La exitosa ofensiva de Ucrania en la región de Jarkov liberó 3.000 km2 de territorio en menos de una semana, que incluyen decenas de ciudades y de pueblos. La retirada rusa fue desordenada, sin tiempo para retirar equipos valiosos como radares. Ni para borrar pruebas de sus crímenes de guerra contra la población civil ucraniana. Se repite en Jarkov el mismo patrón ya visto en las ciudades y pueblos al norte de Kiev, donde los rusos dejaron cientos de cadáveres de civiles asesinados a tiros en casas, patios e incluso por las calles. En Jarkov no se vio el mismo nivel de brutalidad, pero las pruebas comenzaron a surgir rápidamente. Kiev ya envió a policías y forenses para preservar las pruebas e iniciar investigaciones.
La agencia italiana Ansa enumera "una cámara de los horrores en Balakliya, los cadáveres de cuatro civiles con signos de tortura en Zaliznychne, burdamente enterrados y sólo encontrados gracias a los vecinos, al menos un millar de víctimas de las bombas y las penurias en Izyum, donde el 80% de los edificios están destruidos".
El descubrimiento de una "cámara de torturas" en Balakliya fue denunciado por Maryana Bezugla, diputada del partido Servidor del Pueblo del presidente Volodimir Zelensky, que llegó al lugar siguiendo al ejército. Sus fotos publicadas en Facebook muestran un sótano lúgubre donde se observan una silla con un martillo, cinta adhesiva y guantes usados. En otra habitación, rastros de sangre.
El temor es que éste sea sólo el primero de muchos "nuevos Bucha", la pequeña ciudad al norte de Kiev que se hizo mundialmente conocida por las atrocidades perpetradas por los rusos durante su breve ocupación. En Zaliznychne, otro pueblo liberado del "óblast" de Jarkov, la Fiscalía General de Kiev anunció el hallazgo de tres cadáveres enterrados en los jardines de sus casas y un cuarto cerca de una fábrica de asfalto, todos con signos de tortura, a los que se les practicará autopsia.
jarkovdestruida21.jpg
Un edificio de departamentos totalmente destruido en la ciudad de Jarkov, bombardeada sistemáticamente por Rusia. Miles de ucranianos han muerto bajo los misiles y bombas rusas.
Ansa habla de "un rastro de muerte que el ejército de Moscú sigue dejando incluso después de su retirada". En las últimas horas, un aluvión de misiles golpeó las ciudades ucranianas, desde el este hasta el frente sur de Kherson. Pero el objetivo preferido de lo que para los ucranianos es una "venganza cobarde" fue la propia ciudad de Jarkov, que se ha convertido en el símbolo de la derrota rusa. El bombardeo ruso de la mayor central térmica de la ciudad, que dejó a oscuras a decenas de miles de personas el domingo por la noche, se sucedieron otros apagones a lo largo de este lunes.
Mientras tanto, tras avanzar hasta algunos pasos fronterizos con Rusia, las fuerzas ucranianas continuaron su contraofensiva en el este, anunciando la reconquista de más de 20 asentamientos en 24 horas. Los rusos también informaron de una incursión en su territorio en Belgorod, con un muerto y cuatro heridos.
Desde el inicio de las contraofensivas en varias regiones ucranianas, sobre todo en el este, las fuerzas de Kiev han recuperado casi 6.000 kilómetros cuadrados de territorio de manos de los rusos, declaró la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar.
En el sur, en la región de Kherson, donde se da la ofensiva de manera lenta pero sostenida, el Estado Mayor comenzó a confirmar los primeros éxitos estratégicos, con unos 500 kilómetros cuadrados de territorio retomado. Derrotas que convencieron a Putin de destituir al comandante del Distrito Militar Occidental, Roman Berdnikov, nombrado hace apenas un par de semanas.
Sobre la crisis de la central nuclear de Zaporizia, donde se han registrado nuevas explosiones, Moscú no hizo lugar a la petición de retirada de sus tropas, que ocupan la central, hecha a Vladimir Putin por el presidente de Francia Emmanuel Macron. Pero el director general de la AIEA, Rafael Grossi, expresó su confianza en las consultas iniciadas sobre la creación de una zona de seguridad. "He visto señales que muestran que" ambas partes "están interesadas en un acuerdo", dijo, explicando que en esta etapa "están cooperando con nosotros y haciendo preguntas, muchas preguntas".