Los mercados internacionales vivieron un viernes negro por el derrumbe de las Bolsas de Nueva York y Tokio. Un mal dato sobre el empleo en Estados Unidos despertó la ansiedad para que la Reserva Federal baje las tasas de interés de referencia en ese país. Primero hubo inquietud, luego miedo y, finalmente, una ola de venta de activos que llegó a los tres indicadores bursátiles estadounidenses a caer 1,5% (Dow Jones), 2,4% (Nasdaq) y 1,8% (S&P 500). Lo que a su vez despertó la alarma sobre un freno a la economía mundial.
El informe oficial de empleo de julio en mostró que el mes pasado se crearon menos puestos de trabajo de los esperados en Estados Unidos, con un aumento de 114.000 nóminas no agrícolas. Es el incremento más bajo desde enero de 2021 y estuvo por debajo de los 179.000 revisados de junio. Los economistas habían previsto una cifra de 177.000. La tasa de desempleo también subió al 4,3%, desde el 4,1% de junio, mientras que el crecimiento intermensual del salario medio por hora fue del 0.2%, una caída desde el 0.3% del mes anterior. El temor a la ralentización del crecimiento se reflejó en el mercado de renta fija, con el rendimiento del bono estadounidense a 10 años hundiéndose aún más por debajo del 4%. Wall Street tuvo su peor día desde el crash de 2020 por el Covid.
El denominado “índice del miedo” o VIX se disparó casi 40%, a 25,02, el nivel máximo en casi dos años. El índice tiende a aumentar cuando los inversores están preocupados o temerosos de que el mercado pueda experimentar movimientos bruscos o caídas significativas.
La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo los costos de financiación de referencia en su nivel más alto en 23 años, entre el 5,25% y el 5,50%, durante un año. Algunos analistas creen que el banco central más influyente del mundo puede haber mantenido la política monetaria restrictiva durante demasiado tiempo, con el consiguiente riesgo de recesión. Los datos conocidos el viernes llevaron a operadores de Wall Street a pedir al organismo que recorte las tasas en 50 puntos básicos en la reunión de septiembre. JPMorgan se unió a Citi a primera hora del viernes pidiendo recortes consecutivos en septiembre y noviembre.
Pero el presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, afirmó este viernes que el banco central de Estados Unidos debería actuar de manera “firme”, un leve rechazo contra las apuestas del mercado. “Nunca queremos reaccionar de forma exagerada a las cifras de un mes”, afirmó en una entrevista de Bloomberg TV.
El frente de tormenta no se limitó a Wall Street. La Bolsa de Tokio sufrió la segunda mayor caída diaria de su historia, al registrar una pérdida de casi 6%. La firma de análisis Matsui Securities atribuyó el derrumbe “a las caídas de las acciones estadounidenses y la apreciación del yen” respecto al dólar.
En Europa también fue todo en rojo: El DAX alemán bajó 2,33%, el FTSE 100 de Londres 1,31%, y el Ibex 35 de Madrid 1,67%.
En la región, el S&P Merval de la Bolsa argentina encabezó las pérdidas. Cayó 4,5% en pesos. En el resto las caídas fueron más moderadas. El Bovespa, cayó 1,25%.
Los precios del petróleo cayeron casi 3% y marcaron su cuarta baja semanal al hilo, presionados por la menor demanda de grandes importadores, como China e India.