Un accidente le causó un fuerte dolor de cabeza a una familia por culpa de un descuido de su hijo. El pequeño rompió un teletubby gigante que se exhibía en un comercio y se vieron obligados a pagar por la pieza, valuada en U$A 4.255. Se trataba de un objeto de colección que estaba a la venta en un negocio en la ciudad de Hong Kong.
Se trata de la familia Cheng, que fue de paseo a una conocida tienda donde se venden artículos de alta gama, cuando el enorme muñeco cayó al suelo y se rompió en pedazos. Los encargados del establecimiento responsabilizan a uno de los dos hijos del matrimonio, un chico de 5 años y obligaron a sus padres a pagar el costo de la pieza.
El curioso incidente fue reportado por el diario digital Hong Kong Free Press, que publicó fotos del niño con expresión consternada parado junto al Teletubby hecho añicos. El precio que le cobraron por el objeto dañado es precisamente el que estaba marcado para su venta al público, por lo que, en principio, no hubo quejas por el cargo.
No obstante, después cuando se conoció el video del momento exacto en que se rompe la figura cambió la perspectiva del incidente, ocurrido el último sábado. El padre sostuvo que la caída no fue culpa de su hijo e inició una demanda legal para reclamar a la juguetería la devolución del dinero que pagaron por el Teletubby.
Cheng, además, aseguró que su hijo está traumatizado por el incidente y le pregunta constantemente “por qué el muñeco es tan terrorífico”. Según puede observarse en el video del momento del incidente, el niño se apoyó levemente de espaldas en el muñeco, que perdió su estabilidad y cayó hacia el suelo.
La cuestión se terminará dilucidando en los estrados judiciales, ya que, según un abogado de la familia, la edad mínima de responsabilidad penal en Hong Kong es de 10 años, por lo que fuera de quien fuera la culpa, la juguetería no debería haber obligado a los padres a pagar por el muñeco, o lo que quedó de él.
Después de que el episodio se viralizara a través de las redes sociales, la mayor parte de los usuarios se pusieron del lado de la familia y muchos de ellos incluso acusaron a la tienda de engañar a los Cheng y de haber situado a propósito un muñeco tan delicado en una zona de paso y sin ningún tipo de barrera o protección.