Alejandra Cáceres y Nicolás Artín se conocieron en el Encuentro de Tangueros del Interior (ETI), bailando en la provincia de La Pampa. Y su sueño era mostrar el tango de la actualidad de una manera social y popular. “El tango está mucho más allá de Buenos Aires, si bien es la gran capital donde sucede mucho la magia del tango, pero también está en Jujuy, Bariloche, Ushuaia, Rosario, Mendoza, Córdoba”, dice Cáceres quien oficia de co-guionista y co-directora de “Osvaldo”. Esta película hace un homenaje al gran compositor Osvaldo Pugliese, un artista que marcó un modo de hacer y vivir el tango, un modo que dejó un sello perdurable en tanto legado artístico y posicionamiento ético, poético y político en las generaciones venideras.
Para este film convocaron a colegas de distintos puntos del país para que protagonicen este documental, que va más allá de la figura del maestro Pugliese, proponen una mirada apta para todo público, en la que sonarán las melodías en diferentes paisajes de la Argentina, entre ellos Rosario. En esta nota para Zoom, realizada mientras se filmaba la película en la terraza de Sala Lavardén, Cáceres dice que el documental dará una mirada más actual del tango, dejando de lado la mirada más machista del 2 por 4.
—¿Por qué es tan importante la figura de Osvaldo Pugliese?
—Fue uno de los más grandes directores de orquesta durante la época dorada del tango, por sus virtudes como pianista y como músico. Creo que, más que nada, fue grande por su personalidad. Por su capacidad de ser un gigante, no sólo en su música, sino como persona. Fue súper humilde, coherente y no había un Osvaldo Pugliese arriba y debajo del escenario. Era afiliado al Partido Comunista y vivió sus ideales, a pesar de estar preso muchísimas veces, suspenderle conciertos y que prohibieran pasar su música en las radios. Sin embargo, nunca quebró sus ideales, siguió siendo la persona que era y trabajaba en la orquesta de manera cooperativa. Y otra cosa no menor, es que incluía a jóvenes en su orquesta para que tuvieran la oportunidad de mostrarse.
—¿Cómo nació la iniciativa de hacer este documental?
—Este proyecto nace como una obra de teatro, ya que con un amigo llamado Nicolás Artín, co-guionamos y dirigimos esta película. En ese momento vivía en el barrio de Villa Crespo -el mismo que Pugliese- tanto él como yo somos milongueros, amantes del tango bailable, social; y en ese momento con un grupo de amigos, notaron que no había ese tipo de obras que tengan que ver con el tango en el circuito independiente. Tenían ganas de mostrar su visión sobre el tango, de presentarlo como un hecho social y no como lo vemos nosotros, que lo denominamos “tango for export”, es decir, espectáculos más conocidos que tienen que ver con una destreza coreográfica que, si bien forma parte, no es el tango social de la milonga.
pelipugli2.jpg
Nicolás Antín y Alejandra Cáceres, directores y coguionistas.
—¿Por qué eligieron a Rosario como locación para el documental?
—Tiene doble motivo. Por un lado, la elección de las locaciones tiene que ver con el corazón dentro del equipo y, en este caso, yo vivo hace 18 años en Rosario; y queríamos usar de locación el lugar donde estamos viviendo. Filmamos en Paraná con Nico (Artín), que es donde vive el co-guionista y co-director; y aquí hay mucha gente del tango. Es la segunda ciudad del país que vive el tango, después vienen Córdoba y Mendoza. No podíamos dejar de registrar artistas de esta ciudad que se encargan de la danza, la música y todos los estilos que presenta el género. El equipo técnico del documental es de Rosario, también, por eso Rosario era una parada obligatoria para filmar. Rodamos seis escenas en la ciudad con artistas como Leonel Capitano, el trío de guitarra Escolazo, con una cuerda de tambores, entre otras. Nos quedan registrar dos escenas en la ciudad con artistas locales. Yo también bailé junto a mi compañero que es de Tucumán; filmamos una escena en un potrero de Barrio Industrial, donde participaron artistas de Buenos Aires y Tucumán. Por último, filmamos en Plataforma Lavardén una escena muy importante por dos motivos: el primero, era un desafío poder registrar a más de 60 personas en cámara, ya que anteriormente teníamos o un entrevistado o una pareja delante de la cámara. Y aquí se puede ver que se filmó en exteriores, durante la noche y era muy importante porque queríamos mostrar lo que se vive en una milonga.
—¿Qué diferencias encontrás entre el tango de Buenos Aires y el de las provincias?
—Te puedo decir qué hay y qué no. Recorrimos 13 mil kilómetros y el tango, si nos ponemos filosóficos, es uno solo; porque es abrazarse y caminar junto con el otro al ritmo de la música. Pero hay particularidades que tienen que ver con la idiosincrasia, la cultura y la sociedad, que no es lo mismo el perfil del porteño, del rosarino o el mendocino. Eso se transmite en el abrazo y, también, hay diferentes escuelas de tango porque es una danza improvisada. No es como la chacarera en donde se hace avance y retroceso, giros o vueltas enteras. Se pueden notar algunos adornos o yeites que usan más que otros lugares.
—¿Qué fue lo más que te llamó la atención en ese registro?
—Por ejemplo, en Tucumán se destaca mucho más el abrazo y se siente la conexión más fuerte, y en otros lugares, el abrazo es más lúdico. En Jujuy hay una cadencia más tranquila al bailar que acá más por el centro; somos más acelerados y bochincheros. Ya en Buenos Aires se bailan hombres con hombres y mujeres con mujeres, en Jujuy también donde registramos dos bailarinas. En Córdoba vimos a un bailarín que se luce como seguidor y la que lleva el baile es la mujer. El baila con tacos porque le gusta ir así a la milonga, entonces registramos esa estética que no fue una ficción para la película, si no que fue documentar las distintas realidades que vive el tango.
—¿En qué estado se encuentra la película?
—Quedan cinco o seis escenas por filmar, depende si se concretan las entrevistas, y tres escenas más que son con músicos y bailarines que quedaron pendientes. La realidad es que nuestro deseo es estrenarla este año, pero dependemos muchísimo de cómo funcione la campaña de financiamiento colectivo. Estamos con los números súper en rojo, la post producción en Argentina es muy elevada, debido al producto de calidad que queremos entregar para que se distribuya en todo el mundo. Estamos activando muy fuerte la campaña de promoción para que la gente conozca el proyecto, que la financiación es colectiva, y pueden seguirla en www.osvaldolapelicula.com . Allí tenemos en venta tres packs donde armamos nuestro propio croudfounding.Esta es la manera más hermosa de financiar este proyecto, pero se nos está haciendo cuesta arriba.