La Justicia de España condenó ayer a los hermanos argentinos Gustavo y Eduardo Juliá a la pena de 13 años de prisión, acusados de haber traficado a ese país una tonelada de cocaína en un avión privado, dos años atrás.
La Justicia de España condenó ayer a los hermanos argentinos Gustavo y Eduardo Juliá a la pena de 13 años de prisión, acusados de haber traficado a ese país una tonelada de cocaína en un avión privado, dos años atrás.
El fallo que recayó sobre los hijos del fallecido ex jefe de la Fuerza Aérea José Juliá durante el primer gobierno de Carlos Saúl Menem fue emitido por la Audiencia de Barcelona, que pocos días atrás había dejado libre a Matías Miret, el tercer tripulante del jet privado en el que fue llevada la droga desde Buenos Aires hacia España, en enero de 2011.
De acuerdo con la investigación realizada, en 2010 los hermanos Juliá viajaron a España con el fin de interiorizarse respecto de las instalaciones aeroportuarias.
En noviembre de ese año, Gustavo Juliá alquiló el avión médico Jet Bombardier que fue depositado en las instalaciones de la ex Brigada Aérea de Morón, en la provincia de Buenos Aires, donde habría sido acondicionado para trasladar la droga, según la investigación judicial.
El juez bonaerense en lo Penal y Económico Alejandro Cattania, a cargo de la causa en nuestro país, investiga cómo cargaron la droga en el avión. Después, el avión fue trasladado al aeropuerto de Ezeiza, desde donde despegó el 1º de enero de 2011 hacia el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, al que llegó al día siguiente, tras una escala técnica previa en el archipiélago de Cabo Verde.
Al llegar al aeropuerto catalán, el avión fue inspeccionado por la Guardia Civil, que halló un total de 34 paquetes de cocaína con una pureza del 83 por ciento y un valor en España de 32 millones de euros.
El tribunal no atendió la defensa de los hermanos Juliá, quienes argumentaron que fueron contratados como pilotos por un empresario español. En cambio, días atrás había absuelto a Matías Miret —hijo del ex secretario de Planeamiento durante la última dictadura cívico militar argentina José Miret— sobre quien, a pesar de que se desempeñó como copiloto del Bombardier, no se pudo probar que conocía la carga ilegal de la nave.
Las principales sospechas apuntan a que la droga fue cargada en la ex Brigada Aérea de Morón, predio que pertenece a la Fuerza Aérea Argentina, y al Inac (Instituto Nacional de Aviación Civil).
"Los quiero ver en cana"
Tras conocer el fallo de la Justicia española en el que fueron condenados los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá por el caso del narcoavión, Matías Miret, quien fue absuelto, aseguró que su deseo es “verlos en cana”.
“A los hermanos Juliá no los quiero ni ver. Los quiero ver en cana, como están...”, expresó Miret, quien fue absuelto el 11 de diciembre pasado del caso luego de pasar más de 21 meses en prisión. “Alguien se va a tener que hacer cargo de los dos años que estuve en cana. Esto me ha costado mucho dinero”, sostuvo el piloto en declaraciones a radio La Red.
De todo lo ocurrido, Miret, rescata el apoyo de su esposa mientras estuvo en prisión.
“Gané más de lo que perdí. Gané ver que mi mujer me apoyó en todo, es un leona”, sostuvo ayer, en declaraciones periodísticas.
Sobreseídos
En la Argentina los hermanos Juliá fueron sobreseídos. El caso es investigado por el juez en lo Penal y Económico Alejandro Cattania.
Por Carina Bazzoni