Rusia cerró las urnas luego de tres días de elecciones legislativas, en las que se prevé que el partido oficialista mantendrá su mayoría tras una implacable represión contra la oposición. El oficialista Rusia Unida lograba un 44,92% de los votos, según resultados de la Comisión Electoral una vez escrutado el 28% de los colegios electorales. En cuanto a sondeos de boca de urna, citados por la agencia Ria Novosti, indicaban que el partido de Vladimir Putin, lograba 45,2% de los votos. En segundo lugar, con 21%, se colocaba el Partido Comunista, en tercer lugar (8,7%) el Partido Liberal Democrático, y finalmente Rusia Justa (7,9%). La concurrencia a las urnas no superaba el 45% del padrón. Pese a ser una victoria clara, el oficialismo retrocedía un 9% de votos respecto de las parlamentarias anteriores, de 2016, cuando superó el 54%. Numerosos partidos opositores no pudieron competir, por tener anulados los derechos políticos de sus candidatos, o directamente detenidos, como es el caso del popular Alexei Navalny.
El sistema electoral de la Duma (cámara baja) consta de una lista federal nacional, en la que se vota a los partidos (se disputan 225 escaños), y otra basada en circunscripciones uninominales (en la que se vota a un candidato), en la que se disputan 225 escaños más. Así se renueva la totalidad de la cámara baja o Duma.
Según datos oficiales, con el 45 % de los votos y la victoria en 190 de las circunscripciones, Rusia Unida renovaría la mayoría constitucional, es decir, más de 300 de los 450 escaños de la Duma o cámara baja.
En las últimas elecciones a la Duma, en 2016, Rusia Unida obtuvo el 54,2% de los votos y los comunistas el 13,3%. Es probable que los comunistas recibieran ahora un impulso gracias a la estrategia de "voto inteligente" de los seguidores de Navalny, que aconsejaba a los votantes a quién apoyar para tener más esperanzas de derrotar a los candidatos del Kremlin.
El presidente Putin ejerce el poder desde hace más de 20 años, apoyado en su popularidad _que sin embargo es decreciente_ y en un aparato de control y represión construido por este ex oficial de la KGB soviética. Así ha eliminado a todos los partidos y líderes políticos competitivos, sea enviándolos a prisión o anulando sus derechos políticos. El caso más emblemático es el de Alexei Navalny, encerrado en un penal famoso por la dureza de las condiciones de vida. Antes, Navalny fue envenenado mientras hacía campaña electoral en agosto de 2020. Se usó un agente nervioso, Novichok, que es "marca registrada" del Estado ruso.
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El opositor Alexei Navalny, aún preso en una colonia penal, sigue siendo un motivo de preocupación para el presidente Putin. Este ordenó bloquear una "app" de la organización de Navalny, a la que previamente hizo retiar la personería legal.
Antes de la votación, los principales aliados de Navalny fueron detenidos o huyeron del país, y cualquiera que estuviera asociado a su grupo no estaba autorizado a disputar la elección parlamentaria.
Los comicios se han visto empañados por múltiples denuncias de trampas, entre ellas de urnas electorales con votos falsos, falta de medidas de seguridad e intimidación de los observadores. El gobierno de Putin parecer haber estimulado la deserción electoral, mientras los seguidores de Navalny hacían lo opuesto: si bien su partido está vetado, llamaban a votar a cualquier candidato y partido que no sea el de Putin, para evidenciar que ya no tiene el respaldo mayoritario de la población rusa.
Las elecciones son parte fundamental de los planes de Putin para cimentar su poder previo a las elecciones presidenciales del 2024, para las cuales será clave el control de la Duma (Parlamento). Putin detenta el poder casi absoluto desde el año 2000.
Sin embargo, una gran mayoría de los candidatos opositores tuvieron prohibido competir, en medio de intensos intentos del oficialismo por suprimir toda expresión de disenso o protesta.
Putin no solo envió a Navalny a una de las colonias penales más duras del país, además puso fuera de la ley su fundación anticorrupción, expulsó del país a su equipo de colaboradores y prohibió a sus aliados presentar sus candidaturas.
El Kremlin esperaba que la mayoría de los rusos, conscientes de que los resultados estaban decididos de antemano, se quedaran en casa, tal como parece haber hecho una mayoría. Rusia Unida obtendrá otra cómoda mayoría. Al mismo tiempo, como ya lo hizo anteriormente, el Kremlin trató de convencer a la gente de votar online, sobre todo el Moscú, donde Rusia Unida es muy débil. La sospecha detrás de esta recomendación es que el voto electrónico es muy vulnerable en la Rusia de Putin, famosa por su legión de "hackers" al servicio del Kremlin, y capaces de infiltrarse en las redes del Pentágono y de las principales empresas privadas de EEUU.
Desde el viernes abundaron denuncias de opositores y observadores independientes. Largas colas se formaron ante algunos centros de votación en Moscú, donde los votantes dijeron a reporteros que estaban allí obligados por sus empleadores, muchas veces una agencia estatal.
Censura en las redes y una "app" prohibida
Un dirigente del segundo partido político más grande de Rusia, el Comunista, denunció violaciones generalizadas en las elecciones al Parlamento nacional. El sábado por la noche, un video difundido en YouTube en el que asociados del líder de la oposición encarcelado Alexei Navalny recomendaba por quién votar para debilitar a Rusia Unida dominante fue bloqueado. El video permaneció accesible a través de servidores no rusos.
El viernes, Apple y Google cedieron a las presiones y amenazas de Putin y bloquearon una app para smartphones creada por la oposición que informa a los votantes sobre los candidatos que tienen más posibilidades de vencer a los respaldados por el régimen. La censura fue muy oportuna: ese viernes se iniciaban las votaciones en toda Rusia. El Kremlin de Putin logró así suprimir el uso de Smart Voting, la app diseñada por los seguidoresde Navalny para promover a los candidatos opositores.
El titular del Partido Comunista, Gennady Zyuganov, dijo el sábado _el segundo de los tres días de votación_ que la policía y la comisión nacional electoral deben responder a las denuncias de "una serie de hechos absolutamente infames'', como el relleno de urnas con boletas falsas en varias regiones.
El movimiento de vigilancia de elecciones Golos y medios de prensa independientes también denunciaron irregularidades, como la compra de votos y la falta de protección de las urnas en los lugares de votación.
La presidenta de la Comisión Central Electoral, Ella Pamfilova, dijo el sábado por la noche que más de 6.200 boletas han sido anuladas en cinco regiones por violaciones a los procedimientos y relleno de urnas. Una mínima cantidad para una elección con un padrón de 108 millones de electores.
Rusia Unida, absolutamente leal a Putin, conservará su amplia mayoría en la Duma de Estado _la cámara baja del Parlamento_, y no perdería la mayoría actual de dos tercios, requerida para modificar la Constitución. Pero los comunistas ganarán la mayoría de los escaños que pierda Rusia Unida. Aunque los comunistas apoyan generalmente las iniciativas del Kremlin en el Parlamento, el hecho de que ganen bancas significa una pérdida de prestigio para Rusia Unida.