En los velorios siempre aparece una risa contenida, porque es algo prohibido y porque es un escape natural ante una situación de pérdida. Patricia Suárez, autora rosarina de probada experiencia, también lo sabe y supo tocar las teclas justas para que “Vuela alto, Mamá!”, producida por el programa municipal La Comedia A Puesta, se convierta en una propuesta entretenida, disparatada y, sobre todo, disfrutable. La escenografía es una sala velatoria, con el ataúd de fondo donde supuestamente está Dalia, la madre muerta, y adelante la sala de estar, donde sus hijas Omara y Ana Julia, dos hermanas de pocos lazos afectivos (logrado dueto de Silvina Santandrea y Gachy Roldán) se sacan chispas junto a Sully (Haydee Calzone, desopilante), una peluquera especialista en gastar dinero que no es suyo. Detrás de ese trío protagónico se mueven con soltura el viudo Gildo (Christian Valci), más preocupado porque no acierta con la timba que por la partida de su mujer; Patricio (Salvador Trapani), un extra de mala muerte de Hollywood; y Salvo (Adrián Giampani), un caso perdido que además es el exmarido de Ana Julia. Con una cuidada dirección de Matías Martínez, la trama parte de una situación tragicómica, aunque no tan original, que es que la muerta que están velando no es mamá Dalia. La primera referencia similar es “Esperando la carroza”, pero sin dudas habrá más. Ese incordio va generando situaciones risueñas con un fuerte anclaje local contemporáneo, ya que la persona equivocada a la que están velando tendría relaciones con el narcomenudeo rosarino. La autora hace un efectivo guiño en este punto, cuando un personaje evoca desde el humor la estigmatización sufrida por la ciudad generalmente desde la mirada de ciertos medios porteños. “Vuela alto, Mamá!” seguirá en La Comedia cada viernes, sábado y domingo de septiembre. Y aunque la puesta sea en medio de un velorio, vale la pena ir y dejar soltar esa risa prohibida.