El Congreso de Perú bloqueó hasta agosto cualquier debate para adelantar las elecciones, lo que provocó la renuncia de la vicepresidenta del órgano unicameral y cerró uno de los caminos para renovar al Poder Ejecutivo y Legislativo, un reclamo que sacude al país con protestas desde diciembre. La crisis política peruana tiene ahora un oscuro pronóstico, al sellarse la casi única vía de escape que quedaba disponible.
La Comisión de Constitución rechazó en las últimas horas debatir una iniciativa presentada por la mandataria Dina Boluarte, que planteaba adelantar las elecciones presidenciales y legislativas a octubre de 2023, bajo el argumento de un tecnicismo procedimental.
Con 11 votos a favor, 10 en contra y una abstención, el cuerpo, presidido por el fujimorista Hernando Guerra García, desestimó la propuesta al manifestar que no puede volver a debatirse una iniciativa que ya fue rechazada, algo que recién podría hacerse durante el siguiente período anual de sesiones que comienza recién a finales de julio. Un tiempo casi infinito para la vertiginosa crisis política del Perú.
“El reglamento del Congreso estipula bien claramente que una materia archivada no puede volver a discutirse en la comisión hasta pasada una legislatura”, dijo a los periodistas Alejandro Cavero, congresista del partido Avanza País (derecha), promotor de la votación con la que se descartó la propuesta del Ejecutivo.
“El adelanto de elecciones no puede tratarse hasta la próxima legislatura anual, tendría que esperarse hasta agosto de este año”, estimó Omar Cairo, constitucionalista y profesor de la privada Pontificia Universidad Católica, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.
Boluarte, en su calidad de vicepresidenta, asumió el cargo el 7 diciembre luego de que el mandatario Pedro Castillo fuera destituido y arrestado tras un fallido intento de golpe para disolver el Congreso y gobernar por decreto. Pero si bien Castillo era enormemente impopular, sus bases reaccionaron a su arresto y denuncian que Boluarte es “ilegítima” y exigen su renuncia y la disolución del Congreso. La misma medida que pretendía tomar Castillo en diciembre pasado.
Ante este cuadro, la presidenta Boluarte pidió al Congreso anticipar los comicios, lo que generó una serie de iniciativas y debates legislativos que fracasaron y que incluyeron adelantar los comicios a 2024 o este mismo año, o realizar un referéndum para decidir si se realiza una asamblea constituyente. Esta es una iniciativa que sumó la izquierda y que ha causado no pocos bloqueos en el Congreso.
Al no prosperar ninguna de las propuestas, se mantiene por el momento la fecha original para los comicios, previstos para el lejano año 2026.
Por ahora, según analistas, la única opción de anticipar las elecciones sería una renuncia de Boluarte, que llevaría al presidente del Congreso, José Williams, a asumir el mando para convocar de inmediato a comicios.
Una renuncia en el Congreso
La primera mandataria ya descartó en el pasado abandonar el cargo, pero quien sí dimitió ayer es la segunda vicepresidenta del Congreso, Digna Calle, horas después de que se rechazara el nuevo proyecto de adelanto de elecciones al 2023.
“Renuncio con la esperanza de que se recomponga la mesa directiva del Congreso y se constituya una fórmula realmente democrática y representativa. Desde el centro democrático creemos que una nueva mesa directiva puede ser la puerta para que la presidenta Dina Boluarte renuncie y convoque a elecciones generales para el 2023”, dijo Calle en un video difundido en redes sociales.
En tanto, las protestas que ya dejaron varias decenas de muertos continuaron en las calles de Lima y en el sur del país, que es el bastión electoral de Castillo y de la izquierda radical.
“Por culpa del Congreso el pueblo está en las calles”; “Dina y el Congreso la misma porquería”, corearon manifestantes en pleno centro histórico de Lima. En el interior, la situación es dramática: con casi dos meses de bloqueos de carreteras por los militantes de izquierda, ciudades y pueblos andinos no tienen alimentos, ni combustible ni gas licuado para cocinar. La Conferencia Episcopal Peruana pidió “el adelanto de las elecciones para salvaguardar nuestra institucionalidad democrática”.