Empresarios y banqueros urgen a los partidos políticos españoles a formar gobierno cuanto antes para evitar que la situación de bloqueo que vive el país desde las elecciones del 20 de diciembre tenga efectos sobre la economía. "El teléfono suena menos que hace dos meses para comprar activos. Está claro que la incertidumbre política no ayuda. Cuanto antes haya gobierno, mejor", declaró esta semana Ana Botín, la poderosa presidenta del Banco Santander, el más importante de España.
"Los partidos tienen que alcanzar un acuerdo lo más pronto posible y formar un gobierno que sea estable, realista y que continúe lo que se ha hecho en los últimos años", instó a su vez Francisco González, presidente del BBVA.
España vive una situación inédita en su historia reciente. La irrupción de dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, dejó un Parlamento más fragmentado que nunca, con cuatro grandes fuerzas políticas representadas pero sin una con el apoyo suficiente para gobernar en solitario o alcanzar una mayoría cómoda.
Las negociaciones entre partidos se producen en plena recuperación económica, tras la dura crisis que asoló al país desde 2008.
Seguir la senda de las reformas y el crecimiento económico es el mantra del jefe del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que aboga por una gran coalición entre las dos fuerzas políticas que gobernaron de forma alterna España en las últimas décadas, su Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE), junto con Ciudadanos."Los inversores quieren un gobierno estable y que lleve a cabo las decisiones adecuadas, que no revierta las reformas, que mantenga la reducción del déficit público, que no paralice procesos de privatización", señaló hace unos días en el foro económico mundial de Davos el ministro de Economía Luis de Guindos.
Pero el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, no está dispuesto a apoyar a Rajoy y propone un Ejecutivo alternativo, "reformista" y "progresista", con Podemos, partido surgido al calor del movimiento de los indignados y considerado en su momento "hermano" del griego Syriza de Alexis Tsipras, que desafió a las autoridades europeas. Claro que Tsipras, luego de un semestre de desafíos acató la "receta" del ajuste fiscal a cambio de fondos frescos de la UE y el FMI.
Un gobierno con Podemos es lo que más asusta a los inversores, recuerda el ministro De Guindos. Algunos analistas subrayan, sin embargo, que si lo vieran probable, ya habría consecuencias y tensión en los mercados. El viernes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el líder de Podemos, no lograron acordar el inicio de una negociación para formar gobierno. Y demomento, los datos económicos no muestran alarmismo, aunque sí se advierte una paralización progresiva en materia de inversiones, que podría tener consecuencias en unos meses.
El FMI mejoró sus previsiones de crecimiento para España, con un 2,7 por ciento para 2016 y un 2,3 para 2017. Los inversores no solo prestaron dinero a España, sino que pagaron por hacerlo en las últimas subastas de deuda y la prima de riesgo se mantuvo desde las elecciones. "Es difícil evaluar las consecuencias, porque todavía no tenemos muchos datos sobre la mesa. Pero de momento el impacto es pequeño. La economía sigue creciendo, aunque hay incertidumbre", explica José Carlos Díez, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares."La Bolsa española no ha tenido un comportamiento peor que el resto de las bolsas europeas. De hecho, ha caído menos que la alemana. Los mercados no están penalizando a España por la situación en la que se encuentra", añade el experto.
Las encuestas muestran que la mayor parte de los empresarios cree que el año avanzará con normalidad, aunque la patronal CEOE asegura estar "preocupado por la dificultad para formar gobierno".
Un escenario posible es la repetición de las elecciones a partir de junio, si no se logra formar gobierno. En ese caso, España tendría un Ejecutivo en funciones durante más de medio año. "No es bueno no tener gobierno, pero en una situación de estabilidad financiera, como es el caso de España, es un mal menor. Sería mucho peor tener un Gobierno inestable", apunta Díez.