“La canción sin fin”, a lo largo de seis episodios, se embarca en un análisis musical y cronológico de la trilogía inaugural de la discografía solista de Charly García. Entre 1982 y 1984, entre el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia, García hizo tres discos épicos e icónicos que hoy todavía suenan con vigencia intacta: “Yendo de la cama al living”, “Clics modernos” y “Piano bar”. Furman, compositor, pianista, director y docente, hace honor a todos esos calificativos y propone un verdadero viaje sonoro: un repaso tema por tema, a veces nota por nota, que desgrana canciones que todos conocemos con el entusiasmo propio de un fanático. Sebastián se asienta en la vigencia de esa música y a la vez se encarga de argumentarla a través de una explicación musical que está lejos de ser una solemne clase magistral aburrida. Con paciencia pedagógica y con una fascinación genuina que se contagia por los auriculares (como se recomienda escuchar este podcast), Furman muestra con claridad algunas de las marcas autorales de García: las armonías por cuartas, los acordes suspendidos, los puentes increíbles.
Para realizarlo, Furman se basó en copias digitalizadas de los vinilos: asegura que los CDs fueron muy mal masterizados y no hacen ni de cerca honor a lo que grabó Charly. Y como no existen los “multitracks” de estos álbumes que permitan separar, por ejemplo, la pista del piano y la del bajo para ejemplificar una forma de composición, Sebastián grabó él mismo esas pistas. Una por una. Para mostrar la armonía en los coros de “Peluca telefónica”, recreó las voces de Aznar, Spinetta y Charly, cada una por separado. Esta dedicación la permitió el contexto de producción: el comienzo de la pandemia en 2020.
“La canción sin fin” nació como un podcast para el medio Futurock. Junto a Antonio Boyadjian, encargado de la edición y mezcla, habían grabado el primer episodio a fines de 2019. En 2020, de pronto aislado en su casa como la mayor parte de la humanidad, Furman empezó a descubrir otra forma de llevar a cabo ese podcast que ya tenía guionado en su totalidad y que le daba la oportunidad de hacer una de las cosas que más le gusta: compartir lo que sabe. Entonces, en su propio estudio y con su piano, fue produciendo cada parte del podcast: cada arreglo, cada sobregrabación, cada melodía desarmada en partes.
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“En esa época yo estaba yendo de la cama al living, un poco como todos. Era muy loco, estar hablando de un disco, o de unos discos, que manifiestan un poco ese encierro”, describe Furman. “A Charly lo tengo en la sangre desde muy chico, igual que muchas cosas del rock argentino. Fue un homenaje a la música argentina a través de Charly, alguien que me tocó mucho con sus canciones desde muy chico. Y es una gran excusa porque es muy bueno para divulgar y para hablarle de música a la gente que no sabe de teoría musical. Porque conoce esas canciones, entonces hay un terreno ganado”, asegura Seba, que es docente de Fuga I y II en la Universidad Nacional de las Artes. Si fuera por él, haría un podcast sobre la sexta sinfonía de Tchaikovsky, pero la falta del elemento popular complica la cosa.
Del podcast al vivo
Después de dos años de sumar reproducciones en Spotify, Furman decidió convertir el podcast en un show en vivo. En la ciudad de Buenos Aires, hace un show para cada disco y los presenta en forma de ciclo, con entradas usualmente agotada. La versión que llegará de gira a Rosario “es una especie de compilado de los tres discos y que va a ser más largo que un show normal”. Será la primera vez que el recital, al que define como “una ceremonia celebratoria de la música” tome este formato.
Para el vivo de “La canción sin fin”, Furman armó una banda estelar integrada Andres Rot (Bajo), Ivana "Chipi" Rud (Guitarra), Rocio Katz (teclados y voces) y Sebastián Quintanilla (Batería). Además del criterio obvio de que sean buenos músicos, Seba cuenta que también tuvo en cuenta “que puedan resolver tocar todas estas canciones que son muchas y no son tan fáciles de tocar. Y que sean personas copadas porque es un laburo intenso que involucra muchos sentimientos y mucha profundidad la música de Charly, y sobre todo la de esos años”, cuenta, anticipando la emocionalidad de los shows.
LA CANCION FIN SIN - El show sobre la carrera solista de Charly García
Respecto del proceso de traducción del podcast al vivo, Furman explica: “Decidimos casi como política general hacer las canciones enteras. Es un show, es un espectáculo, es una ceremonia teatral y tiene otra lógica que un podcast que uno lo escucha en su casa”. Por lo tanto, los momentos explicativos vienen antes y después de los temas, y si es necesario, se vuelve a tocar el fragmento destacado. A su vez, Sebastían considera que “el vivo es más útil para explicar algunas cosas”. Por ejemplo, en un momento cuenta el contrapunto de dos líneas en el estribillo de “Superhéroes” y la muestran los músicos: Ro en los sintes y Andy en el bajo. “Ver cómo dialogan los instrumentos es mucho más fácil cuando lo tenés ahí, cuando lo estás viendo literalmente, cuando lo sentís”, afirma.
Además del recorrido anunciado por los tres discos de Charly, Furman y los suyos se reservan un elemento sorpresa “donde todo se descontrola”: los bises. Ahí, pueden aparecer temas de Sui Generis, de Serú Girán y de otros álbumes solistas de García. También habrá invitados locales, como Coki Debernardi. Con todo esto en vistas, sin dudas se recomienda preparar el corazón para el viaje hacia adentro de algunas canciones que marcaron varias generaciones.
