Mientras la guerra entre Israel y Hamás llegó este jueves a su sexto día, el ejército israelí pulverizó este jueves la Franja de Gaza con ataques aéreos.
Mientras la guerra entre Israel y Hamás llegó este jueves a su sexto día, el ejército israelí pulverizó este jueves la Franja de Gaza con ataques aéreos.
El gobierno israelí apareció sometido a una intensa presión pública para derrocar a Hamás, en momentos en que el movimiento insurgente retiene aún a unas 150 personas de rehenes y disparó miles de proyectiles hacia territorio israelí en los últimos cinco días.
En la Franja, los residentes enfrentan una creciente incertidumbre luego de que su única central eléctrica se quedó sin combustible y se vio obligada a cerrar el miércoles.
Estados Unidos anunció que está trabajando con Egipto e Israel para habilitar corredores seguros para sacar a los civiles de Gaza.
Una visita del secretario de Estado Antony Blinken, junto con envíos de armas estadounidenses, fueron una poderosa luz verde para que Israel siguiera adelante con sus represalias en Gaza. Pero los grupos de ayuda internacionales advirtieron sobre un empeoramiento de la crisis humanitaria.
Se espera que la guerra, que se ha cobrado al menos 2.700 vidas en ambos bandos, se intensifique.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sumamente cuestionado por la población desde el sábado, y Blinken, ofrecieron una conferencia en la que el primero elogió la visita del segundo calificándola como un “ejemplo tangible del inequívoco apoyo estadounidense a Israel”.
Los bombardeos israelíes han arrasado 1.000 viviendas y miles de palestinos sufren escasez de agua, combustible y suministros médicos.
Otras 560 viviendas presentan graves daños y están consideradas inhabitables, y más de 12.600 sufrieron daños en la ofensiva de la aviación israelí, agregó.
Los 13 hospitales de la Franja operan de forma parcial debido a la grave escasez de suministros sanitarios básicos.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos reportó que cerca de 218.600 personas se han refugiado en 92 de sus escuelas en Gaza.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, dijo que si continúa el bombardeo israelí la guerra podría abrirse en “otros frentes”, en aparente referencia al grupo militante libanés Hezbollah.
Amirabdollahian llegó a Beirut, donde fue recibido por representantes de Hamás y de la Jihad Islámica Palestina junto con funcionarios libaneses.
Al mismo tiempo, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, aseguró que Estados Unidos “debe rendir cuentas” por los “crímenes de guerra y de lesa humanidad” cometidos por Israel contra los territorios palestinos. “Quienes perpetran tales actos y apoyan los crímenes de guerra” deben “rendir cuentas”, declaró Raisi en un discurso en la ciudad de Shiraz.
De acuerdo con el mandatario iraní, dichos actos no se limitan a los ataques actuales, puesto que “los sionistas han estado destruyendo casas y matando a niños y mujeres durante más de 70 años”.
Han surgido dudas sobre el alcance del papel de Irán en el ataque sorpresa sin precedentes lanzado por Hamás contra Israel el sábado.
Muchos han señalado el largo patrocinio de Irán a Hamás, que ha incluido entrenamiento, financiación y suministro de armas.
El grupo militante Hezbollah envió un dron sobre Israel este jueves, que fue derribado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a Estados Unidos trabajar para reducir las tensiones entre Israel y los palestinos.
“No queremos que el conflicto y los ataques se intensifiquen aún más y, Dios no lo quiera, se extiendan a nuestra región. Hacemos un llamado a todos los actores que tienen voz e influencia en la región a hacer esfuerzos para reducir las tensiones”, continuó.
Erdogan renovó sus críticas a los ataques aéreos israelíes y dijo que Israel debería actuar “como un Estado” y respetar los derechos humanos de los palestinos en Gaza.