El sistema energético argentino deberá incorporar 20 mil Mw de potencia a la capacidad instalada actual, si quiere estar prepara para atender la demanda que se espera en 2030. Esa fue la coincidencia a la que arribaron media docena de centros de estudios e instituciones dedicadas al mercado de la energía, que trabajaron en conjunto para diseñar distintas matrices a través de las cuales alcanzar esa meta.
La Argentina podrá llegar a una matriz eléctrica sustentable "avanzando por caminos muy distintos, escenarios muy diferentes, pero costos no tan diferentes", concluyó el documento "Plataforma de escenarios energéticos para Argentina 2030" presentado la semana pasada por instituciones del sector energético, del ámbito académico y ONG.
"La plataforma de escenarios energéticos 2030 tiene como objetivo impulsar un proceso de diálogo hacia una visión energética sustentable de largo plazo para el país, y presentar los resultados del debate a la Secretaría de Energía como un insumo para el Plan Energético Nacional", aseguró Ramiro Fernández, de Fundación Avina.
El informe presentado en la sede del Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA) consta de seis propuestas de matrices energéticas, que fueron elaborados por entidades que desarrollaron escenarios diferentes, pero cuyas conclusiones, aunque dispares, pueden complementarse.
De los distintos escenarios surge que el desafío para Argentina es tener una matriz eléctrica sustentable al 2030, que satisfaga un previsible aumento de la demanda, para lo que deberá incorporar en promedio 20.000 Mw a la potencia instalada que hoy tiene el país.
El documento tiene como objetivo principal fijar una plataforma de diálogo para "debatir de forma amplia, pública y transparente, los temas que hagan a la energía sustentable".
En esa línea, Ernesto Badaraco, director del posgrado de Administración de Mercados de Energía Eléctrica y Gas Natural del Itba, señaló que "la discusión en torno de la matriz energética es esencial para el desarrollo sostenible del país"
Por su parte, Mirta Gariglio, directora ejecutiva del Centro de estudios de la Actividad Regulatoria energética (Ceare), sostuvo que "el debate ya se está dando en ámbitos gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil".
Las promotoras del documento son la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, el Ceare de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Itba y la Fundación Avina, que en febrero de 2011 comenzaron el proyecto.
Estas instituciones conformaron el comité técnico que definió los aspectos metodológicos y técnicos del informe, y convocó a otras seis instituciones a las que denominaron "escenaristas", para que con mirada e intereses diversos, hicieran propuestas para enriquecer las propuestas.
Estas son la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (Ageera), la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), el Comité Argentino del Consejo Mundial de Energía (Cacme), el Grupo Ambiente y Energía de la Facultad de Ingeniería de la UBA, el Foro de Ecología Política (FEP) y la Fundación Vida Silvestre (FVS).
Si bien las matrices son distintas y algunas tienen un costo de operación alto, aquellas que no tienen una inversión alta en origen, lo tienen al final con la compra de combustible, con lo cual al 2030 todas tiene los mismos niveles de costos .
Cada propuesta presentó dos escenarios diferentes: uno adaptado al negocio (Business As Usual) y otro que contempla la sustentabilidad ambiental (Uso Racional de Energía).