Según un diario español el presidente de Venezuela Hugo Chávez padece cáncer de huesos y debe tomar una droga “cien veces más potente que la morfina” para calmar los dolores que sufre.
Según un diario español el presidente de Venezuela Hugo Chávez padece cáncer de huesos y debe tomar una droga “cien veces más potente que la morfina” para calmar los dolores que sufre.
Según un informe exclusivo del diario ABC de Madrid, Chávez está tomando fentanilo, un medicamento que es cien veces más potente que la morfina, para aliviar los dolores que le provoca el avance de un cáncer de huesos. Los médicos le están suministrando otra droga, bisfosfonato, para combatir la progresión de la metástasis, además de corticosteroides con el fin de aliviar los efectos secundarios de la radiación y la quimioterapia que recibe. Oficialmente no se ha informado nunca qué tipo de cáncer padece Chávez, quien fue intervenido de urgencia en Cuba por primera vez en junio del año pasado. Desde entonces sus viajes y largas estadías en Cuba se han vuelto un hecho corriente en Venezuela.
Recaída. Aunque él mismo se declaró curado de un tumor pélvico no mejo r especificado, Chávez anunció sorpresivamente el pasado 22 de febrero que debía volver a Cuba para intervenirse de una reincidencia del mal. Desde entonces ha viajado periódicamente a la isla para recibir tratamiento con radioterapia, aunque extraoficialmente también se afirma que recibe dosis moderadas de quimioterapia.
ABC recoge la información de “un último informe de inteligencia, elaborado a partir de los dictámenes médicos del equipo de facultativos que atiende al dirigente venezolano”. Esas fuentes afirman que Chávez padece un “rabdomiosarcoma”, un tumor cancerígeno de los músculos, de fácil metástasis en los huesos. Se trata del tipo de cáncer referido esta semana por el veterano periodista estadounidense Dan Rather, aunque sobre el pronóstico de vida en el informe de inteligencia se pronuncian de modo menos categórico que este. Rather citó a un informante que le otorgaba a Chávez no más de dos meses de vida. En cambio, al menos parte del equipo médico estima que “si no sucede una inesperada caída, el presidente Chávez podría llegar a las elecciones”, del 7 de octubre. Pero “el cáncer continúa extendiéndose en los huesos”, se advierte en el informe.
En Cuba. El tratamiento en Cuba incluye tanto radiación como quimioterapia, sin que en este momento se le estén aplicando procedimientos experimentales o radicales. Los efectos posteriores de la radiación como los dolores son “especialmente preocupantes y en algún momento su cuerpo no será capaz de aceptarlos”. Los tratamientos son “para afrontar la extensión del cáncer, no para erradicarlo”, señala el informe, dando así por hecho que la terapia a esta altura es meramente paliativa y ya no más curativa.
En parches. El potente opiáceo fentanilo se le suministra a Chávez a través de parches dermatológicos, que introducen la sustancia en la sangre a través de la piel. Esos parches ocupan poco espacio y van colocados bajo la ropa, por lo que no son visibles cuando el presidente aparece en público. También se le administra bisfosfonato, un medicamento dirigido a ralentizar la metástasis en huesos y combatir la pérdida de masa ósea. Los corticosteroides se suministran para reducir el dolor y hacer frente a los efectos secundarios de la radiación y la quimioterapia.
Por último, el informe indica que los médicos cubanos, que son quienes controlan la atención del paciente aunque en los tratamientos intervienen facultativos de otras nacionalidades, no estarían comunicando a Chávez toda la gravedad de su situación. “El propósito, más allá de posibles interpretaciones políticas sobre el papel de La Habana en la gestión del postchasvismo, sería contribuir a la confianza de Chávez en su lucha contra la enfermedad”, apunta el diario español.
Por Facundo Borrego