Investigadores libraban ayer una carrera frenética en la ciudad inglesa de Salisbury para hallar el objeto que contenía el agente nervioso Novichok que envenenó a una pareja británica, cuatro meses después del atentado contra los Skripal. El hombre de 45 años y la mujer de 44, hospitalizados en estado crítico, manipularon un "objeto contaminado" en esta ciudad del suroeste, anunció Scotland Yard. "Tras las nuevas pruebas llevadas a cabo con muestras de los pacientes, ahora sabemos que estuvieron expuestos al agente nervioso tras manipular un objeto contaminado", dijo la policía británica, que no pudo precisar si se trata de la misma partida de este gas nervioso que dejó al borde de la muerte al ex espía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia el 4 de marzo. "Pudo ser una jeringa oculta en una bolsa de papel, que puede pasar fácilmente desapercibido", estimó Hamish de Bretton-Gordon, un experto en armas químicas.
Según un científico que trabaja para el gobierno, "el Novichok es tan tóxico que puede pasar a través de la piel y no requiere ser ingerido" para desplegar sus efectos. Los investigadores llevan a cabo rastreos "sistemáticos y meticulosos en varios lugares" para dar con el objeto, supuestamente arrojado por los autores del envenenamiento a los Skripal. Seis lugares que la pareja frecuentó el pasado fin de semana están acordonados y cerrados al público.
El albergue para vagabundos en el que residía la mujer, identificada como Dawn Sturgess por un amigo, fue evacuado el jueves último.
La policía no logró localizar aún el "objeto" contaminado, ni en el albergue donde vivía provisionalmente Dawn Sturgess, ni en la casa de Charlie Rowley en Amesbury. Rowley tenía antecedentes por posesión de heroína mientras que Sturgess, madre de tres hijos, llevaba años luchando contra el alcoholismo. Los dos siguen ingresados en estado crítico en el hospital de distrito de Salisbury.
El caso reavivó la tensión diplomática con Rusia, tras el cruce de expulsiones de diplomáticos que siguió al caso Skripal. "Ha llegado el momento de que el Estado ruso dé un paso adelante y explique exactamente qué pasó", dijo el ministro de Interior británico, Savid Javid, tras una reunión de emergencia del gobierno sobre este nuevo caso. "Es totalmente inaceptable que nuestros ciudadanos sean blancos deliberados o accidentales o que se vierta veneno en nuestras calles, nuestros parques y nuestras ciudades", añadió.
Londres alertó a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Rusia respondió pidiendo a la policía británica que no se mezcle en "sucios juegos políticos" después del envenenamiento de la pareja de británicos con el neurotóxico.