Un mercado de carbono es un sistema mediante el cual se compran y venden permisos de emisión o créditos de carbono para compensar emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs). Un crédito de carbono puede representar el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono equivalente o la eliminación de una tonelada de este gas de la atmósfera. En otras palabras, una empresa puede vender las emisiones que le exceden, si emite menos de los límites establecidos, mientras que otra empresa que excede el límite puede comprar estos créditos, lo que le permite emitir más. Alternativamente, es posible compensar las emisiones mediante proyectos que las neutralicen, como la construcción de parques eólicos o la reforestación con árboles nativos.
Estos mercados pueden ser voluntarios o regulados. En el primer caso, las organizaciones deciden de manera autónoma compensar sus emisiones y actúan con entidades verificadoras como Verra y Gold Standard. En el segundo caso, los sistemas operan bajo obligaciones o acuerdos impuestos por gobiernos u otras entidades. En esta categoría se incluyen los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), el artículo 6 del Acuerdo de París, el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) y el Esquema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA).
Hacia una estrategia nacional
Este mes, la Municipalidad de Rosario organizó la Jornada "Camino a una estrategia local de Mercados de Carbono" para explorar cómo estos mercados pueden impulsar la acción climática local. En la jornada, expertos del sector público, privado y académico compartieron conocimientos y discutieron oportunidades y desafíos.
En este marco, Luis Panicelli, coordinador de la Estrategia Nacional de Mercado de Carbono comentó sobre el contexto actual en nuestro país. Como antecedente, Argentina desde el 2017 cuenta con un impuesto al carbono sobre combustibles fósiles. Y si bien aún no tenemos un sistema de comercio de emisiones a nivel doméstico (como tienen otros países), hay leyes provinciales que ya tienen intención de desarrollar este tipo de iniciativas.
Asimismo, explicó que actualmente, se contempla la posibilidad de desarrollar mecanismos de comercio de carbono, en función del artículo número 6 del Acuerdo de París, evaluando la interacción internacional y la generación de proyectos tanto para cumplir las metas nacionales como para exportar créditos. Hoy se está avanzando a nivel nacional en el diseño de una Estrategia Nacional para el Uso de Mercados de Carbono y esquemas no comerciales, con involucramiento del sector privado, sociedad civil y los gobiernos sub-nacionales.
Hasta ahora, en el país se registraron 58 proyectos tanto en MDL como en los estándares voluntarios, de los cuales la mitad han generado créditos. En Santa Fe hay 5 proyectos, la mayoría relativos a la generación de biogás.
Subasta de Créditos de Carbono: la experiencia de Córdoba
Bartolomé Heredia, Secretario de Desarrollo Energético de la Provincia, presentó en la jornada la experiencia piloto de valorización de las reducciones de emisiones de carbono y su posterior uso o compensación por parte de varios actores dentro del ámbito del Ministerio de Servicios Públicos, a través de la Subasta de Créditos de Carbono. El objetivo de esta iniciativa es monetizar la producción de GEIs, y se lleva a cabo exclusivamente en la provincia en el contexto de los mercados voluntarios.
Este programa logró conectar a los oferentes de unidades de carbono, como los proyectos de generación fotovoltaica y de biogás, y a los compensadores, principalmente contratistas de obras públicas, entidades públicas y privadas, e incluso eventos significativos como el Cosquín Rock. Para ello, se estableció un comité en el que trabajaron con especialistas y representantes de universidades para validar tanto las reducciones de emisiones como las huellas de carbono de los distintos participantes. La subasta se llevó a cabo en una plataforma digital respaldada por un convenio con el BidLab, lo que garantizó transparencia, trazabilidad y evitó la duplicación de créditos de carbono. Durante un período de seis días, se subastaron 27.000 toneladas de carbono previamente validadas por el comité. Posteriormente, se emitieron certificados de carbono en formato Token no fungibles. Aquellos que obtuvieron estas compensaciones pudieron acceder a beneficios en licitaciones.
El caso de Reino Unido
En la jornada, Mercedes Esperón de la Embajada del Reino Unido en Argentina compartió la experiencia del Reino Unido en relación a los Mercados de Carbono. En su presentación, destacó la oportunidad de utilizar este mecanismo para abordar las externalidades ambientales negativas y generar incentivos para movilizar esfuerzos del sector privado y fomentar la competencia. En respuesta a esta visión, el Reino Unido desarrolló su propio sistema de comercio de emisiones, el cual entró en vigor en enero de 2021. Este sistema abarca el 25% de las emisiones territoriales y se aplica a todos los países del Reino Unido, incluyendo los sectores de energía, industria y aviación nacional. Para ello, se basan en el principio de "cap and trade", el cual establece un límite a la cantidad total de GEIs que pueden emitir los sectores involucrados y en base a eso, se dividen en asignaciones y autorizaciones respecto de cuánto puede emitir cada uno. Este límite se va reduciendo con el tiempo para lograr una disminución de las emisiones globales. Actualmente, se están considerando sectores adicionales para incorporar al sistema mediante consultas, con la mira puesta en el transporte marítimo para 2026 y el sector de residuos e incineración de residuos para 2028.
