Como ocurre en diversos sectores de la administración pública, la gestión del Pami Rosario también concluye este mes a la par del cambio de gobierno nacional. Así, el balance de la directora ejecutiva de la Unidad de Gestión Local (UGL) IX, Iris Caparrós, fue positivo. “Me voy conforme por todo lo que hemos logrado en estos casi cuatro años”, expresó la funcionaria quien detalló que durante su administración “no hubo ninguna manifestación de jubilados”.
Caparrós contó a La Capital que “fue una experiencia maravillosa”, aunque ardua en función de tener a cargo alrededor de 600 empleados y 300.000 afiliados. Es que su actividad no sólo incluye a Rosario, sino gran parte del sur de la provincia; en rigor siete departamentos.
“Fueron momentos enriquecedores junto a los adultos mayores, un grupo que además es muy vulnerable”, contó la todavía directora, quien no se privó de agradecer por la “oportunidad” a Luciano Di Cesare, titular de la institución a nivel nacional por “la confianza” y a su familia. “Mi hija, de 10 años, soportó mis obligaciones”, narró.
De hecho, Caparrós cerró el miércoles su gestión durante un encuentro con los presidentes de los centros de jubilados que sirvió para hacer un repaso de todo lo realizado. Acudieron unas 70 personas a la reunión en la sede local, San Lorenzo al 900.
A partir de 2012, uno de los objetivos generales fue lograr la descentralización y la accesibilidad “con calidad”, dijo. En este sentido, se dio inicio al programa “Pami en los barrios”, a través del que se resolvieron trámites sin la necesidad de que los abuelos concurrieran a la UGL.
Esta metodología fue la antesala de la apertura de nuevas bocas de atención. De esta manera, en el transcurso de 2013 y 2014 se abrieron espacios en las zonas norte y sur de Rosario. Estos puntos hicieron que se lograra mayor accesibilidad para los afiliados.
En números. “Ahora podemos decir que el 53 por ciento de los afiliados se atiende en el centro (se completaron 162.415 trámites), en el sur un 26 por ciento (86.176) y un 21 por ciento en el área norte de la ciudad (42.611)”, confirmó la funcionaria saliente antes de seguir cuantificando las diferentes tareas: “Hay que recordar que este año se incrementó la atención a los pasivos en un 27 por ciento”.
Dentro del menú de prestaciones, hoy “se autoriza por razones sociales la cobertura del ciento por ciento de los medicamentos recetados por el médico de cabecera”, indicó luego. En esta sintonía, en la UGL IX, el 38 por ciento del padrón de afiliados se encuentra bajo esta cobertura, lo que en números refleja que 103.094 jubilados y pensionados reciben los medicamentos sin cargo.
Más bocas. Por otro lado, en simultáneo se fueron abriendo agencias en poblaciones del Gran Rosario y el llamado cordón industrial.
Otra de las cuestiones destacadas por Caparrós son los operativos semanales realizados en distintos puntos, no sólo de Rosario, consistentes en acciones socio-sanitarias, como campañas de vacunación y tareas de prevención de varias patologías (diabetes, hipertensión o Epoc).
Más allá de su trabajo como directora, Caparrós se mostró muy satisfecha con lo que llamó realizaciones solidarias. “Pusimos el corazón para, entre otras cuestiones, entregar juguetes a chicos internados o atendidos en los hospitales de niños rosarinos o acompañar con profesionales o subsidios extraordinarios a las personas afectadas en la zonas de catástrofes, como por ejemplo inundaciones”.
Con todo, el reconocimiento estuvo también destinado “al equipo de trabajo y a los prestadores”, subrayó a la hora de remarcar: “ A las instituciones las hacemos las personas. Es una cadena aceitada con un rol y una responsabilidad de cada uno”.
A la hora de las conclusiones, la funcionaria habló de su esfuerzo para que la gestión “fuera siempre de puertas abiertas, para solucionar los problemas cara a cara” y si bien resaltó los logros también destacó que “aún queda mucho por mejorar”.