Miles de refugiados seguían ayer varados a la intemperie en las fronteras y las carreteras de Croacia, Eslovenia y Hungría sin que se vislumbre una solución a la crisis, pese a las reuniones previstas para esta semana entre los líderes de la Unión Europea (UE). Los países más afectados mantienen una “guerra” de fronteras, enviándose unas a otras masivos contingentes de migrantes a bordo de autobuses y trenes.
En Austria, donde la policía no dejaba entrar ayer a un grupo de unas 100 personas en la frontera con Eslovenia, los guardias se vieron desbordados cuando todos decidieron cruzar en masa por el paso de Spielfeld. “Llegaron de forma tan masiva que no pudimos contenerlos”, señaló un portavoz policial, que reconoció que no había suficientes agentes. Las autoridades les impedían pasar porque no mostraron solicitudes de asilo ni documentos de viaje en regla. Otros cientos de personas se estaban acercando a la frontera y seguramente también querrán cruzar, añadió. El sábado ya habían forzado su entrada de la misma forma otros 350 refugiados.
Croacia, adonde han llegado 25.000 personas desde el miércoles pasado, se declaró “incapaz” de hacer frente al flujo de gente, que se produjo después de que Hungría cerrara su frontera con Serbia con una valla. Los migrantes empezaron entonces a desviarse hacia Croacia. El primer ministro croata, Zoran Milanovic, anunció que ante la impotencia pasaba al “plan B”. ste consiste en dejar pasar a los refugiados a Eslovenia por el oeste y recoger a otros en autobuses y llevarlos a Hungría, por el norte. El traslado continuó ayer todo el día, pese a que Budapest protestó en duros términos por la medida. Pero incluso con el transporte constante de personas para sacarlas de Tovarnik, una localidad croata en la frontera con Serbia, otras muchas seguían llegando.
Eslovenia. Varios miles esperaban para ingresar en Eslovenia, que envió a centros de acogida a 1.650 personas. Otros cientos esperan en los pasos fronterizos croatas para cruzar, donde habían pasado la noche a la intemperie. Por otra parte, unas 2.000 personas se pusieron en marcha a pie desde la estación de ferrocarril de Hegyeshalom en Hungría para cruzar a Austria. La policía húngara los escoltó por carretera hasta el paso fronterizo. Los refugiados llegaron en tren hasta Hegyeshalom desde la frontera croata.
Según datos de la Cruz Roja austríaca, la mayoría de los 13.000 refugiados que llegaron este fin de semana a Austria lo hicieron desde Hungría. En el paso austríaco de Nickelsdorf seguían varadas ayer 7.000 personas, porque las autoridades tienen dificultades para seguir transportándolas en tren o autobús. Según datos de la policía y los medios húngaros, 16.000 refugiados llegaron a Hungría el fin de semana a través de Croacia.
Reuniones. Europa enfrenta la mayor llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo desde la Segunda Guerra Mundial. Proceden de Siria e Irak, Afganistán y países de frica subsahariana en conflicto político-religioso. Mañana habrá una reunión de los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) y el miércoles, una cumbre de jefes de Estado para tratar la crisis. En esta se tratará la necesidad de ayuda financiera a las regiones de donde provienen los refugiados para que no tengan que huir a Europa. Casi 450.000 personas han llegado a Europa por mar este año, y más de 2.900 murieron en el intento, según las cifras de la ONU. Pero la guerra civil en Siria, que dura ya 4 años y medio y ha causado 320.000 muertes, es, junto con el conflicto en Irak, el gran impulsor de emigrantes de Medio Oriente. Y este conflicto no se arregla enviando dinero, sino resolviendo la guerra, casi inevitablemente en favor de alguno de los muchos contendientes.
Entre tanto, la marea humana no se detiene: casi 450.000 personas han llegado a Europa por mar este año, y más de 2.900 murieron en el intento, según un infome de la ONU.