamiento que provocaban los anteriores responsables del club. La situación actual es compleja, pero nos estamos recuperando", comenta Giaccone.
Un sueño obrero
El 20 de octubre de 1906 nació el "Córdoba and Rosario Railway Athletic Club". Eran los años de expansión ferroviaria en todo el país, y en Rosario, en el actual barrio Tablada, los obreros del ferrocarril se organizaban para darle vida al sueño del club propio. En castellano los hinchas lo llamaban Ferrocarril Córdoba y Rosario, y unos años después fijaron su nombre definitivo: Club Atlético Central Córdoba.
Su primera cancha se instaló en el cruce de las calles Boulevard Argentino (hoy Boulevard 27 de febrero) y 25 de diciembre (hoy Juan Manuel de Rosas). Luego, la cancha se trasladó a la intersección de las calles Viamonte y Ocampo. Finalmente, se ubicó el estadio en Virasoro y Juan Manuel de Rosas, donde está actualmente. Su estadio lleva el nombre de Gabino Sosa y tiene una capacidad de alrededor de dieciocho mil personas.
En la década '30, con Gabino Sosa como jugador, el club creció notablemente. En la sede había canchas de bochas, billares, buffet y un salón para los corsos del carnaval. El club sumó otros deportes y actividades en esos años iniciales del profesionalismo y de la incorporación a la Asociación Argentina de Fútbol (actual AFA). En 1934, Central Córdoba gana la copa Beccar Varela. Jugó la final contra Racing en cancha de River y el partido se terminó antes: la hinchada de Racing impidió que se pateara un penal faltando dos minutos y con el tanteador empatado.
También jugó el campeonato del Litoral de 1939, torneo que ganó Central Córdoba 2-1 ante Unión de Santa Fe. Jugó en la máxima categoría por espacio de dos años en los años 1958 y en 1959. Tuvo otras oportunidades de ascender, en 1974, 1993 y 1996.
La denominación de "charrúas" nace allá por 1911 cuando el periodista Alejandro Berrutti tuvo una polémica con Claro Arturo Charra, representante de Ferrocarril Córdoba y Rosario en la liga. Tras el altercado, en una nota de la revista satírica La Nota, el periodista lo convirtió a Charra en charrúa, expresión que quedó como apodo del club.
El mito que va a la cancha
"Hay uno que mira el partido con los ojos vidriosos. Se cuenta sobre los ojos acristalados por las lágrimas de ese que mira los partidos desde la tribuna. Ese uno entre todos, mira el partido y es una leyenda viviente. Lideró el equipo rosarino que le ganó a la Selección Argentina en el '74; hacía caños de ida y vuelta; era desgarbado, irresponsablemente sutil. Es ese del que dicen que mira el partido especialmente, con los ojos vidriosos sentado en la tribuna", así describe Lucas Paulinovich en "Hechos de Barrio" a Tomás Felipe Carlovich, alias el Trinche. Nació en abril de 1948 en Rosario, jugó 236 partidos en Central Córdoba y pasó por Flandria, Independiente Rivadavia de Mendoza, Deportivo Maipú y Colón. En el '73 ganó el torneo de Primera C. En el '82, el octogonal para ascender a la Primera B.
Para Giaccone, "hubo grandes personas en la historia del club, de Gabino Sosa en adelante, pero tenemos un ídolo viviente que es Trinche. Si querés conocerlo, solo tenés que ir a la cancha cuando jugamos de local". Figuras como Diego Maradona, José Pekerman, César Luis Menotti y Carlos Timoteo Griguol lo mencionan como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol argentino.
"Yo siempre jugué igual, con las mismas ganas. A lo mejor ir a Francia o al Cosmos, posibilidades que tuve en su momento, me hubiera cambiado la vida. Para mí, jugar en Central Córdoba fue como jugar en el Real Madrid", dijo Carlovich en una de las tantas entrevistas que dio.
Las chicas pisan fuerte
Roberto Gasco y Juan Carlos Catalano conforman el cuerpo técnico de Primera División y sub-16 de futsal femenino de Central Córdoba. Hace dos años están al frente de uno de los proyectos que más crece en el club. "Empezamos a competir en la primera división de AROFUSA, y también participamos con la sub-16. Tenemos veinticuatro chicas jugando en ambos equipos, con un promedio de edad que debe estar en 17 años", comenta Gasco.
Un equipo joven que está ganando terreno. "Nos ganan con la experiencia. Enfrentar a Central, que fue tres veces campeón y tiene más de seis años de experiencia con el mismo equipo, el primer partido perdimos por ocho goles de diferencia, pero el último terminamos perdiendo 2 a 1", dice Gasco. Los entrenamientos son intensos y a todos acuden familiares y amigos de las jugadoras.
"El fútbol femenino en general se está incorporando en todos lados, hay un auge. Nosotros vemos esto con mucho entusiasmo y también lo vemos en el progreso de nuestro equipo", agrega Catalano. Dos jugadoras del Charrúa, de 14 y 12 años, estuvieron citadas para la Selección Nacional de Futsal. A la par de las chicas, las categorías masculinas de futsal del club también se destacan por su crecimiento en los últimos años.
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