En las últimas dos décadas las lluvias hicieron retroceder 550 metros la cascada del arroyo Saladillo acercándola cada vez más peligrosamente al puente Molino Blanco, que marca el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Y las últimas lluvias, sobre todo las del pasado fin de semana, profundizaron ese proceso."Si se producen cuatro o cinco episodios como el último, la cascada llega al puente Molino Blanco" (que une Villa Gobernador Gálvez sobre la calle Ayacucho de Rosario y la avenida San Martín de la vecina ciudad). Así lo advirtió el concejal justicialista Lisandro Cavatorta que le dio la bienvenida a la decisión del ministro de Obras Públicas de la provincia, Lisandro Enrico, de retomar las obras de control de la erosión de la cascada, aunque no por eso se dejaron de producir tensiones en relación a cuánto están avanzadas las obras de la primera fase.
Los trabajos fueron abandonados por el Estado nacional, durante el último tramo de la gestión de Alberto Fernández y ahora definitivamente con el inicio de Javier Milei. Eso sí, el edil dejó en claro que el refuerzo del puente "ya está casi completo, reforzado con los pilares de hormigón". Y señaló que "de la primera fase sólo restan obras complementarias y toda la segunda etapa, que es fundamental".
No esperar a la Nación
“En el Saladillo no podemos esperar más a la Nación, desde la provincia reiniciaremos los trabajos paralizados por el gobierno anterior”, había dicho en las últimas horas en ministro de Obras Públicas del gobernador Maximiliano Pullaro, comprometido a retomar los trabajos que habían comenzado con financiación nacional y que así como el Monumento Nacional a la Bandera se encuentra "neutralizada".
"Desde provincia vamos a retomar los trabajos paralizados por el gobierno anterior, porque es un paso clave y hoy están en riesgo”, dijo el funcionario, y detalló que las obras arrastran un gran atraso en los pagos de certificados y redeterminaciones correspondientes a Nación ya desde junio de 2023.
Si bien en los últimos días hubo gestiones ante el secretario de Obras Públicas del Ministerio de Economía de la Nación, Luis Giovine, a través del secretario de Recursos Hídricos del Ministerio de Obras Públicas de la provincia, Nicolás Mijich, Enrico señaló que "mientras se aprueban inversiones para otros fines en diferentes jurisdicciones, desde Nación no se brindan respuestas para las necesidades de los santafesinos como, por ejemplo, esta obra hídrica de vital importancia para la seguridad y bienestar de la población de la zona, y su demora puede ponerla en riesgo”.
Contrapunto con la provincia
El concejal rosarino no dejó de "valorar positivamente" la decisión del gobierno provincial y del ministro Enrico que "toma una obra como esta que es sumamente importante para la ciudad y que necesita financiamiento para lo que queda de la etapa uno y sobre todo la etapa dos, con los proyectos ejecutivos que ya están terminados".
Sin embargo, el edil mantuvo un contrapunto con el ministro al señalar las faltantes en la primera etapa de los trabajos y fundamentalmente el estado del puente Molino Blanco que a diario es transitado por miles de personas y vehículos.
"El puente está más seguro, se colocaron los refuerzos de hormigón y ese trabajo está casi terminado", afirmó Cavatorta, que incluso indicó que de la primera etapa solo resta un 40 por ciento de tareas que "son complementarias".
La contracara es la afirmación de la provincia, que señala que el avance de las tareas es de apenas el 36 por ciento en la primera fase y de una ínfima parte de la segunda etapa, el 2,2 por ciento.
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"Es importante que Santa Fe haga esas obras, porque está claro que salvo que pongan un peaje sobre el puente para financiarlo, la Nación no avanzará, de la misma manera que lo hace con el Monumento a la Bandera y con el Acueducto", remarcó.
Las obras
Las obras de protección de la cascada del Arroyo Saladillo estaban previstas en dos etapas. La primera consiste en la estabilización de márgenes en el tramo entre el puente y la cascada, adjudicada por decreto 2022 a la empresa Mundo Construcciones SA y Supercemento Saic.
La segunda etapa, en cambio, contempla la construcción de una pantalla de defensa contra la erosión retrogradante de la cascada del Arroyo Saladillo, adjudicada ese mismo año a las mismas empresas Mundo Construcciones SA y Supercemento Saic, además de Basaa SA.
En las notas enviadas al Gobierno central se especifica que “el último desplazamiento de la cascada, la ubicó a una escasa distancia de 190 metros del puente Molino Blanco", y destaca que es "una de las principales conexiones entre las localidades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez" para el transporte de personas y de mercaderías, que facilita el acceso a áreas industriales y comerciales.