Ni la cumbia rosarina de "La Vanidosa" que promociona a Pablo Javkin pudo contagiar entusiasmo a la campaña electoral. Y hay más pronósticos que certezas. Lo más probable es que muchos candidatos tengan menos votos de los que imaginan.
Por Daniel Abba
Ni la cumbia rosarina de "La Vanidosa" que promociona a Pablo Javkin pudo contagiar entusiasmo a la campaña electoral. Y hay más pronósticos que certezas. Lo más probable es que muchos candidatos tengan menos votos de los que imaginan.
—"Nena, ¿cuándo se vota?", le preguntó dándole un golpe de realidad una señora de barrio a una candidata a concejal.
—"Dame la boleta y te voto", le prometió seducida por sus promesas, aunque cuando le recordaron que para concejal no puede llevar el voto, dijo que no sabía si iba a ir.
Así de complicado está sondear la conducta de los ciudadanos. No es suficiente lo que la gente dice que va a hacer.
Los especialistas en sondeos de opinión suelen utilizar una trampa para conocer si en el marco de una encuesta, las respuestas de la gente son auténticas. La primera pregunta es espontánea, o sea, del tipo ¿sabe a quien va a votar? (Una digresión: en algunos barrios de Rosario cuando se preguntó así, muchas respuestas fueron "a Cristina", lo cual no es posible porque es candidata en Buenos Aires).
En la segunda pregunta, ya con los nombres de algunos candidatos, intercalan a un desconocido que ni siquiera existe. Y le aclaran además que es un "famoso actor de telenovela". Cuando esta opción es elegida, sirve para detectar que las respuestas fueron para conformar. Muchas veces, este falso candidato famoso suele llevarse casi la mitad de las preferencias.
Es improbable que las encuestas que se manejan sobre estas internas en Rosario y la provincia hayan contemplado este tipo de cuestiones. Tal vez eso explique la diversidad de datos que andan dando vueltas.
—"¿Tenés encuestas?", se suele preguntar en el ambiente político. "Sí, ¿quién querés que gane?", podría ser la respuesta.
Anita, Roberto y Pablo
De todos modos, hay un patrón común en casi todas. El trío más votado en Rosario es el que componen, por distintos partidos, Pablo Javkin (compite en su interna con Sebastián Chale), Roberto Sukerman (se mide dentro del justicialismo con otros cuatro candidatos, de los cuales el que más mide es Fernando "Chino" Rosúa), y Anita Martínez (quien dirime con Roy López Molina una de las dos internas más calientes de estos comicios).
Las tablas estadísticas que se han mostrado los ubican con poca diferencia entre sí, en una lectura general de candidatos. Y el orden de quién es primero, segundo o tercero, suele variar, según quien muestre los datos.
Fuera de este primer bloque, aparece -más despegado- un segundo pelotón encabezado por Daniela León, quien además de su conocimiento como presidenta del Concejo viene haciendo un trabajo de hormiga por los barrios, y Martín Rosúa, que ha realizado una profusa campaña y se planteó estas elecciones como una prueba de regularidad que termina en octubre.
Eduardo Trasante (por Ciudad Futura), Mario Perichón (por los adultos mayores), el doctor Carlos Cossia (que se propone ser la voz de los animales) y hasta alguno de los candidatos de la izquierda completan ese grupo de aspirantes con pretensiones. Y hasta hay lugar para algún tapado.
Las incógnitas para diputados
A nivel provincial, para diputados nacionales, al candidato de Cambiemos sólo le servirán estas Paso para saber dónde está parado. Muchos sostienen que podría ganar la elección, no tanto por su conocimiento (de hecho es de los menos conocidos) sino por pertenecer al partido del gobierno nacional. Quienes le auguran una mala noche dicen que habrá que medir cuántos votos le saca Jorge Boasso, que aunque vio frustrada la posibilidad de ir a una interna por Cambiemos, logró inscribirse por otro frente y, en la práctica, para el electorado podría ser una opción que le reste a la otra boleta amarilla oficial. Y ese puede ser otro cantar.
Al socialismo le preocupa más la comparación con Cambiemos que la interna, donde el ministro Luis Contigiani parece ganar cómodo frente a María Eugenia Schmuck.
Distinta es la situación en el justicialismo, donde Agustín Rossi y Alejandra Rodenas tendrán la otra competencia fuerte de estas internas santafesinas. Los seguidores del kirchnerismo sostienen que el voto duro de adhesión a Cristina que tiene el Chivo tal vez le impida ganar una elección general, pero a nivel partidario le alcanza para imponerse. El resto del PJ santafesino, que promete jugar para Rodenas, dice que su candidata en menos de un mes empezó a preocupar al socialismo y a Cambiemos, porque ven que si gana ahora puede complicar a todos en la general.
En esta competencia se sabrá finalmente qué rol juegan los intendentes y presidentes de comuna que, impulsados por los senadores del PJ, tendrán que dar cuenta de los votos obtenidos en sus localidades.
Pobres los intendentes. Si no tienen un presente tranquilo, el futuro será peor. El propio gobernador Miguel Lifschitz les dijo a los suyos que hasta ahora se sembró en todas las localidades, pero que según sea la cosecha de votos, se verá dónde se volverá a sembrar durante los próximos dos años.
Si se toman en cuenta todos los cálculos, para cumplir con tantos pronósticos, harían falta más electores de los que están anotados. O serán varios los candidatos que van a tener menos votos de los que imaginan.
Por Andrés Abramowski