Mar del Plata (enviado especial).-"Están a punto de ver una película que está entre las más inolvidables de las filmadas este año", dijo ayer Peter Scarlet, el director artístico del festival, en la presentación oficial en Mar del Plata de "Una mujer fantástica", la producción chilena de Sebastián Lelio que llega a La Feliz en la competencia latinoamericana.
La película, que se exhibió ayer a sala llena, plantea una historia de amor entre Orlando, un padre de familia de 57 años, y Marina Vidal, una camarera transexual interpretada por Daniela Vega, que estuvo presente en la exhibición. "Está dedicada a todas las estrellas del mundo, especialmente a aquellas que ya no están, y especialmente a las que han perdido la batalla en manos de hombres", dijo Vega.
Con un cuidado tratamiento visual —algo que el realizador chileno ya había mostrado en "La sagrada familia", premiada en el Festival de San Sebastián, e incluso en "El año del tigre"—, "Una mujer fantástica" comienza con un pequeño ritual amoroso, luego del festejo de cumpleaños de Marina, con torta incluida, el regalo de un viaje juntos a Cataratas del Iguazú, pero que termina de la peor manera. Es que a la mañana siguiente de una noche de pasión, Orlando se descompensa, y pese a que Marina lo traslada urgente al hospital para su atención médica, él pierde la vida.
A partir de aquí, ella se contactará con el entorno familiar y allí comienza la verdadera historia que quería contar Lelio. Los prejuicios de la sociedad conservadora de Santiago y la mirada despectiva hacia quien es diferente va configurando el derrotero de Marina, quien deberá batallar contra todos y contra sí misma para superar este momento.
En diálogo con Escenario luego de la proyección, Vega, quien también es cantante lírica y es otro de los motivos por los que se luce su personaje, expresó: "Este fue un proceso muy orgánico, empecé a trabajar con el director como una consultora cultural, sin saber que él quisiera que yo fuera su protagonista, y tal vez sin que él se diera cuenta de eso al inicio del proceso. Cuando él tomó la decisión de convocarme yo pensé que él se había vuelto loco, pero no paro de agradecerle lo que él ha hecho por mí y todo lo que me enseñó de cine".
"Esta película no se trata de una guerra de sexos, sino de cuestionarse qué estamos haciendo con la masculinidad y la feminidad. No se trata de una superposición entre un género y el otro, porque no es el tono de la peli, sino que el tono es cuestionárselo todo: la familia, la moral, lo legal, lo ilegal, el amor, la muerte, el rechazo y la inclusión", indicó. La actriz enfatizó que "es una película de cuestionamientos más que de respuestas".
Antes de irse, rodeada de elogios después de su impecable interpretación, Daniela Vega respondió cómo sería su vida si la película llega a ser nominada a los Oscar. "La vida sigue, es como una espiral, todo va y viene", dijo con total naturalidad.