Central debe recuperar en cuestión de horas prácticamente la génesis que lo llevó hasta hace muy poco tiempo a ser el líder de la B Nacional. Tiene que volver a reencontrarse y potenciarse como equipo. El ascenso directo no es una utopía, pero los números actuales marcan que lo dejó escapar porque no supo cómo enfrentar al cuadro de situación que tuvo en sus narices en su momento. Y el hecho de haber recibido dos grandes estocadas al corazón en menos de una semana, obligará desde hoy al entrenador Juan Pizzi y al psicólogo Marcelo Márquez a poner más énfasis en sus funciones para tratar de no quedar tan desamparados el sábado en San Juan. La frialdad de los números aún le hace un guiño a su gran ilusión. Pero la realidad indica que deberá recorrer unos metros más para tratar de lograr el objetivo, ese mismo que jugadores, dirigentes y cuerpo técnico están convencidos de que lo cumplirán, porque así lo vienen manifestando.