Un hombre de 28 años buscado durante cinco días por el asesinato del policía
Leonardo Caro fue ubicado ayer y detenido en una calle de la zona oeste. Se llama Sergio Damián V.,
cumplió una condena a siete años en una cárcel de la provincia y lo sindican como aparente ejecutor
material del homicidio del agente de 23 años. Hoy será llevado a Tribunales para ser indagado.
El individuo apresado ayer, según fuentes de la causa, sería primo del primer
detenido. Fue ubicado ayer a la mañana por una patrulla del Comando Radioeléctrico y la comisaría
14ª, en la zona sudoeste rosarina, en jurisdicción de la comisaría 19ª.
Una llamada. La detención se produjo en la vía pública y a raíz de una llamada a
la central de Comando: al advertir a los policías el sospechoso se lanzó a correr auque fue
alcanzado y reducido. Según contó el jefe de la 14ª, comisario Abel Santana, no opuso resistencia
al arresto. No estaba armado.
El detenido salió de prisión en julio del año pasado, tras cumplir una condena
dictada por el juez de Sentencia Nº 3 de Rosario, Luis Giraudo.
El policía Leonardo Caro, de 23 años, fue ejecutado el martes pasado de un
disparo en la cabeza efectuado a corta distancia durante el asalto a una agencia de autos de
Pellegrini al 5500. Murió 24 horas después en el sanatorio Laprida.
El primero de los detenidos, se negó a declarar en la indagatoria a la que lo
convocó el juez que lleva el caso. Varios de los testigos que estaban en el comercio, entre
empleados y clientes, comenzarán a declarar hoy en Tribunales.
Al menos tres integrantes de la banda que entraron a robar a la agencia Autos
Uno, de Pellegrini al 5500, están identificados. El padre del malogrado agente de la Patrulla
Urbana reconoció sin dudar en un álbum fotográfico a tal cantidad de personas como presentes en la
escena del robo y distinguió entre ellos al ejecutor material del disparo.
Fuentes de la investigación policial y judicial dijeron ayer a este diario que
la pesquisa para cercar a esos individuos hizo progresos y que, además de la ocurrida ayer a la
mañana, se descuentan capturas inminentes.
"Son delincuentes comunes, de baja capacidad económica como para mantenerse en
fuga, no pueden asegurar de manera prolongada un lugar donde refugiarse", señaló un portavoz de
Tribunales.
El primer detenido. Luciano V., de 27 años, fue detenido el mismo día del ataque
a Caro. Es un hombre que tiene más de diez antecedentes delictivos y que salió hace seis meses de
cumplir una condena en Coronda.
El jueves pasado en el juzgado a cargo de Javier Beltramone le leyeron la
imputación —homicidio triplemente agravado: por alevosía, la condición de policía de la
víctima y por ser para asegurar la impunidad por un delito previo, el de robo— y el acto de
indagatoria terminó un instante después, cuando el imputado se rehusó a hablar por consejo de su
abogado, Marcelo Piercecchi.
El informe de autopsia que recibió el tribunal indica que el policía fue
ejecutado de un disparo en el cráneo a no más de un metro y medio de distancia.
Según relatos de testigos consignados en el acta policial del hecho, el policía,
que estaba de civil y de franco averiguando para adquirir un auto, quiso esconder su arma cuando lo
hicieron tirar al piso. En esa ocasión, en la que la pistola quedó al descubierto, un delincuente
le disparó en la cabeza con un arma calibre 38. El joven agente murió al día siguiente.
Luciano V, no es para los investigadores el autor del balazo. Eso, no obstante,
no le significaría un atenuante en caso de que resultara condenado. "Cuando varias personas
participan en un robo y se usa un arma todos los implicados son responsables en relación a los
efectos que produzca la acción criminal", sostuvo un vocero judicial.
En el momento del asalto el padre del agente, Antonio Caro, estaba a su lado.
Fue él quien marcó a los supuestos partícipes del robo en el álbum fotográfico de la División
Criminalística.
Cuando balearon a su hijo Caro, en estado de conmoción, levantó el arma del
muchacho, salió a la calle y disparó algunas veces, mientras los delincuentes huían: varios en un
Ford Escort y uno a la carrera.
Tanto la policía como los investigadores judiciales del caso presumen que
Leonardo Caro recibió un disparo porque sus agresores descubrieron que era policía. "Usaba el pelo
muy corto, estaba afeitado y se le cayó una pistola 9 milímetros que es distintiva del uso
policial", sostuvo un informante.