Lo eterno de la canción sin fin
Es interesante pensar a “La canción sin fin” en un contexto donde las revisitaciones del rock nacional están a la orden del día. El éxito de la serie “El amor después del amor”, sobre la vida de Fito Páez, es un ejemplo de la actualidad de esta música en el presente. Otra vez, la vigencia que da cuenta de un traspaso generacional sin eslabones perdidos, una herencia colectiva que viene casi con el documento de identidad. Es interesante hacer un diálogo entre la serie y la propuesta de “La canción sin fin” para pensar qué es lo que hace que estas canciones no tengan fin.
Para Furman, ante todo, hay algo de la convivencia entre lo simple y lo profundo del formato canción “con el que estas músicas populares han transitado generaciones” que permite esta perpetuidad, esta transmisión visceral.
“Por eso le puse así al podcast, porque siento que es una obra sin fin, que no termina con su vida o su generación, que refleja todo un momento de época pero no queda ahí. Es una época que se puede extrapolar a un montón de épocas. De hecho, es una música y esas letras siguen sonando muy actuales porque hablan de algo muy profundo de nuestra idiosincrasia latinoamericana, que no tiene que ver solamente con el año 83 sino que tiene que ver con el pueblo, de un hablar y sentir del pueblo”, analiza Seba.
Luis Alberto Spinetta - Rezo por Vos (En Vivo Estadio Vélez Sarsfield) ft. Charly García
Algo similar ocurre con la serie de Fito. Si bien visualmente distancia a las nuevas generaciones de los comienzos de los ochenta en los que transcurre, apenas suena una canción colapsan y se combinan las líneas temporales. Una adolescente escucha “La vida es una moneda”, o “Tumbas de la gloria”, o “Cerca de la revolución”, y se le eriza la piel porque hay algo de eso que le habla. Quizás tiene un lazo afectivo con esa música, quizás la escuchaba su familia, que a su vez la tomó de su familia. O quizás se la cruzó en un podcast o en una serie.
Hacia el final de “La canción sin fin”, Furman hace sonar la versión de “Rezo por vos” del mítico Concierto Subacuático de García en Vélez del 2009, donde recuerda sentir en el cuerpo la potencia de que tantas canciones fueran hits y que al menos tres generaciones convivieran en ese espacio y tiempo coreando las mismas letras y melodías bajo una lluvia torrencial. Recientemente, la gira por los 30 años de “El amor después del amor” dejó ver escenas similares: el Anfiteatro lleno noche tras noche, en una masividad que sólo se consigue por la mezcla generacional, en una ceremonia celebratoria, como diría Furman. Suena “Mariposa Tecknicolor” y lloran todos, los de sesenta, los de treinta y los de quince.
Sebastián suele hablar de Charly como una “antena”, un artista que siempre supo captar ese sentir popular. Y estas canciones, de Páez, de García, de tantos otros, lograron contener, con una sensibilidad única, algo más que un clima de época, algo más parecido a una esencia. Eso que permanece mientras todo muta brutalmente. Y algo de eso tiene que ver con la idiosincrasia nacional, la nostalgia mezclada con efusividad, lo cíclico de algunos procesos políticos y económicos. Por eso “Cerca de la revolución” resonó y resuena con vigencia en tantos momentos de la historia argentina. Por eso “Ciudad de pobres corazones” podría haber sido escrita ayer en la ciudad de Rosario. Por eso “Rezo por vos” sigue haciendo llorar a varias generaciones al mismo tiempo.
La serie de Fito y el “momento Furman”
Para concretar el cruce entre “La canción sin fin” y la serie de Fito, Sebastián habló de su vínculo con la música de Páez y su experiencia viendo la biopic que es furor en Netflix. “Fito también es alguien que a mí me tocó desde muy chico, te diría que antes que Charly. Lo tengo también en la sangre y en algún momento hasta pensé en hacer un podcast analizando algún disco o una etapa”, cuenta Seba, que después aclara que aunque tiene ganas también quiere por ahora disfrutar de los shows en vivo.
Sobre la serie, asegura que le gustó, aunque hace una salvedad con lo que se decidió mostrar actitudinalmente de Charly: “Me parece que está un poquito exagerado cierto despotismo. Sobre todo en esos años que yo estudié mucho porque son los discos del podcast y yo lo veía mucho más conectado, agradecido y amoroso con sus músicos. Pero bueno también se entiende que es ficción”, afirma el pianista.
El amor después del amor | Tráiler oficial | Netflix
Finalmente, hay un momento específico de la ficción que podría ser casi un momento de un podcast de Furman: cuando Fito entra a tocar a la banda de Charly y se traba al intentar sacar “Ojos de videotape”. Lo llama a Tweety González y descubren que el primer acorde que se escucha no es ni Fa ni Fa sostenido, sino algo en el medio. Sebastián explica: “En el cassette que tiene Fito y del cual trata de sacar la canción, puede ser que en el estudio, cuando bajaron el máster a un cassette para que Charly le de a los músicos, es muy posible que si la máquina no estaba bien calibrada, se haya grabado apenas más rápido y apenas más agudo. No llega a sonar tan agudo como para sonar un semitono más arriba, o sea que si era Fa y se graba más agudo tampoco llega a ser Fa sostenido”. Es decir que no se trataba de un artilugio compositivo de Charly, sino de un defecto técnico propio de los formatos analógicos. Y por las dudas aclara que “Ojos de videotape” está en Do mayor y empieza con el acorde Fa. “Pero tratándose de la música de Charly, tranquilamente podría haber empezado en Fa sostenido”, concluye Furman.