El anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, de recompra de deuda persigue varios objetivos que se pueden potenciar entre sí: aprovechar los precios relativamente bajos de los bonos, ayudar a la baja en el riesgo país y a levantar el mercado local de deuda, y a generar una intervención adicional en el mercado cambiario, a través de operaciones indirectas que generan la cotización de los dólares financieros.
Así lo indicaron economistas y especialistas de mercado, que vieron también que, más allá de la recompra de deuda, observan en la nueva medida del Palacio de Hacienda una oportunidad para intervenir en el mercado cambiario y tener un mayor poder de fuego en el tipo de cambio para reducir la brecha cambiaria sin ir contra las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La medida me parece positiva, ya que de esta forma están comprando deuda a un tercio de su valor”, expresó el economista Fausto Spotorno, quien opinó que los eventuales fines de contener los dólares financieros “son muy de corto plazo”.
Según, Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, el 2023 se trata de “año electoral y están tratando de armar un mecanismo que el FMI pueda aceptar que les genere la capacidad de intervenir en el precio de los bonos y contener las brechas cambiarias”, agregó el economista.
La lectura de Dario Epstein es que, de esta forma, “Massa aumenta el poder de fuego para intervenir el dolar MEP (Bolsa) y el dólar CCL (Contado con liquidación), vía compra de bonos”, ya que “desde el BCRA estaban limitados por el FMI”, expresó a través de su cuenta de Twitter.
Esta operación provocaría que “supuestamente bajarían los dólares alternativos y se achicaría la brecha”, agregó.
De la misma forma, el analista de Bullmarketbrokers, Mauro Mazza, dijo que ahora el Banco Central “va a transparentar intervenciones” en el mercado cambiario (no debería recurrirse a terceros aliados como la Ansés) y en la medida deseada para lograr impacto en el mercado cambiario.
Respecto del impacto de la recompra de deuda en sí, minimizó el efecto a que en el corto plazo “aún no hay acceso al mercado”.
En paralelo al anuncio de Massa, el Banco Central incrementó en 200 puntos básicos las tasas de interés de muy corto plazo con los bancos. Esta medida, ayuda también a contener los tipos de cambio paralelos, ya que impacta a la suba la tasa de las cauciones, entre otras operaciones.
El impacto en el mercado cambiario fue reconocido desde el mismo equipo de Massa, ya que indicaron “además de la conveniencia de comprar bonos cortos con recursos propios del Tesoro, en la medida que mejoren las expectativas veremos un mejor precio en los dólar CCL y MEP, que achicarían la brecha con el oficial”, señaló un miembro del equipo económico.
Los mismos voceros aclararon que estos u$s 1.000 millones no provienen de las reservas líquidas sino de los recursos del Tesoro Nacional, que si bien se reflejan en el balance del Banco Central no forman parte de las reservas netas, un valor que el FMI sigue muy de cerca para cumplir las metas el acuerdo vigente con el organismo.