Acción climática desde el sector privado
Durante la jornada, Gaspar Mac presentó una de las empresas líderes en Rosario en el ámbito, Nativas. Esta empresa se enfoca en encontrar soluciones sostenibles para otras empresas con el fin de involucrarse en el mercado de carbono a través de prácticas basadas en la naturaleza. Para abordar la complejidad de estos mercados, Nativas incorpora tecnología y ofrece más de 14 proyectos que permiten a empresas participar en la acción climática. Además, registran pruebas y verificaciones de estos proyectos en una plataforma basada en blockchain, la cual, al ser visible y pública para cualquier persona, respalda y proporciona transparencia a la emisión de créditos de carbono.
Para canalizar el financiamiento, Nativas ofrece tres "productos": el token de regeneración, destinado a que las empresas financien proyectos de compensación y adquieran derechos sobre los créditos futuros; los créditos de carbono y agua, que provienen de proyectos previamente verificados, lo que permite a las empresas comprarlos directamente para su compensación; y los créditos de biodiversidad, relacionados con la preservación de ecosistemas.
Una mirada desde el sector académico
El sector académico, representado por Milagros Baraldi de la Universidad Católica Argentina y José Fernandez Alonso de la Universidad Nacional de Rosario, destaca las oportunidades que existen en la ciudad para aprovechar las capacidades, vinculando los estudios y antecedentes desarrollados en tesis de grado y posgrado con el mercado de carbono actual.
Este panel enfatizó la importancia de adoptar una perspectiva holística, que no se limite únicamente al cambio climático, sino que también considere los ecosistemas en su totalidad, incluyendo sus servicios, aspectos sociales y el valor cultural que representan. Además, se subrayó que obtener bonos de carbono debe ser visto como el último paso en los esfuerzos de reducción, y que primero se debe llegar al máximo de la barrera tecnológica. Los mercados de carbono no deben utilizarse para absolver responsabilidades. En este contexto, se resalta la necesidad de financiar y promover la investigación. Milagros expresó: "No podemos seguir dependiendo exclusivamente de datos de investigación de agencias, debemos generar conocimiento a nivel local".
Mercados de carbono pensados desde lo local
Los mercados de carbono desde las ciudades ofrecen varias ventajas. Permiten escalar estrategias de investigación, acceder a financiamiento adicional para implementar acciones climáticas y fomentar la colaboración entre sectores público y privado. Además, demuestran la viabilidad de proyectos de investigación y adaptación, que pueden servir de modelo para administraciones provinciales y nacionales. Los tomadores de decisiones en las ciudades tienen herramientas normativas para abordar estas emisiones y la proximidad a diversos actores les permite colaborar en la lucha contra el cambio climático.
Un dato relevante mencionado por José es que alrededor del 10% de los proyectos en mercados de carbono son presentados por municipios o administraciones regionales. Esto subraya el potencial de las ciudades como impulsores de los mercados de carbono.
Sin embargo, existen barreras a superar, como la ausencia de regulaciones, el solapamiento de normativas con administraciones nacionales y provinciales, la inercia institucional, los altos costos de certificación, la asimetría temporal entre proyectos y ciclos políticos, la falta de conocimientos técnicos y recursos institucionales limitados en algunas ciudades. Es fundamental establecer una gobernanza multinivel sólida que involucre a múltiples actores, incluidas las universidades y el sector privado, y asegurarse de que los proyectos generen beneficios tangibles para la comunidad local.
El camino a seguir
Al finalizar la jornada, se realizó un taller para analizar los distintos ejes a abordar, en el mismo se enfatizó la importancia de considerar los mercados de carbono a nivel local en la ciudad, aprovechando su sólido marco político y la gobernanza participativa. Entre diversas cuestiones, se reconoció la necesidad de un marco normativo específico, la participación y capacitación de diversos actores y la importancia de fortalecer las capacidades técnicas. Asimismo, se propuso evaluar la viabilidad de implementar un Mercado Voluntario Local, desarrollar metodologías propias, comenzar a implementar acciones de medición de huella de carbono y compensación desde los funcionarios públicos, el gobierno y los proveedores del Estado, entre otras.