Irán enriquecerá uranio a un 20% en sus instalaciones subterráneas de Fordo "lo antes posible'', con lo que quedará a sólo un paso de los niveles adecuados para fabricar armas nucleares. De esta forma el régimen islámico se aleja aún más del acuerdo nuclear internacional que firmó en 2015.
La medida se produce en un momento de elevada tensión entre Irán y Estados Unidos y en los últimos días del gobierno del presidente Donald Trump, quien en 2018 retiró a su país unilateralmente del pacto nuclear con Teherán. Esto llevó a Irán a desentenderse paulatinamente de los límites a la producción de uranio que había aceptado en el acuerdo de 2015. Ahora dio un paso decisivo hacia el final de esas limitaciones. Pero la actitud de Teherán fue tan unilateral como la de EEUU y fue condenada por los otros firmantes del acuerdo, como Alemania, Gran Bretaña y Francia. China y Rusia, las otras potencias firmantes, se limitaron a lamentar la decisión de Irán.
Los roces entre Irán y EEUU llevaron a una serie de ataques armados a gran escala de Irán en el Golfo Pérsico durante 2019. La represalia de EEUU llegó con la eliminación del general iraní Soleimani en Bagdad hace un año. El aniversario de la eliminación del general iraní por un dron estadounidense llega cargado de amenazas de represalia de parte de Irán y demostraciones de fuerza de parte del Pentágono.
La decisión iraní de empezar a enriquecer uranio al 20% hace una década estuvo a punto de provocar un ataque israelí contra sus instalaciones nucleares, tensiones que solo se calmaron tras el pacto de 2015. Ali Akbar Salehi, director de la Organización de la Energía Atómica de Irán, ofreció una analogía militar para describir la disposición de su agencia a dar el próximo paso. "Somos como soldados y nuestros dedos están en el gatillo", dijo Salehi a la televisión estatal iraní. "El comandante debe ordenar y nosotros disparamos. Estamos preparados para esto y produciremos (uranio enriquecido al 20%) lo antes posible". Detrás de esta retórica militarista, muy común en el régimen islámico, hay sin embargo una decisión concreta: quedar a un paso de tener uranio enriquecido a nivel "militar", es decir, apto para construir una bomba nuclear. Esta exige uranio al 85 o 90%, pero dado el paso de enriquecer al 20% el proceso se vuelve una mera repetición del procedimiento, realizado en centrífugas que separan el uranio ordinario del de valor militar.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció que Teherán informó a sus inspectores, luego de que la noticia se filtró a los medios de comunicación el viernes en la noche. "Irán informó de que la Organización de la Energía Atomica de Irán tiene la intención de producir uranio enriquecido a niveles bajos, de hasta un 20%, en la Planta de Enriquecimiento de Combustible de Fordo", señaló la OIEA. Agregó que Irán no le comunicó cuándo tiene previsto comenzar, pero recordó que la OIEA "tiene inspectores presentes en Irán las 24horas del día y que tienen acceso regular a Fordo''. Pero una ley que se aprobó en el parlamento de Irán, además de ordenar el aumento de la producción de uranio, exige expulsar a esos inspectores, algo sobre lo que Teherán no ha tomado una decisión aún.
Salehi apuntó que Irán tendrá que cambiar el uranio natural de las centrifugadoras de Fordo por material ya enriquecido al 4% para iniciar el proceso de pasar al 20%. "Esto debe hacerse bajo la supervisión de la OIEA", añadió Salehi.
Una instalación fortificada
Desde su renuncia al acuerdo nuclear en 2018, Irán ha reanudado el enriquecimiento en Fordo, cerca de la ciudad de Qom, a unos 90 kilómetros al suroeste de Teherán.Protegida por las montañas, la planta está rodeada por baterías antiáereas y otras fortificaciones. Tiene aproximadamente el tamaño de un campo de fútbol _ donde podrían caber 3.000 centrifugadoras _ pero es lo suficientemente pequeño y protegido para hacer sospechar a la OIEA y funcionarios occidentales de que tenía fines miliares cuando EEUU reveló su existencia en 2009. Este ocultamiento, como otros del plan nuclear de Irán, así como su programa de misiles de largo alcance, han convencido a muchos analistas de que la intención final de Irán es tener un arsenal nuclear. El acuerdo de 2015 se firmó al solo objeto de que levantaran las sanciones internacionales, que estaban ahogando la economía iraní. El acuerdo 2015 limita el enriquecimiento a cambio de un alivio de las sanciones. Contempla además la conversión de Fordo en una instalación de investigación y desarrollo.Hasta la fecha, Irán está enriqueciendo uranio hasta un 4,5%, violando el límite del 3,67% establecido en el acuerdo. Según los expertos, la República Islámica tiene reservas de uranio enriquecido suficientes para al menos dos armas nucleares. Por otra parte, Irán ha comenzado a construir una nueva planta en Fordo, de acuerdo con las imágenes satelitales obtenidas por la agencia Associated Press en diciembre.
Israel, alerta
Mientras Irán conmemora un año del asesinato del jefe de la Fuerza Quds, el general Qasem Soleimani, las FFAA israelíes se preparan para un posible ataque de Teherán, dijo una fuente militar de alto rango al diario The Jerusalem Post. El ejército se prepara para un ataque no sólo por parte de Irán, sino también de sus representantes, en lo que el ejército llama "países del segundo círculo" como Irak o Yemen.
La fuente señaló que en esta etapa, las FFAA han mantenido conversaciones a nivel de planificación y han examinado posibles escenarios de diferentes ataques.
A mediados de diciembre, el jefe del Estado Mayor. general Aviv Kochavi ,advirtió a Irán y sus aliados que si intentan llevar a cabo ataques contra Israel o contra objetivos israelíes, serán atacados y pagarán un alto precio. "Estamos escuchando cada vez más amenazas contra Israel procedentes de Irán", Kochavi dijo. "Si Irán y sus socios... atacan al Estado de Israel, pagarán un alto precio. Estoy simplificando las cosas y describiendo la situación a nuestros enemigos tal como es", añadió. "Nuestros planes de represalia están preparados, y ya se han practicado".
El asesinato de Soleimani se produjo después de un año que Irán ve como un período de logros en su batalla contra los EEUU. Durante 2019, la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC) logró derribar un dron estadounidense Global Hawk, atacó a numerosos petroleros en el Golfo Pérsico y llevó a cabo un ataque masivo con misiles y drones contra las mayores instalaciones petroleras de Arabia Saudita. Sin embargo, 2020 señaló un cambio en la actitud de EEUU. Comenzó con el asesinato de Soleimani en Bagdad, continuó con las sanciones y terminó con el asesinato del principal científico nuclear de Irán, Mohsen Fakhrizadeh, al parecer por obra del servicio de inteligencia israelí según acusa Irán, aunque esto no queda claro.
Mientras que Teherán no respondió aún al último ataque, las próximas tres semanas - hasta la toma de posesión del presidente electo de EEUU, Joe Biden - será un periodo tenso en el que la República Islámica podría tomar represalias e intentar señalar al presidente entrante que debería preocuparse si planea continuar con las políticas de Trump. El viernes pasado, el portavoz de las FFAA israelíes, Hidai Zilberman, dijo que Israel está monitoreando el movimiento de Teherán en la región y espera que un ataque iraní pueda venir desde Irak y Yemen.