El mercado inmobiliario local transitó una “semana convulsionada”, señalaron los referentes del sector luego de la decisión del Banco Central de la República Argentina de devaluar un 22% el peso tras tras el resultado de las elecciones primarias (Paso). En ese contexto, cayeron más del 80% las consultas para invertir en el sector a la espera de un escenario más claro. De todos modos, las obras no se detuvieron y la actividad de la construcción siguió su habitual ritmo, a pesar de que están expectantes sobre la evolución de los precios y disponibilidad de los insumos.
Así de diverso es el escenario que plantearon distintos referentes del sector inmobiliario de Rosario, tanto aquellos dedicados a la construcción -especialmente de obra privada- como a la actividad comercial.
“El dólar cerró el viernes previo a las Paso en $622 y abrió el lunes en $710 y simplemente esa noticia llevó a una reducción del 85% en el nivel de consultas de posibles interesados”, detalló Pablo Porta coordinador para la Cámara Inmobiliaria Argentina en la provincia de Santa Fe y referente en el sector de desarrollo e inversiones.
Por eso, a su criterio, “esta no es una semana para resolver con tranquilidad una operación de compra venta de inmuebles, en cuanto a valores se refiere”, dijo.
Ante este escenario, el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Alejandro Benazzar, volvió a insistir con un reclamo recurrente del sector, que es la modificación de la actual ley de alquileres (Nº 27.551) impulsada por Juntos por el Cambio.
La Cámara de Diputados oficializó la convocatoria para debatir la reforma de la ley de alquileres el próximo miércoles 23 de agosto. La sesión es impulsada por la oposición, que intenta imponer un dictamen que modifique los plazos y la actualización de los contratos que sostiene la ley actual.
“Bregamos por la aprobación de correcciones que lleven los contratos a vigencias de dos años y con actualizaciones cada tres o cuatro meses”, indicó Benazzar para plantear la posición del sector. Aseguró que “esto dará confianza a propietarios para que vuelvan a disponer inmuebles en alquiler, muchos de los cuales se han pasado al mercado de ventas o de alquileres temporales”.
“Si logramos recomponer la oferta, automáticamente se amesetan los valores, dándole así mayor confianza y tranquilidad a los locatarios”, argumentó.
Constructores
Los empresas constructoras consultadas también están a la expectativa de la evolución de los precios y de la disponibilidad de materiales e insumos frente a la devaluación. Mucho más esta semana donde la comercialización de muchos rubros se frenó a la espera de la evolución del dólar, cuya cotización informal (blue), empezó a descomprimir sobre el fin de semana.
Aún así señalaron que “las obras no se paran” y esta semana siguieron su ritmo, su cronograma planificado. “Seguiremos así por el compromiso que tomamos con nuestros inversores al iniciar cada edificio”, manifestó un reconocido referente del sector de la construcción.
Indicó que venían “con buen ritmo de visitas de interesados en obras”, aunque alertó que están a la expectativa sobre cómo evolucionará la actividad. “teniendo en cuenta que la mayoría de estos proyectos son financiados en cuotas en dólares”.
Para Porta, aunque hay una suerte de “impasse” en estos días, en Argentina “ya hemos pasado por esto en otras oportunidades”, y recordó la devaluación de 2001, la salida de la convertibilidad y señaló que pese a eso “el mercado resurgió lentamente, e incluso, tuvo una muy buena etapa entre los años 2003 y el 2007”.
“Al mercado inmobiliario y de inversiones para rentas en general no deberíamos medirlo en tiempos inferiores a 5 o 10 años”, agregó Porta y explicó que “será tarea del próximo gobierno, cualquiera sea, tomar o implementar medidas que promocionen las inversiones en este sector”.
Además, Porta consideró que desde el sector ven como “promisoria en el mediano y mediano plazo” la actividad en la región porque “Rosario y su zona se encuentran en una posición de privilegio” por sus atracciones turísticas, sus universidades, con una variada oferta en esparcimiento, cultura, gastronomía y como sede de congresos.
En ese marco, desde el sector son “optimistas” sobre las expectativas para fin de año y el primer trimestre de 2024 cuando la Argentina tenga despejado el panorama político tras las elecciones generales.