El Vaticano depositó simbólicamente la flecha de una basílica italiana, destruida en uno de los recientes sismos, ante su tradicional árbol de Navidad y del pesebre gigante, inaugurados ayer en la plaza de San Pedro. También fue puesta una barca pesquera.
La flecha (remate puntiagudo) proviene de la basílica San Benedetto de Norcia (centro de Italia), joya del siglo XIV, construida según la leyenda en el lugar de nacimiento de San Benedicto.
La basílica conservó solo su fachada, pues el resto se derrumbó durante un sismo de magnitud 6,5 ocurrido a fines de octubre.
La presencia de la flecha quebrada y su cruz constituye "un mensaje de solidaridad" luego de los varios temblores destructores ocurridos en esta región desde el mes de agosto, subrayó un comunicado de la Ciudad del Vaticano.
La flecha fue transportada por especialistas de los museos del Vaticano.
Las donaciones de los peregrinos y de los turistas que acudirán a ver el pesebre y el árbol de Navidad, serán destinados a la reconstrucción del oratorio parroquial muy deteriorado en el pueblo de Norcia, clasificado entre los 150 pueblos más bellos del país.
El árbol de Navidad de 25 metros de alto que sostiene 18 mil lamparitas de led, que tiene 90 años, es una donación de un pueblo de la región del Trentino-Alto-Adige (noreste de Italia), y las esferas decorativas en arcilla fueron realizadas por niños hospitalizados en Italia.
El pesebre, de cartón piedra, obra del artista maltés Lanwel Grech, fue transportado por barco desde una isla mediterránea, tiene 17 metros de largo, 12 de profundidad y una altura máxima de 8 metros.
El colorido barco pesquero maltés recuerda el sufrimiento de los refugiados. Numerosos migrantes llegaron a bordo de esas tradicionales naves conocidas como "luzzus", que llevan nombres cristianos y que tienen ojos pintados en la proa, a las costas del estado isleño y de Italia, si es que logran sobrevivir a la peligrosa travesía por el Mediterráneo. En lo que va de año se han registrado ya 4.715 muertos o desaparecidos, según el Organismo Internacional de las Migraciones (OIM), más personas que en todo 2015.
El Papa Francisco comparó ayer la tragedia que viven miles de inmigrantes con el rechazo que María experimentó cuando no se le dio alojamiento para dar a luz a Jesús.
"En la experiencia dolorosa de estos hermanos y hermanas volvemos a ver la del niño Jesús, que en el momento del nacimiento no encontró alojamiento y vio la luz en la gruta de Belén", dijo el pontífice en un mensaje con motivo de la inauguración del pesebre. "Y luego fue llevado a Egipto para huir de la amenaza de Herodes", continuó.
"Quienes visiten este pesebre estarán invitados a redescubrir en él el valor simbólico, que es un mensaje de fraternidad, de compartir, de acoger y de solidaridad", agregó.