Para juntarse a tocar hace falta tener una misma sensibilidad. Que una melodía vaya y venga, pero que en ese camino haga una posta en el corazón.
Por Pedro Squillaci
Para juntarse a tocar hace falta tener una misma sensibilidad. Que una melodía vaya y venga, pero que en ese camino haga una posta en el corazón.
Litto Nebbia, Nito Mestre, Ricardo Soulé y Silvina Garré presentan este viernes, a las 21, en el teatro El Círculo el espectáculo “Está en tus manos”, que será el comienzo de la gira nacional. Y el puntapié inicial será nada menos que en Rosario, el mismo lugar donde Los Gatos hicieron los primeros palotes del rock argentino, sí y de la mano de Litto, el mismo músico que visitó la Redacción de La Capital para hablar de esta juntada que tiene mucho de música de fogón.
Cuando se dice “una que sepamos todos”, seguro que “Presente”, “Sólo se trata de vivir”, “En blanco y negro” y “Aprendizaje” son las primeras que salen. Y esas son sólo algunas de las que van a estar en el show donde Nebbia, Vox Dei, la Trova Rosarina y Sui Generis compartirán escena y canciones.
—¿Cómo arranca esta juntada?
—Esto empezó porque de una agencia me invitaron para que yo toque en un espectáculo con otros músicos. Y vos sabés que a mí me gusta meterme en cualquier aventura: ahora estoy tocando con mi trío que le pusimos en broma Power Trío del Sur porque el bajista y el percusionista son de General Roca, Gustavo Giannini y Julián Cabaza; después a veces toco en dúo con Leopoldo Deza; otras con Pez, que es la parte mas rockera; y el año anterior hicimos Archivo Jobim también con Silvina. A mí me gusta meterme en todo, pero la única cosa que necesito para tocar con quién sea es sentirme cómodo con la gente, que me guste la onda que tienen, cómo tocan, me fijo muchísimo en eso, que sean buena gente, que no tengan problemas de egos ni estrellitas, ni que hablar de eso, que está lleno en este ambiente.
—¿Y qué nombres te surgieron?
—Mirá, yo le dije a este productor que la única manera de hacer esto era con Silvina Garré, que es buena mina, que la conozco hace tiempo; Nito Mestre que es un buen tipo y tranquilo; y Ricardo Soulé, que era de Vox Dei y que está bárbaro de la voz. Lo que tenemos que hacer es acomodar agendas, así que nos empezamos a encontrar en forma acústica. La onda es que tocamos canciones conocidas de los cuatro, es como un fogón, pero bien ensayado, porque además tocamos con cuatro músicos más, que son Giannini en bajo, Cabaza en la batería, Deza en flauta y teclados, y un violero muy bueno de la agrupación de Nito Mestre que es Ernesto Salgueiro. Somos ocho en escena, así que armamos un poco el repertorio, nos convenció, nos pareció bien, cada uno opinó “yo quiero hacer esto”, “yo no”, “esta la quiero hacer de esta manera” y así fue saliendo todo.
—¿A vos qué canciones te gustan más?
—A mí siempre me gustó la que cantan Silvina con Juan “Se fuerza la máquina”, pero ya está súper cantada por ellos, más con salsa y con toda una bandurria total. Y yo dije “a mí se me tiene que ocurrir otro arreglo” y lo armamos con flauta y más tranquilo. Además participamos en un programa de televisión “Morfi”, un domingo, tocamos ocho temas que es algo inédito en la tevé argentina, donde ya prácticamente no hay música, hay concursos y encima de canciones conocidas. Así que se empezó a recoger una buena recepción, afectiva de la gente. Y qué extraña cosa que te da esta química que te encontrás con otra gente y hay muchos que se emocionan y te dicen “que bárbaro que van a estar juntos”.
—¿Hay un ADN en común entre Vox Dei, la Trova, Sui Generis y Los Gatos más tu carrera solista?
—Sí, puede ser, el productor me preguntaba cómo lo armaría para que no parezca esta cosa que se ve pensando en el negocio, que dice tal es invitado de otro y es para subir la taquilla. No, primero que yo no haría eso porque me aburro, no me gusta, y ninguno de los cuatro querría eso. Cuando me propuso hacer un clip, le dije que no quería hacer “La balsa” o “Rasguña las piedras” y propuse una no tan conocida mía que es “Está en tus manos”. Cada uno cantó una estrofa y gustó tanto que quedó como título del espectáculo, así que el 7 de junio debutamos acá en Rosario, el 13 vamos a Córdoba, el 14 a Tucumán y volvemos en julio a Buenos Aires en el Coliseo.
—Los temas son más de la década del 70/80 o hay material nuevo?
—No canto “Viento, dile a la lluvia”, no canto Los Gatos, pero canto “Ayer nomás” que es Gatos y nunca canté en vivo; sí hacemos “Presente” de Vox Dei; sí hacemos “En blanco y negro” de Silvina; sí hacemos “Bienvenidos al tren” con Nito; un blues con armónica de Soulé; “Quien quiera oír que oiga” y “Se fuerza la máquina” y ese tipo de canciones entre los 70 y 80, además de “Gracias a la vida” y otras que tomamos prestada de otros autores.
—Es como un gran fogón. ¿Vos tocaste con todos?
—Yo había tocado con todos, con Silvina más todavía, ya sea en el Rocksariazo, en “Quien quiera oír que oiga”, pero es la primera vez que hacemos juntos entre todos un proyecto de esta naturaleza.
—¿Hay artistas que dejan una huella indeleble en la gente?
—Sí, creo que sí, pero eso sucede con artistas que no han modificado su conducta respecto a lo que se prometieron hacer desde el comienzo de su carrera. Yo le doy mucha bolilla a eso, soy muy obsesivo.
—¿Querés decir no traicionarse?
—Claro, es decir, yo cambio la música mía y he evolucionado y siempre me meto en alguna cosa nueva musicalmente, es mi manera, es mi carácter, pero yo la manera en la que empecé a los 15 años es la misma que la que tengo ahora, la actitud con la que yo me dedico vocacionalmente a esto es la misma. Bueno, eso creo que muchísima gente lo nota y es lo que te permite un piso estable para que ese montón de gente también te siga.
—¿Se trata de mantener una identidad?
—Sí, y el estilo, por ejemplo yo digo siempre que Silvina canta en rosarino.
—¿Cómo sería cantar en rosarino?
—Es que ella tiene una manera expresiva de decir las letras que otras mujeres, no importa quienes, que tienen inclusive un caudal de voz mayor que ella, no emocionan como te emociona Silvina. Y es una manera de decir tan propia que es su estilo, que lo hace tanto en las canciones que escribe ella o en las tantas que hace de otros. Ella canta muchas canciones mías magníficamente, eso se aprecia. Y con Nito pasa algo parecido, si bien la mayoría de toda la obra de Sui Generis eran canciones de Charly, la voz reconocible del famoso dúo era la de Nito más que nada, la textura que salía más al frente. Y con Soulé en Vox Dei pasa más o menos lo mismo.
—Son canciones inolvidables para la gente.
—Pero lo valorable en ellos es que con canciones conocidas o no tan conocidas siempre han seguido la misma línea, porque a veces te encontrás gente que te dice “ya no toco más clásico y ahora hago salsa”. Y vos decís “loco, ¿qué te pasó?”.
Por Rodolfo Parody
Por Martín Stoianovich