Rusia reivindicó haber tomado el control de la ciudad de Lisichansk, último bastión ucraniano en la provincia de Lugansk, pero Ucrania replicó que la lucha por la ciudad seguía en marcha. Luego de la caída de la vecina Severodonestk luego de meses de lucha, el ejército ruso ha concentrado todas sus fuerzas en Lisichansk.
De confirmarse la conquista, la toma rusa de la provincia de Lugansk permitiría, luego de una pausa para recuperarse y reabastecerse, lanzarse a lo que resta de la vecina provincia de Donetsk, la otra provincia que compone el Donbas junto con Lugansk. Rusia ya dominaba la mitad de ambas provincias desde 2014 mediante sus aliados prorrusos locales, a los que armó y conduce. Pero hacerse con la otra mitad del Donbas ha costado a Rusia mucho más de lo esperado. Luego de ser derrotada en Kiev, Jarkov, Chernigov y Sumy, todas grandes ciudades del norte de Ucrania, Rusia se concentró a partir de abril en conquistar el Donbas aún libre de su dominio. Para esto cambió totalmente de estrategia y dejó de lado las grandes maniobras móviles con blindados, para concentrarse en una guerra mucho más estática, en la que fue ganando terreno de a poco a base de un uso masivo de artillería. Los soldados rusos conquistan así ciudades y poblados que previamente han sido destruidos por sus obuses, bombas áreas y misiles. Esta táctica comenzó a usarse para capturar la ciudad meridional de Mariupol, y luego se aplicó en Severodonestk y ahora en Lisichansk.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, informó ue los soldados rusos “han establecido el control total sobre la ciudad de Lisichansk’. El comunicado ruso caracterizó la presunta victoria como “la liberación de la República Popular de Luhansk’’. Los separatistas prorrusos de Lugansk y Donetsk declararon su independencia de Kiev y Rusia reconoció su independencia a principios de este año, días antes de su invasión de Ucrania el 24 de febrero.
Las fuerzas ucranianas y rusas han luchado ferozmente por Lisichansk en los últimos días. “No podemos dar el juicio final. Todavía se está luchando por Lisichansk’’, dijo el presidente ucraniano Volodimr Zelenski. Señaló que las fuerzas ucranianas seguían luchando contra los rusos en las afueras de la ciudad. Aunque parece cuestión de tiempo que Rusia se imponga en Lugansk y más tarde Donestk.
Rusia ya concentra sus ataques con cohetes contra la importante ciudad ucraniana de Slovyansk, en la provincia de Donetsk. Ayer se registraron nuevos ataques y al menos seis personas murieron. Kramatorsk, otra de las principales ciudades de Donetsk, también fue atacada. Pero lanzar cohetes y misiles es diferente a enviar tropas, asediar y tomar estas dos grandes ciudades industriales. Rusia agotó sus mejores batallones en la fallida ofensiva inicial, en la que perdió hasta 30 mil soldados y miles de vehículos blindados de todo tipo. Ahora usa tropas de segunda línea. Ucrania también ha sufrido muchas bajas, pero cada vez más utiliza armas occidentales en lugar de las antiguas de la era soviética con que comenzó la guerra. El sábado mostró en acción los misiles de largo alcance estadounidense HIMARS, guiados por señal de GPS.