La emisión ayer en la cadena británica Sky de los últimos momentos de vida del ciudadano
estadounidense Craig Ewert, de 59 años, quien afectado de una enfermedad neurológica decidió morir,
en 2006, en la clínica suiza Dignitas, ha reavivado el debate internacional sobre la eutanasia y el
suicidio asistido. Las imágenes del suicidio de Ewert forman parte del documental Right to die?:
The suicide tourist (¿Derecho a morir?: el turista suicida), rodado por el cineasta canadiense John
Zaritsky (quien ganó un Oscar en 1982 por otro filme). Zaritsky ha reflexionado vía correo
electrónico con el sitio Elpais.com sobre la polémica suscitada por su película.
-¿Qué le diría a la gente que considera que la eutanasia es un crimen?
-La eutanasia no puede considerarse un crimen siempre que ciertas condiciones se
cumplan. El paciente debe estar en poder de sus facultades y tener pleno conocimiento de su
enfermedad. Debe tomar la decisión de acabar con su vida voluntariamente, sin coacciones ni
presiones de ningún tipo. La persona que practique la eutanasia o ayude en un suicidio no debe
beneficiarse de esa muerte.
-¿Por qué decidió rodar una película sobre este tema?
-Tomé la decisión por un caso controvertido que sucedió en Estados Unidos hace tres
años. El marido de una mujer que llevaba años en coma quería que le fueran retirados los elementos
de soporte vital y, así, que pudiera morir tal y como ella deseaba. Me indignó y disgustó de tal
manera la oposición de la derecha cristiana, incluido el presidente George W. Bush, que sentí que
era importante llevar a la audiencia la experiencia profunda de un hombre que decide acabar con su
vida. Tras contar los últimos cuatro días en la vida de un estadounidense [Craig Ewert] con una
grave dolencia neurológica, creía que el filme era un importante documento sobre el proceso de la
muerte; un documento que ambas partes del debate pueden ver para aclarar sus ideas.
-¿Cree que su película va ayudar a la causa de otra gente que se encuentra en
circunstancias similares a las de Craig Ewert?
-Así lo espero, la verdad. Creo que cualquiera con una enfermedad terminal debe
tener el derecho a acabar con su vida. Espero que la película suponga un cambio, y que la eutanasia
y el suicidio asistido sean una opción disponible para la gente en cualquier parte; también que los
Gobiernos de cualquier país presten al fin atención a los votantes que, en diferentes consultas
electorales, apoyan de manera constante la legalización.