Las autoridades del club roldanense Atlético Defensores de Sportsman iniciarán acciones legales tras haber sufrido gran cantidad de destrozos durante la madrugada del primero de enero. En las primeras horas del año, unos 600 jóvenes se dieron cita en la puerta del predio: habían pagado entre 5 mil y 6 mil pesos la entrada para una supuesta fiesta que se iba a realizar en el predio, pero todo era una estafa. Al encontrar que no había nadie en el lugar, algunos de los estafados reaccionaron violentamente y generaron destrozos en el club, al cual ingresaron por un hueco en el alambrado. Dos de los presuntos organizadores ya fueron identificados.
Integrantes del Comando Radioeléctrico y personal de la Guardia Urbana de Roldán actuaron este lunes, durante la madrugada, en el Club Atlético Defensores de Sportsman, ubicado en el predio del Tierra de Sueños 1. Los estafados se habían enterado de la supuesta fiesta por redes sociales y habían pagado sus entradas para poder participar. Al tratarse de una fiesta ilegal, la ubicación fue revelada a los interesados recién unas horas antes del encuentro. Los organizadores señalaban como lugar de cita el club roldanense. Sin embargo, al llegar al lugar, no había nadie ni estaba organizado el espacio para una celebración.
Al darse cuenta de que habían sido estafados, muchos jóvenes comenzaron a realizar destrozos hasta que agentes de seguridad lograron frenarlos. Desde el club argumentan que jamás les llegó información sobre la realización de este evento.
En este marco, la presidenta del club Romina Ronconi confirmó a La Capital que, junto con la apoderada del predio, se reunieron con los abogados de la institución para delinear los pasos a seguir.
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Los organizadores, uno de ellos identificado como Tomás M., publicaban invitaciones de una “Z Fest”, una fiesta exclusiva a la cual había que pagar la entrada a través de un link de pago, con tickets de $5000 y $6000, para luego obtener la dirección del evento a través de un mensaje de WhatsApp.
La mayoría de los asistentes a la fiesta “Z Fest” provenían de la localidad de Funes y de Fisherton. Según declararon algunos de los jóvenes, el lugar del encuentro era en las inmediaciones del predio del club. Al no encontrar ni luces encendidas ni música, algunos comenzaron a entrar por un agujero en el tejido de la valla que rodeaba al lugar.
Algunos de los estafados comenzaron a reclamar el reintegro de su dinero: “Quiero que me devuelvan mi plata”, comenzaron a vociferar algunas de las personas, al tiempo que otras comenzaron a destruir el mobiliario del lugar. También rompieron focos de la luminaria pública. Se estima que los organizadores obtuvieron más de tres millones de pesos sólo con la venta de las entradas para la no fiesta.
Los ruidos y el inusual amontonamiento de gente hizo que los vecinos llamaran al 911 para denunciar lo que estaba pasando. Cerca de las cuatro de la mañana, la policía desalojó de manera pacífica la convocatoria y tomó declaración a quienes se percibieron como estafados, dando cuenta de la identidad de los dos supuestos organizadores. Aportaron datos sobre estas dos personas a la fiscalía.
Vecinos que fueron testigos de lo ocurrido observaron que, al momento de desarticular la fiesta, muchos de los estafados fueron retirados por autos de alta gama que comenzaron a llegar al lugar. Los restantes fueron acompañados por las autoridades hasta la ruta A012 para que, desde allí, volvieran a sus domicilios.