El arma encontrada junto al cuerpo del asesor financiero Mariano Benedit en la Costanera Sur porteña estaba registrada a su nombre, y la pericia de Dermotest realizada determinó que había restos de pólvora en su mano derecha, lo que refuerza la hipótesis que el financista se haya suicidado, lo que es tajantemente rechazado por sus familiares, que insisten que fue víctima de un ataque.
Según confirmaron fuentes policiales, la prueba de carbono realizada por los peritos para determinar si el joven de 31 años tenía rastros de pólvora en la mano dio positivo.
La medida había sido solicitada por la fiscal Graciela Bugeiro, a cargo de la Fiscalía de Instrucción N 19, a los peritos de la Policía Científica bonaerense, quienes obtuvieron el resultado hoy, con la que se podría descartar la hipótesis del homicidio.
Otra de las pruebas que afianza la posibilidad del suicidio es que el arma encontrada junto al cuerpo de Benedit estaba registrada a su nombre y también que sus hermanos confirmaron que Mariano era diestro.
La Justicia tiene que seguir investigando para determinar si finalmente se trata de un homicidio o de un suicidio, aunque fuentes con acceso a la causa señalaron que por el disparo, por el orificio de entrada de la bala y por cómo estaba el cuerpo, la hipótesis del suicidio cobra más fuerza.
La autopsia determinó que a Benedit la bala le ingresó a la cabeza por el lado derecho y que el cuerpo del joven no presentaba lesiones previas.
Herida letal. El resultado de la autopsia determinó que Benedit murió por un disparo que ingresó por el lado derecho de su cabeza, cinco centímetros por arriba del oído, con trayectoria de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás, un tipo de lesión encontrada habitualmente en personas que se quitan la vida, deslizaron los investigadores.
Tanto la madre como los hermanos del asesor descartaron la posibilidad de un suicidio, mientras que varios de ellos inclusive negaron rotundamente que haya sido propietario de un arma.
Miguel Benedit, titular de la agencia de Bolsa Benedit, sostuvo que "nunca había visto" a su hermano con un arma. Sin embargo, Bernardo, el hermano mellizo de la víctima, admitió la existencia de una pistola Bersa y reveló que habrían practicado tiro al blanco en un campo de a la familia.
Además, la fiscal Bugeiro pidió un nuevo rastrillaje en la zona del hallazgo para ver si pueden dar con la vaina servida, así como un análisis de las cámaras de seguridad, tanto de la zona donde se encontró el cuerpo como del área de su domicilio y la mutual en la que trabajaba.
Las únicas pertenencias que aparecieron en el lugar del hecho son una mochila con una tablet, los documentos de la víctima, su celular y unos mil pesos. Pero no se halló la moto Honda 250 Tornado blanca, patente IEF-876 en la que se trasladaba Benedit, su casco y las llaves.
El miércoles por la tarde, y a poco de conocerse la muerte de Benedit, los investigadores allanaron una oficina en el microcentro porteño donde trabajaba la víctima y donde se cree funcionaría una "cueva" financiera. El procedimiento fue realizado en un departamento ubicado en Esmeralda 1066, donde funcionaba una mutual pero cuando la policía allanó el lugar, faltaban algunas computadoras.
Vecinos del departamento allanado contaron a los investigadores que en ese lugar se vendían y compraban dólares y además se cambiaban cheques.
Benedit salió el martes al mediodía de su departamento de Arenales al 1600, en el barrio porteño de Recoleta donde vivía con su esposa y una hija de 15 días rumbo al microcentro en su moto. Cerca de las 15, Dolores, una de las hermanas del joven comenzó a sospechar que algo raro estaba ocurriendo, ya que había quedado en encontrarse con él y no le atendía el celular.
Horas más tarde la mujer y otro de sus hermanos realizaron la denuncia en la comisaría 1 del microcentro porteño.
El cuerpo del asesor fue encontrado por un colectivero de la línea 4 el miércoles, cerca de las 15.30, en un predio de la Costanera Sur, cercano al predio del astillero Tandanor.
Los restos de Benedit fueron trasladados ayer desde el barrio de Recoleta, donde los despidieron sus familias e íntimos, hacia la localidad bonaerense de General Belgrano, a unos 160 kilómetros de Capital Federal.