Nahuel David Santamaría, el acusado por el crimen de un automovilista al que hace dos años le arrojaron un adoquín con fines de que detuviera el vehículo para robarle en el acceso sur, postuló su inocencia ante el tribunal que lo juzga desde ayer. En la primera audiencia del juicio oral y público, el joven de 21 años dijo que ese día estuvo en un boliche con amigos hasta entrada la madrugada y negó haber participado del hecho en el que Claudio Omar Frutos recibió un piedrazo letal arrojado por ladrones que luego asaltaron a las víctimas.
El 31 de enero de 2010, alrededor de las 5.30, Frutos conducía un Chevrolet Corsa verde por el acceso sur hacia la autopista Rosario-Buenos Aires. Iba de regreso a La Plata con su esposa, su hijo de 11 años y una hermana de la mujer, tras pasar unos días en San Carlos Centro visitando a parientes. Pero a la altura de Uriburu les arrojaron un adoquín que atravesó el parabrisas e impactó en la cabeza de Frutos.
Con el conductor inconsciente —moriría diez días después— el auto terminó contra un guardarrail. Entonces se acercaron tres jóvenes y a punta de cuchillo y armas de fuego se apoderaron de unos 500 pesos, celulares y documentación.
Santamaría llegó al juicio imputado de coautor de robo calificado seguido de muerte. Por este homicidio, en abril de 2011, fue condenado a 14 años de prisión en un juicio abreviado Rodrigo Nicolás Olguín, quien admitió su participación en el ataque. Santamaría no aceptó el acuerdo.
Pruebas. En los alegatos iniciales ayer el fiscal Aníbal Vescovo valoró como una "prueba clara y contundente" contra Santamaría ciertos elementos secuestrados en su casa de Spiro al 500 bis (ver aparte). Entre ellos, una tarjeta del hotel Stia de Mar del Plata donde la familia Frutos había estado días antes y que la víctima guardaba en su billetera, que estaba dentro de un bolso de mano robado por los ladrones. También se hallaron dos tickets de compras realizadas con una tarjeta de débito de Frutos, uno correspondiente a una carga de combustible del 17 de enero en una estación de servicios de Zárate.
Vescovo también sostuvo que, a pesar de que Frutos estaba "en grave estado" cuando los acusados se introdujeron en el auto que conducía, éstos no tuvieron "reparos" para robarles las pertenencias al automovilista, a la esposa y la cuñada.
Ajeno. Por su parte abogado defensor de Santamaría, Daniel Peláez, planteó que su cliente es ajeno al suceso en el que murió Frutos. "Demostraremos (en el debate penal) que no participó en el hecho", afirmó el letrado en su breve exposición.
Luego Santamaría postuló su inocencia y brindó detalles de lo que realizó el día del hecho. "A las 2.30 (de ese día) fuimos con dos amigos al boliche Altos del Parque (situado en Chacabuco y Zeballos) y estuvimos allí hasta las 5.30", inició su relato.
"Ibamos en dos Peugeot 206 —siguió su relato Santamaría—, dimos una vuelta por el centro y después bajamos por avenida Belgrano hasta Uriburu. Continuamos hasta Grandoli, donde vive Elías (otro amigo que estaba con él) y decidimos comprar facturas en una panadería. Entonces, agarramos la colectora hasta Uriburu y San Martín. Allí se bajó Elías para comprarlas. Después fuimos a la casa de él, donde guardamos los autos y cada uno se fue a sus casas caminando", relató Santamaría.
Asaltadas. La jornada inicial pasó a cuarto intermedio para que declararan otros testigos por la tarde. Entre ellos estuvieron la viuda de Frutos, Rosa Villarroel, y su hermana Adriana, quien viajaba en el asiento de atrás.
Adriana fue la primera en contar lo que había vivido. Dijo que venía dormitando hasta que el impacto del adoquín la despertó. "Cuando el auto se detuvo contra el guardarrail me bajé para pedir ayuda. Ahí había dos jóvenes, uno con una navaja, pidiendo nuestros celulares. Yo me negué porque quería llamar a una ambulancia, ni sabía que se trataba de un asalto. Entonces escuchó que otro viene corriendo y amenazando con que le diéramos los celulares porque si no iba a disparar. Nunca supe si tenía un arma", contó la mujer a la que le sustrajeron de un bolsillo del pantalón su teléfono y unos 450 pesos en efectivo.
Ante una pregunta del defensor, Adriana ubicó a cuatro ladrones en la escena aunque aclaró que no vio a todos. También dijo que estaban apurados por agarrar los celulares e irse y que la iluminación era buena.
"Mirá lo que hiciste". Luego fue el turno de Rosa, que contó cómo vio al que tiró el adoquín "parado en la parte del medio (por el cantero) de la circunvalación, al lado de un poste de luz". Luego recordó que ni bien bajó del auto había dos personas exigiéndole "todo" a punta de cuchillo. "Lo traté bien, le dije «mirá lo que provocaste». El me decía «dame todo» y abrió la guantera del auto y sacó lo que había", dijo la mujer conmocionada.
Rosa también reconoció elementos incautados en casa de Santamaría como el ticket de nafta y la tarjeta del hotel marplatense donde habían estado días antes.