Con respecto a las horas de terror que vivió la población en Córdoba, no me extraña absolutamente nada. Primero liberan las zonas y ahora coercitivamente toda la provincia. Ninguna de las fuerzas debiera amotinarse como en un barco pirata, deben buscar canales de diálogo alternativos que permitan llegar a otras soluciones. Lamentablemente, la policía es la misma en todo el territorio nacional, es gente que trabaja de policía, ingresan a la misma buscando que les cubran sus necesidades sociales a sabiendas de que su sueldo es y será magro. Esto va en desmedro de la verdadera vocación que debe de tener quién va a desempeñar un cargo de tanta importancia. Si las cabezas están podridas qué será de los cuadros subalternos. Además, convengamos que no responden a nadie, son corporativos y actúan como tribus, la delgadez de la línea que los divide del delito es tan fina que no les cuesta nada pasarse del otro lado en una sociedad tan convulsionada, tan dividida, tan corrupta, no es necesario hacer tantos meritos. No sirven las motos nuevas, los vehículos y todo aquello que debería suponer mejor servicio, sino se incorpora gente preparada, al menos con estudios y si es posible que estén integradas a la sociedad. Supongo que no más del 10 % deben ser vocacionales. Como sabemos si esto no responde a un Master Plan, estamos en diciembre y siempre sucede algo, eso ellos lo tienen claro. Cabe preguntarse cuál es la mejor banda armada y con la mejor logística que existe para delinquir, además la droga ya se filtró en todos los estamentos sociales y de la fuerzas, ahora es más o menos tarde. O nos resistimos o terminaremos con nuestro silencio convalidando el delito.

































