Al parecer, el oficialismo ya cuenta con todos los votos para que el Concejo apruebe, en la sesión de este jueves, una modificación de la normativa para los barrios Fisherton, Aldea, San Eduardo y Hostal del Sol.
En construcción. Los condominios son parte de la polémica.
Al parecer, el oficialismo ya cuenta con todos los votos para que el Concejo apruebe, en la sesión de este jueves, una modificación de la normativa para los barrios Fisherton, Aldea, San Eduardo y Hostal del Sol.
La propuesta oficial busca que se pueda construir en altura en barrio residenciales, armar corredores gastronómicos, seguir levantando condominios y todo sin prever servicios como agua, luz, cloacas y desagües pluviales, según reclaman con fuerza los vecinos de la zona oeste.
Este anteproyecto se viene discutiendo hace un año y se había demorado justamente por la fuerte oposición de los vecinos que quieren que al menos los concejales tengan en cuenta la gran falencia de servicios que tienen esas zonas.
“En San Eduardo no hay cloacas, la luz se corta a cada rato, el agua potable es escasa, y tampoco hay desagües pluviales”, manifestó la arquitecta María José Semino, quien estudió al detalle el anteproyecto que el Ejecutivo envió al Concejo y que este jueves se aprobaría.
Semino vive en el barrio hace 20 años, "cuando ahí había vacas", y hoy hay una casa al lado de la otra. Según explicó, el anteproyecto que impulsa el Ejecutivo busca “densificar la zona” y se preguntó: “Si ahora, no dan abasto los servicios, ¿cómo vamos a hacer cuando venga más gente a vivir?”.
La angustia y la impotencia es fuerte a estas horas entre los grupos de vecinos que ya presentaron expedientes al Concejo y sucesivos reclamos, pero sienten que no fueron escuchados. "No hay un informe sobre el impacto que tendrán estas construcciones en la zona", se quejaron.
“No estamos en contra de que crezca el barrio, pero ante deberían realizar las obras de infraestructura y por lo que pudimos ver en el anteproyecto no hay ninguna referencia a este tema que es fundamental”, agregó Semino.
Según explicó la vecina, en la reunión del lunes pasado, que mantuvieron los vecinos con la secretaria de Planeamiento de la Municipalidad, Agustina González Cid, y los concejales, “solo se cedió en bajar algunos metros de altura. Pasaron de planta baja y 5 pisos a planta baja y 3 pisos”.
Junto con esto, Semino destacó que no hay obras pluviales tampoco en la zona, por lo cual cuando llueve “cada casa parece una isla porque se inunda todo alrededor, no hay forma de que fluya el agua, se termina absorbiendo a los días”.
Otro punto cuestionado es que las calles internas del barrio San Eduardo son angostas y los vecinos temen que colapse el tránsito y sea imposible circular.
Los habitantes de esas zonas están luchando para que se mantenga la identidad del barrio, ligada a los espacios verdes, al arbolado y a la tranquilidad. Argumentan que pagan impuestos por vivir en zonas diferentes y que se trasladaron a allí justamente por estas características que el municipio quiere cambiar.
Por su parte, los vecinos de Fisherton reclaman, entre otros puntos, “una normativa que promueva el loteo de las parcelas, en espacios de entre 300 y 500 o 1.000 metros cuadrados, según la zona y la infraestructura”, y destacan que “el aumento de las alturas sobre la avenida Eva Perón perjudica a los contrafrentistas”.
Asimismo, se oponen a que se amplíen los sectores comerciales y piden mejorar los servicios en la zona, como el tendido eléctrico, la provisión de agua y las cloacas.
También exigen la pavimentación de algunas calles y la puesta a punto de los pasos a nivel.
Otro de los puntos cuestionados por los vecinos de Aldea fue la decisión, por decreto, de habilitar un corredor gastronómico en una zona donde los vecinos buscan “tranquilidad”.
Concretamente, solicitaron que ni la calle Schweitzer, ni la avenida Real se conviertan en corredores gastronómicos con locales afines, ni se ocupen espacios destinados a estacionamientos para la instalación de food trucks.
En tanto, uno de los vecinos de esa zona comentó que desde Planeamiento prometieron “facilitar un borrador con modificaciones en el anteproyecto teniendo en cuenta las opiniones de la gente. Esperemos que no quede solo en palabras”. Sin embargo, no estarían dando los tiempos ya que el jueves en la sesión los ediles aprobarían sin cambios la polémica normativa.