La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, convocó al ejército para que garantice la seguridad durante la primera subasta del yacimiento petrolífero del campo Libra, frente a las costas de Río de Janeiro, que se enfrenta a la férrea oposición por parte de diversos sectores de la sociedad.
Según el diario Folha de Sao Paulo, la intención del gobierno es inhibir el acercamiento de manifestaciones al lugar en el que se realizará la subasta, en el barrio carioca Barra da Tijuca, mediante la movilización de unos 1.100 hombres del ejército y de la policía. Los trabajadores del petróleo, que desde ayer realizan una huelga nacional contra la licitación, anunciaron que llevarán "por lo menos 1.000 personas" hasta el lugar.
A raíz de la huelga, al menos 15 plataformas de la cuenca de Campos pararon la producción, según informó la Federación Unica de los Petroleros (FUP), que resolvió en asamblea iniciar una huelga por tiempo indeterminado. Por su parte, la Federación Nacional de Petroleros (FNP) optó ayer por una huelga por 24 horas.
Recurso judicial. Los sindicalistas acusan al gobierno de "privatizar" una de las mayores riquezas del país. Por otra parte, el ex director de gas y energía de Petrobras Ildo Sauer presentó ante la Justicia una "acción popular" solicitando la suspensión de la subasta. Sauer afirma que la subasta contraría los intereses nacionales al seguir "la política energética de Estados Unidos y China", que se basa, en su opinión, en perseguir "una producción rápida para reducir el precio" del petróleo. "Para un país que pretende ser exportador, como Brasil, interesa controlar el ritmo de producción y mantener el precio elevado", expresa la acción judicial en su introducción.
Otros recursos judiciales fueron interpuestos por el Comité Nacional de Defensa del Petróleo y la Ciudadanía, creado especialmente para impedir la licitación. Sostiene que con la licitación, el gobierno estará "entregando" a empresas extranjeras el mayor campo de reservas de petróleo comprobadas en aguas profundas de la llamada "capa presal".
Las reservas del campo de Libra están calculadas en entre 26.000 y 46.000 millones de barriles, volumen equivalente a todo el crudo que extraído por Petrobras desde su creación hace 60 años. Se estima que estas reservas están entre las mayores descubiertas en los últimos 20 años en todo el mundo.
Once multinacionales participarán en la subasta: la propia Petrobras; Petrogal, empresa portuguesa subsidiaria de Galp; Repsol Sinopec Brasil, que pertenece conjuntamente a España y China; Mitsui, de Japón; ONGC, de India; Petronas, de Malasia; CNOOC y CNPC, de China; Shell, anglosajona; Ecopetrol, de Colombia y Total, de Francia.
El gobierno brasileño espera que la producción diaria del campo de Libra llegue a un máximo de 1,4 millones de barriles diarios. Según explicó la directora general de la Agencia Nacional del Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), Magda Chambriard, el pico de producción debe alcanzarse entre 10 y 15 años después de la firma del contrato. La cifra supera un millón de barriles diarios que hasta ahora se calculaba que se podrían extraer del campo de Libra, y representa cerca de tres cuartos de la producción nacional actual brasileña.
La joya petrolera.Situado en el litoral sureste de Brasil, a unos 180 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, el campo Libra es considerado la "joya" del petróleo brasileño. Su licitación será la primera que realiza el gobierno brasileño en el presal, ubicado en aguas profundas del Atlántico bajo una extensa capa de sal que puede llegar a los 2 kilómetros de grueso. La extrema profundidad del yacimiento, que llega a los 7.000 metros, eleva los costos de extracción, pero con los actuales precios del crudo esos costos se pueden afrontar. El barril de crudo, dependiendo del origen y calidad, oscila en torno a los 100 dólares. Este es un valor que multiplica por diez el que regía a inicios de siglo. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, aseguró que las inversiones en el campo Libra llegarán a los 181.800 millones de dólares a lo largo de 35 años. En los próximos diez años, entre 2014 y 2020, se invertirán 80.000 millones.