"La vida del artista es así", sonríe Damián "Pier" Basile, el rosarino ganador de Bake Off 2020, con su picardía y simpatía que lo caracteriza ante el llamado de La Capital. Si bien no perdió la humildad y simpleza que lo caracterizó siempre, asegura que haber ganado es edición del programa de pastelería que se emitía por Telefe le cambió su vida para siempre. Pasó de trabajar para una distribuidora y vender tortas de vez en cuando para amigas y conocidos a vivir y trabajar en Buenos Aires, donde tiene su propio taller. Allí dicta clases en modo presencial y virtual y produce contenido para sus redes sociales y otras marcas que lo contrataron para adquirir su imagen.
Ante el llamado de La Capital, Damián bromea e ironiza con "la fama" para excusarse mientras disfruta de un desayuno tardío en su casa de Caballito, puesto que el horario de llamado se acerca más al horario del almuerzo.
Ocurre que desde que ganó la edición 2020 de Bake Off, el reality de pastelería que tenía como jurados al cocinero francés Christophe Krywonis y los pasteleros Damián Betular y Pamela Villar, la vida de Damián (35 años) cambió para siempre.
"Hace dos años ya que vivo en Buenos Aires, justamente dos años después del programa porque me surgió mucho más trabajo en Buenos Aires", comenta Dami, para precisar que montó un taller en Flores.
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"El taller está en Flores, al límite con Caballito, donde vivo. Los primeros dos años hacía todo en el mismo lugar, pero me pasaba que cada vez que quería hacer algo tenía que transformar mi casa en un estudio y me sacaba las ganas de trabajar", revela.
En ese nuevo espacio dicta clases online y presenciales. Destaca que en el último año ya pasaron 3500 alumnos y alumnas en línea y otros 370 de manera presencial por cuestiones de espacio, aunque anticipa que con el nuevo lugar que proyecta podrán entrar muchos más.
Mientras eso ocurre, Damián graba contenidos para marcas, realiza transmisiones en vivo y también explota ese lugar para quienes no cuentan con un sitio de similares características acordes a ese rubro. A su vez, trabaja en un micro de cocina junto a Lourdes Sánchez en la señal de cable de América.
Bake Off
"Bake Off me cambió la vida, sin dudas. Cuando me anoté para participar del programa tenía mi trabajo de vendedor y vendía tortas durante mi tiempo libre. Y cuando gané pensé que iba a vender un par de tortas más por semana, pero de pronto me encontré con gente que quería comprar mis cursos, empresas a las que les interesaba mi imagen y oportunidades que la gente fue apoyando", revela en ganador de la edición 2020, previo a la pandemia, ya que el envío se grabó meses previos a ese acontecimiento.
En esta edición 2024, Bake Off llega en formato famosos, con Wanda Nara como conductora y los jurados Christophe, Betular y Maru Botana, pero Damián asegura que no se perdió ninguna edición porque es un formato que le gusta mucho. De hecho, aún mantiene contacto con el cocinero francés y el pastelero nacido en Mercedes de manera esporádica.
Justamente este martes se transmitió el segundo programa de la edición Bake Off famosos y él aprovechó también para generar contenido en sus redes y comentar una breve reseña de esa edición, ya que sus 658 mil seguidores en redes así lo reclaman.
"Lo vi porque me gusta mucho el formato, es distinto porque al ser famosos todos buscan llamar la atención, pero se ve divertido", acota Damián. Lo dice desde su lugar de analista y autodidacta, fiel a su estilo.
Respecto a eso, comenta: "Voy mirando analizando y nunca me pierdo de eso para saber qué es lo que puedo hacer nuevo, empecé a hacer transmisiones en vivo para hacer reacciones en vivo y hago prácticamente lo que hacen los canales, con menos presupuesto".
Objetivos en mente
Pese a que asegura que le va bien con su nueva vida y se siente cómodo, Damián revela que no pretende caer en la zona de confort. Por eso ya está buscando innovar con otros cursos de cocina para seguir conociendo gente y enseñar lo aprendido, aunque desde otro lugar más descontracturado y a través de un contacto más ameno.
"La idea en este otro espacio, que aún no puedo revelar, es cocinar por las noches mientras tomamos unas copas de vino o algún trago todos juntos (docente y alumnos). La idea es que quien quiera venir, pueda hacerlo solo o en pareja y pasar un buen momento", anticipa.
También señala que su intención es "explotar el camino por lo salado", más allá de lo dulce en su rol de pastelero. "Ya experimenté algo cuando tenía el ciclo en C5N, que mixturaba lo salado y lo dulce, y ahora estoy con otro proyecto del cual aún no puedo dar detalles, porque no me quiero quedar estancado", asegura.